Cinco funciones del hombre que favorecen la lactancia
Lactancia materna, aunque parezca fácil, es un acto complejo que requiere el apoyo, especialmente del papá del recién nacido
El desconocimiento es el responsable de que muchas mujeres recién paridas pasen más trabajo del necesario. Cuando la criaturita está despierta, la mamá se ocupa de tranquilizarla y amamantarla; mientras duerme corre a realizar tareas del bebé, si llegan visitas, debe esmerarse en atenderlas y si queda alguna brecha de tiempo, entonces puedes dedicarte a necesidades propias. Todo esto podría desencadenar en un estado de estrés, que bien se puede evitar.
En una pareja en la que ambos funcionan y se inician en la paternidad se debe entender que este es un cambio radical para los dos, no solo para ella, que tiene el riesgo de caer en depresión post parto, lo cual afecta también al bebé”, alerta Elena Conti, obstétrica y especialista en psicoprofilaxis perinatal.
La doctora reconoce que es necesario trabajar con más programas de concientización, respecto a la figura del hombre durante este proceso, sobre todo en países como el nuestro, donde hay una alta influencia machista y se asume que el nacimiento del niño es cosa de la mujer. Se necesita una licencia de paternidad más prolongada, de al menos un mes, que facilite involucrarse en esta nueva etapa con las responsabilidades que suponen temas como los quehaceres de la casa u otras tareas que realice la mujer y que por su condición ya no pueda desempeñar. “El hombre no será menos hombre por esto”.
La cuota de papá en la lactancia materna
Ser parte del proceso. Creando un vínculo afectivo, que requiere inversión de tiempo, jugar, hablarle, atenderle, tranquilizarle, besarlo y abrazarlo para fomentar el amor que hace adultos sanos emocionalmente, felices y libres de violencia que tanta falta hace en la sociedad actual.
Sacar gases. Luego que la mamá suplió el alimento mediante la lactancia, ahora el turno le puede tocar a papá para darle unas palmaditas en la espalda que ayude a la expulsión de gases, mientras la madre puede aprovechar para bañarse, merendar, dormir o descansar.
Bañar y cambiar pañales. Una voz social dañina grita ¡el hombre es muy tosco!, es una mentira que puede romper el apego entre padre, madre e hijo. Si quieres, puedes hacerlo, solo es cuestión de hacerlo unas cuantas veces en ayuda de la madre para que aprendas y luego disfruta el proceso de vivir en familia. Esto desahogará a la mamá de estar “esclavizada”, día y noche sin respiro alguno.
Alimentar. Si la madre tiene la facilidad de extraerse la leche, el padre se la puede dar, como parte de su participación en el desarrollo del recién nacido. Sería algo así como una lactancia en la que tienes participación muy activa.
Quehacer del hogar. El Covid-19 ya dejó en claro que los hombres también pueden participar de las tareas de la casa; con la llegada de una criatura también se necesita que el padre ponga su esmero en mantener los espacios limpios y en orden porque da bienestar a todos y por tanto al acto de lactar.
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