De nuestros augurios, presagios y tabúes

Creencias y supersticiones dominicanas

De la mala suerte al presagio fatal, las supersticiones persisten. (Shutterstock)

Es innegable que la interesante y voluminosa obra del doctor Manuel José Andrade, titulada Folklore de la República Dominicana, es una publicación de lectura obligada para quienes realmente muestran un interés genuino por profundizar en el estudio de la cultura, la cuentística, las creencias, las costumbres y las tradiciones que proyectan la esencia de nuestra identidad nacional.

Como consecuencia de su constancia y diversas elucubraciones, el acucioso investigador de origen español, conocedor de más de cuarenta idiomas y dialectos, además de trascender como un académico universitario de gran valía, nos permite sumergirnos en su singular obra, de lectura amena y refrescante, extrayendo valiosas informaciones que nos retratan como pueblo caribeño.


La amplitud, diversidad y profundidad que exhibe el avezado y metódico indagador en su formidable libro, además de cautivar al más exigente de sus lectores, posibilita construir una sólida cosmovisión de dimensión extraordinaria sobre el área antropológica, sustentada en el cotidiano vivir de los pobladores de esta media isla, caracterizada por un conjunto de singularidades.

Por considerarlo enriquecedor, permítaseme reproducir del texto en cuestión —reeditado con el respaldo editorial del Banco de Reservas y la Sociedad Dominicana de Bibliófilos en 2009—, a manera de ilustración, algunos curiosos, inusitados y picarescos augurios, presagios y tabúes que el dominicano asume, sin importar su nivel social, económico o religioso, en su vida cotidiana, tanto en el área urbana, en menor medida, como en la rural.

A continuación, observemos algunos ejemplos que muestran su rica creatividad, diversidad y creencias sin aparentes limitaciones:

  • Abrir un paraguas dentro de la casa trae desgracia.
  • Si un perro aúlla con persistencia, algún enfermo morirá en la comunidad.
  • Si todas las gallinas cacarean a la vez, una muerte ocurrirá en la familia del vecino.
  • Cuando se usan velas durante la ceremonia de una boda y una se apaga accidentalmente, la persona que la sostiene será la primera en morir.
  • Si una gallina canta como un gallo, le ocurrirá una desgracia al dueño.
  • Soñar con excremento significa que se recibirá dinero.
  • Si una persona duerme con los pies hacia la puerta de la casa, morirá.
  • Pedir sal prestada a un vecino por la mañana da mala suerte al que la solicita.
  • Beber café de pie hace fracasar los planes de una persona.
  • La presencia de una persona vestida de negro en una boda da mala suerte a los novios.
  • Dejar el sombrero boca abajo estropea los planes de uno.
  • Dar vueltas a una silla sobre una de sus patas atrae mala suerte o genera una grave disputa en la familia.
  • Barrer la casa de noche atrae la desgracia.
  • Si una persona se baña en el río en Jueves Santo, se ahogará y se transformará en pez.
  • Si ciertos arbustos, principalmente el piñón, se cortan en Viernes Santo, el tocón derramará sangre, recordando a la persona su acción sacrílega.
  • Si se ordeñan vacas en Viernes Santo, se obtiene sangre en vez de leche.
  • Casarse en martes, viernes o en el mes de noviembre resulta calamitoso.
  • Si una persona come pescado o carne durante la Cuaresma, le saldrán manchas en la cara.
  • Si alguien va al cementerio estando enfermo, morirá de la enfermedad que padece.
  • Cuando un perro ladra a altas horas de la noche sin razón aparente, no se le debe hacer callar; está viendo fantasmas.
  • Comer guineos antes o después de beber leche causa indigestión aguda con consecuencias fatales.
  • Entrar en una plantación de guineos con una herida o llaga en el cuerpo produce pasmo (tétano).
  • Si una persona aficionada a peleas de gallos mata una gallina con cualquier propósito, sus gallos nunca ganarán.
  • Si truena mientras una gallina empolla, la mayoría de los pollos morirán en el cascarón.
  • Si un campesino masca tabaco mientras siembra yuca, esta se dará amarga.
  • Cuando una visita ha permanecido demasiado tiempo, se le puede obligar a partir colocando una escoba invertida detrás de una puerta.
  • Cuando no puede encontrarse el cuerpo de un ahogado, se dispara un tiro en el agua y el cadáver aparecerá flotando en alguna parte.
  • Cuando una persona ha sido asesinada y no se sabe quién es el autor del crimen, se coloca el cadáver boca abajo sobre el suelo en el lugar en que fue encontrado; esto ayudará a la captura del culpable.
  • Si se siente picor en la palma de la mano derecha, se recibirá dinero.
  • Si se ven grandes grupos de cangrejos vagando lejos del agua, es señal de lluvia.

Vale resaltar que existen muchas otras situaciones valoradas como señales de buena o mala suerte, que naturalmente generan distintas reacciones individuales y colectivas.

Las respuestas terapéuticas a estos augurios podrían resultar interminables, sin importar si se corresponden con la verdad o no. Sin embargo, lo cierto es que son expresiones vivas y recurrentes de un estado de creencias y comportamientos que nos definen como sociedad en esta media isla, enclavada en el mismo trayecto del sol.

Así las cosas, créalo o no, la verdad es que estas manifestaciones forman parte de nuestro diario vivir, para bien o para mal.

¡¡No hay de otra…!!

Sociólogo y comunicador dominicano.