Una baja presión tributaria mal repartida
Hay tres sectores de la economía cuya carga tributaria es entre tres y seis veces más que el promedio
Luego que el Gobierno desistió de hacer la Reforma Tributaria en el año 2021, el Ministro Lisandro Macarrulla, en una declaración en los medios, dijo algo más o menos así: “En algún momento el país tendrá que sentarse a discutir el diseño del sistema tributario, porque no puede ser que cuatro o cinco sectores sean los que paguen impuestos.”
¿Y qué quiso decirnos con esto? Pues que, aunque la recaudación en el país es baja en relación al tamaño de la economía, algunos sectores pagan mucho y otros no tanto; y eso no necesariamente se debe a la evasión, sino al propio diseño del sistema. En otras palabras, no hay dudas de que la presión tributaria es baja, pero está muy mal repartida. Obviamente que él se refería a la carga tributaria de los sectores productivos.
En este punto es importante distinguir entre la incidencia legal de los impuestos (quien paga los impuestos en las entidades recaudadoras); y el concepto de incidencia económica, es decir, quien es que realmente soporta la carga del impuesto.
Un ejemplo puede servir para ilustrar la diferencia: muchas empresas actúan como agentes de retención de impuestos que en realidad son pagados por las personas. Es el caso de las empresas cuando retienen los impuestos a los asalariados y los pagan a nombre de éstos. La incidencia legal nos dice que la empresa es la que lleva el dinero a la entidad recaudadora, pero en realidad estos son pagados por las personas.
Algunas empresas son osadas y se atribuyen el pago de muchos impuestos que en realidad lo están pagando las personas; no solo es el caso del impuesto sobre la renta, sino de impuestos selectivos o del ITBIS, que los negocios pagan a nombre del consumidor.
Por esto, el análisis más relevante es el de la incidencia económica de los impuestos, el cual es un reflejo de la verdadera carga que enfrentan las empresas y las personas en un sistema tributario. Dependiendo del poder de mercado y de otros factores como las elasticidades de las curvas de oferta y demanda, las empresas pueden trasladar a los consumidores una parte o la totalidad de la carga tributaria.
Es un buen ejercicio hacer el cálculo de la incidencia económica de los impuestos, lo que podemos llamar la presión tributaria sectorial (en el caso de las empresas). Este es un cálculo importante para saber cuál es una mejor aproximación a la verdadera carga tributaria que soporta cada sector.
Para esto utilizamos los datos de recaudación tributaria, en conjunto con los cuadros de oferta y utilización publicados por el Banco Central. Estos datos relacionan la oferta y la demanda total de bienes y servicios de la economía. Presentan, además, de manera integrada los datos de la producción y consumo intermedio de todas las actividades económicas y empresas de un país en el proceso de producción. Esto nos permite pasar de la incidencia legal del impuesto a la incidencia económica.
Tal vez más interesante que el cálculo de la presión tributaria para cada sector, es comparar dicha carga con el promedio que pagan los sectores. Para la economía dominicana, el análisis de incidencia económica nos da que en promedio las empresas soportan una carga tributaria de 4.9% del PIB (un 36% del total).
De acuerdo a este análisis, hay tres sectores cuya carga tributaria está entre tres y seis veces más que el promedio de la economía: comunicaciones, servicios financieros y minería. Otros sectores pagan alrededor del doble que el promedio: energía, salud, bebidas y cigarrillos; y el sector manufactura. El sector comercio no se queda atrás: soporta una carga tributaria 50% superior al promedio de la economía.
En caso de que se haga una reforma tributaria hay que tener muy en cuenta que hay sectores que tienen una carga muy superior al resto y tal vez ya no pueden más. Algo así como la anécdota del legendario boxeador Roberto (Mano de Piedra) Durán en la pelea que sostuvo con Sugar Ray Leonard en 1980: Decidió no salir al ring luego del octavo asalto y simplemente dijo: ¡ya no más! Así mismo dirán algunos sectores si es que se les pretende cargar con más impuestos.
¿Y qué dice el análisis sobre la carga tributaria de las personas físicas? Pues que es aún mayor que el de las empresas. Soportan casi un 7% del PIB, o sea más del 50% del total de los impuestos recaudados. Pero el espacio de este artículo no da para más…
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