El descubrimiento de una galaxia enana en Andrómeda ofrece claves de la formación estelar

Los astrónomos han descubierto una galaxia enana menos brillante situada a las afueras de Andrómeda

La Vía Láctea alberga docenas de estas galaxias satélites (Fuente externa)

Los astrónomos han descubierto una galaxia enana menos brillante situada a las afueras de Andrómeda, la vecina galáctica más cercana de la Vía Láctea, situada a unos tres millones de años luz. Sus peculiaridades abren nuevas preguntas sobre la formación estelar.

“Este descubrimiento conlleva más preguntas que respuestas”, afirma Marcos Arias, investigador de la Universidad estadounidense de Michigan y autor principal del estudio que recoge  la revista Astrophysical Journal Letters.

La Vía Láctea alberga docenas de estas galaxias satélites. Son distintas de la galaxia central y muchísimo más pequeñas, pero están lo suficientemente cerca como para quedar atrapadas por su gravedad.

Galaxias funcionales pero diminutas

"Son galaxias completamente funcionales, pero tienen una millonésima parte del tamaño de la Vía Láctea. Es como tener un ser humano perfectamente funcional del tamaño de un grano de arroz", explica otro de los autores, Eric Bell, catedrático de Astronomía de la Universidad de Michigan en un comunicado de esta universidad.

En las dos últimas décadas los astrónomos han contando con tecnologías lo suficientemente sensibles como para descubrir la mayoría de los satélites conocidos de la Vía Láctea. Y estos satélites han supuesto una fuente de información clave sobre las galaxias diminutas.

"En el pasado, este tipo de galaxias sólo se podían descubrir alrededor de un sistema, la Vía Láctea. Ahora, también podemos observar galaxias alrededor de Andrómeda", explica Bell.

Para hallar la nueva galaxia, que ha sido llamada Andrómeda XXXV, Arias examinó visualizaciones previas de Andrómeda para hacer una lista con las zonas más interesantes y, posteriormente, observar esos puntos de cerca con el telescopio espacial Hubble.

Fue así como se llegó al hallazgo de Andrómeda XXXV. No es la primera galaxia satélite en Andrómeda que se encuentra, por eso se llama XXXV y no Andrómeda I, pero las descubiertas previamente eran tan grandes y brillantes, que no habían llegado a cuestionar, como si lo ha hecho esta, lo aprendido de la Vía Láctea.

El tamaño tan diminuto de Andrómeda XXXV hace que los investigadores se replanteen cuestiones como cuánto tiempo son capaces las galaxias de formar estrellas.

Cuándo dejan de formar estrellas

La diferencia más llamativa entre los satélites de la Vía Láctea y los de Andrómeda estriba en cuándo dejaban de formar estrellas.

"La mayoría de los satélites de la Vía Láctea tienen poblaciones estelares muy antiguas. Dejaron de formar estrellas hace unos 10,000 millones de años", explica Arias.

Sin embargo, con el descubrimiento de Andrómeda XXXV, los investigadores han visto que satélites similares en Andrómeda pueden formar estrellas hasta hace alrededor de 6,000 millones de años.

Los investigadores explican que una galaxia, tanto si es enorme como diminuta, necesita tener una reserva de gas disponible para condensarse en estrellas. Cuando ese gas desaparece, la formación estelar se detiene.

Los astrónomos se plantean si este final se debe a que el suministro de gas de una galaxia se agota por sí solo o a que es absorbido por la galaxia anfitriona.

En el caso de los satélites de la Vía Láctea, su apagón anterior coincide con la primera opción, en el de las galaxias satélites de Andrómeda, dado que la formación estelar dura más tiempo, parece que se trata de la segunda.

Organizaciones como la NASA tienen previsto lanzar misiones capaces de descubrir más galaxias satélite en los próximos años, lo que ayudará a conocer mejor la evolución del universo.

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