¿Cuáles son las áreas protegidas que colindan con el proyecto de Cabo Rojo?
Ambientalistas advierten sin parques nacionales no hay un Pedernales sostenible
El ambicioso Plan de Desarrollo Turístico concebido por el gobierno para Cabo Rojo, Pedernales, se materializará entre importantes espacios protegidos por su valor ecológico, lo cual mantiene en vigilancia a los grupos ambientalistas, que esperan que la iniciativa no perjudique las reservas naturales de la provincia, que entienden son vitales para un proyecto sostenible.
El proyecto, que desarrollaría no solo a esa provincia fronteriza, sino toda la región de Enriquillo, se desarrollará en una zona en la cual conviven dos importantes reservas naturales: el Parque Nacional Jaragua y el Parque Nacional Sierra de Bahoruco.
La provincia, cuyo territorio es ocupado en más del 60 % por reservas naturales, cuenta también con el Santuario Marino Arrecifes del Suroeste y áreas nacionales de recreo privilegiadas, que incluyen a Bahía de las Águilas, Playa Larga y Playa Blanca.
Las preocupaciones de ambientalistas
A pesar de que los encargados del proyecto han expresado su compromiso de salvaguardar las áreas protegidas de la provincia, la bióloga Yolanda León, del Grupo Jaragua, expresó su preocupación por los trabajos propuestos en el proyecto.
“Ahora mismo me preocupa el aeropuerto, porque no tiene emitidos los términos de referencia para el estudio de impacto ambiental, ni licencia y ya están abriendo trochas y movimiento de tierra. El aeropuerto va a suponer un desalojo de, creo, más de 150 propiedades de Los Tres Charcos”, sostuvo León a Diario Libre, a la vez, que indicó que no ven justificación cuando existen otras áreas “e incluso un aeropuerto en Cabo Rojo que se podría ampliar”.
La Autoridad Aeroportuaria ha señalado que el aeropuerto no puede ser construido en Cabo Rojo porque no están las condiciones de vientos requeridas para aviones de gran tamaño, como los que se espera viajen a Pedernales.
La también profesora universitaria indicó que en los trabajos de ampliación de la carretera Enriquillo-Pedernales, “se ha hecho más daño del que entendíamos era necesario y casi todo ese daño ha sido en el Parque Nacional Jaragua”.
Agregó que para la construcción de hoteles del proyecto fueron escogidos dos áreas grandes, fuera de espacios protegidos del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Sinap), “pero se escogió un lugar ramsar, que es un humedal de importancia internacional”.
Dijo no entender el motivo por el cual se eligió el lugar, cuando existían lugares sin ese problema, y sostuvo que se debe tener en cuenta la presencia de arrecifes de coral y patos marinos en el espacio donde se prevé la construcción de un muelle en Cabo Rojo.
El “histórico” abandono de las áreas protegidas
Tanto León como Nelson Bautista, del grupo Acción Verde, coincidieron en que los parques nacionales de la zona presentan un “abandono histórico”, una situación que es similar en otras provincias.
Al citar el caso del Parque Jaragua, Yolanda León manifestó que muchos guardaparques son envejecientes, “quienes no desean ser pensionados porque, según ellos, pierden el seguro. Hay casetas abandonadas y sitios en donde asaltan las casetas”.
Destacó el reto que supone el patrullaje en el parque, por ser un área marina grande. “Además, no es un secreto, es una zona de mucho narcotráfico y a esa mafia se le suma la de la canelilla y el guaconejo, que son productos del parque que se extraen ilegalmente”, agregó León, quien resaltó la labor del administrador del parque, quien “hace más de lo que puede, a pesar de que no tiene un vehículo para las labores”.
Ambos ambientalistas resaltaron la importancia de la zona.
Bautista citó, por ejemplo, que sin el agua que produce la Sierra de Bahoruco “Pedernales está condenado a poner una planta de desalinización y otros procesos de traer agua de otro lugar”.
Parque Nacional Jaragua
Establecida mediante decreto el 11 de agosto de 1983, esta área protegida ocupa la porción sur del procurrente de Barahona, en el límite suroeste de la República Dominicana con Haití (Pedernales). Cuenta con 1,536 km2 de extensión y se le considera una de las áreas protegidas más importantes del Caribe insular, además de ser núcleo de la Reserva de la Biosfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo.
La zona alberga una buena parte de la biodiversidad que da razón de ser a esa área protegida, para el anidamiento de tortugas y como hospederos de las especies endémicas, explicó a Diario Libre el ambientalista Nelson Bautista.
Parque Nacional Sierra de Bahoruco
Los 1,000 kilómetros cuadrados y 70 kilómetros de extensión del parque se extienden por tres provincias: Barahona, Bahoruco y Pedernales. El área protegida integra la Reserva de la Biosfera de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). La zona alberga una gran gama de bosques con más de 2,000 metros y bosques de pino de La Hispaniola y un subterreno de piedra caliza. La Sierra de Bahoruco es el hogar de alrededor de 180 especies de orquídeas, 32 endémicas, iguanas rinoceronte y el solenodonte de La Hispaniola.
El área es el hogar del Hoyo de Pelempito, una depresión que, además de flora endémica, alberga varias historias que se remontan a la época de los cacicazgos.
Santuario Marino Arrecifes del Sureste
La reserva natural fue creada a través del decreto 571-09, con el fin de mantener el hábitat natural y ambientes especiales que se forman a lo largo de la plataforma continental del sureste de la Isla La Hispaniola. En la zona se han reportado 75 especies de corales pétreos y blandos, más de 100 moluscos, peces tropicales y macro algas, además de ser un medio de gran circulación de flora y fauna marina.
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