Secretos de las cocinas del mundo para unas fiestas saludables

Las festividades navideñas ofrecen una oportunidad única para explorar las tradiciones culinarias de distintas partes del mundo que favorecen la salud

En Navidad y Año Nuevo podemos incorporar prácticas alimenticias de otros países que favorecen la salud a largo plazo. (Freepik)

“La genética puede ser el guion original, pero el estilo de vida y los hábitos son los verdaderos directores de la película de nuestra vida, y podemos dirigirla hacia la salud y el bienestar”, señala Martínez, autor del libroEl poder de comer bien’ y creador del método ‘Equidieta’ utilizado en el ámbito clínico.

“Como nutricionista y viajero, me fascina observar qué comen en distintas culturas, cómo lo hacen y cuándo. En cada lugar descubro hábitos que, más allá de la tradición, tienen respaldo científico y podemos aplicarlos en nuestro día a día”, destaca.

Una de las claves para comer bien consiste en adaptar a nuestra mesa aquellos hábitos, normas, ingredientes y alimentos más saludables de distintos países y culturas, y las Fiestas de Navidad y Año Nuevo ofrecen una ocasión especial para explorar estas beneficiosas opciones gastronómicas provenientes de distintas partes del mundo, explica Javier Martínez, tecnólogo alimentario y especialista en nutrición deportiva, clínica y hospitalaria.

Martínez ha visto confirmado a través de sus investigaciones y su labor clínica que “nuestra alimentación cumple un papel decisivo a la hora de reconducir nuestra salud para llevar un mejor estilo de vida”, y explica cómo aplicar sus hallazgos en la vida diaria en su libroEl poder de comer bien’. 

Con una amplia experiencia como dietista en hospitales, centros médicos, centros deportivos y centros médico-estéticos, en campos como prevención cardiovascular, obesidad, sobrepeso, menopausia, nutrición deportiva, oncología, microbiota y patologías digestivas, Martínez se enfoca actualmente en la nutrición a nivel hospitalario utilizando su método Equidieta.  

Es un método basado en la ciencia (@equidieta) que permite utilizar la alimentación para “encender los genes buenos, crear rutinas que refuercen el sistema inmunitario y equilibren las emociones, sin olvidar el cuidado del corazón, y que incluye recetas culinarias enfocadas en las cuatro estaciones del año y en activar nuestra transformación personal”, según explica.

Martínez ha recorrido el globo terráqueo explorando cómo viven y se alimentan distintas culturas para poder aprender y adquirir hábitos alimentarios que realmente tengan un impacto positivo, duradero y significativo en nuestra salud.

Navidades en las ‘zonas azules’ del mundo

Este especialista destaca especialmente la alimentación de las denominadas ‘zonas azules’, lugares del mundo donde la longevidad y la conexión con la comunidad son aspectos fundamentales del estilo de vida

“En lugares como Okinawa, en Japón, o Cerdeña, en Italia, las familias se reúnen para compartir comidas que van más allá de la simple gastronomía: son símbolos de historias transmitidas de generación en generación”, explica a EFE. 

Señala que “en estos lugares, las celebraciones navideñas nos enseñan a valorar la importancia de los alimentos frescos y naturales, preparados con dedicación y amor”. 

“Los secretos de estas zonas, las más longevas del mundo, como el consumo moderado de alimentos de origen vegetal, la inclusión de hierbas frescas y la preparación de platos con ingredientes simples pero nutritivos, son lecciones que podemos aplicar a nuestras propias mesas navideñas”, enfatiza. 

“Estos secretos saludables no solo promueven la longevidad, sino que también refuerzan la idea de que compartir una mesa es una manera de fortalecer los lazos familiares, fomentar el bienestar y aprender de la sabiduría culinaria de diferentes culturas”, según explica Martínez

“Así, la Navidad no solo se convierte en un momento de reflexión espiritual, sino también en una oportunidad para incorporar prácticas alimenticias que favorecen la salud a largo plazo”, enfatiza. 

“En un mundo cada vez más globalizado, las tradiciones gastronómicas de las ‘zonas azules’ nos recuerdan la importancia de la simplicidad, la sostenibilidad y el respeto por lo que la tierra nos ofrece, un mensaje vital para la época navideña”, recalca este especialista.

Recorrer el mundo ‘abre la mente ¡y el paladar!

“Viajar no solo abre la mente, también abre el paladar. Como nutricionista y viajero, me fascina observar qué comen en distintas culturas, cómo lo hacen y cuándo”, señala Martínez en una entrevista con EFE. 

Señala que “comer bien no depende solo de calorías o nutrientes: también de tradiciones, ritmos y cultura. Viajar me ha enseñado que la verdadera clave está en adaptar lo mejor de cada lugar a nuestra mesa, siempre con el respaldo de la ciencia y el sentido común”.

“En cada lugar descubro hábitos que, más allá de la tradición, tienen respaldo científico y que podemos aplicar en nuestro día a día. Algunos de ellos los he incorporado en mi práctica clínica y he incluido en mi libro”, señala este nutricionista, que comparte a renglón seguido algunos secretos saludables que ha descubierto en sus viajes por el mundo.

Japón (Okinawa) – La regla del “hara hachi bu

“La isla japonesa Okinawa es famosa por su número de centenarios con gran calidad de vida”, señala Martínez

“Una de sus claves (de este fenómeno) no es solo su dieta rica en vegetales, pescado y soja, sino el ‘hara hachi bu’: parar de comer cuando se está al 80% lleno. Estudios en restricción calórica muestran que este hábito ayuda a prevenir obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares”, puntualiza.

Islandia – El ‘skyr’, proteína fermentada

“El ‘skyr’ es un producto lácteo tradicional islandés, espeso como un yogur, pero con mayor cantidad de proteína y bajo en grasa”, según explica este nutricionista

“Gracias a su fermentación, este alimento aporta probióticos (microorganismo beneficiosos) que favorecen la salud intestinal. Además, su densidad proteica lo convierte en un aliado para mantener masa muscular y aumentar la saciedad”, apunta.

Cerdeña (Italia) – Carbohidratos, injustamente demonizados

Cerdeña es una de las llamadas `zonas azules´, donde abundan las personas centenarias. Allí se consumen a diario alimentos ricos en carbohidratos: pan integral de trigo sardo, pasta casera, patatas y legumbres”, explica el autor de ‘El poder de comer bien’”. 

Explica que “muy lejos de ser perjudiciales, estos hidratos complejos aportan fibra, energía estable y protegen frente a enfermedades crónicas, siempre que provengan de fuentes naturales y no de alimentos ultraprocesados”.

Uganda – El ‘matoke’ y el almidón resistente

Javier Martínez señala que en África el ‘matoke’ (plátano verde cocinado al vapor) es básico en la dieta ugandesa, rica en alimentos de origen vegetal. 

“Su alto contenido en almidón resistente alimenta a la microbiota intestinal (microorganismos que viven en el intestino) y mejora el control glucémico (ayuda a mantener unos niveles saludables de azúcar en la sangre). Este mismo efecto se consigue con alimentos cotidianos, como la patata o el arroz cocidos y enfriados antes de su consumo”, señala.

India – El poder de las especias

“En India, las especias forman parte esencial de la dieta diaria. Por ejemplo, la cúrcuma contiene curcumina, con propiedades antiinflamatorias; el jengibre mejora la digestión; el comino favorece la absorción de nutrientes”, según explica este nutricionista

“Incorporar estas especias a nuestra alimentación en guisos o infusiones añade sabor y beneficios antioxidantes, confirmados por numerosos estudios en nutrición”, enfatiza.

Corea – Kimchi y fermentados para la microbiota

“En Corea, el ‘kimchi’ es más que un acompañamiento. Se trata de un alimento fermentado a base de col y rábanos, rico en probióticos, vitaminas y antioxidantes”, destaca Martínez

“El consumo regular de este alimento fortalece la microbiota intestinal y potencia las defensas naturales del organismo. La evidencia científica respalda que incluir fermentados en la dieta mejora la salud digestiva y el sistema inmune”, añade.

China – El té, antioxidante y protector

“En China, el té es un ritual diario con miles de años de historia”, explica este nutricionista

“El té verde, en concreto, contiene catequinas, potentes antioxidantes que reducen la inflamación y protegen el sistema cardiovascular. Estudios también sugieren que el té mejora la concentración y regula el metabolismo. Sustituir los refrescos por té, como bebida, es un gesto sencillo y beneficioso, que se puede aplicar en cualquier mesa”, concluye Martínez

por Ricardo Segura

Fehaciente, fidedigno y fácil. Agencia de noticias multimedia en español.