La tregua

La tregua navideña y la de Semana Santa eran dos clásicos en el calendario político dominicano

La tregua navideña y la de Semana Santa eran dos clásicos en el calendario político dominicano. En realidad era el permiso que se daban los políticos para dejar de tirarse cajas y cajones y permitirse un viajecito o un descanso en la playa.

Este año ninguno habla de tregua en Navidad y en el Senado se vivió una escena de lo más  estrafalaria. Joel Santos, ministro de la presidencia, es particularmente educado y afable, así que el aluvión de insultos le habrá tomado por sorpresa.

No ocurre solamente en nuestro país. Las clases políticas están transmitiendo una tensión a la sociedad que no refleja lo que se vive en la calle en el día a adía. Los problemas de la clase política no son los del ciudadano. Son dos “conversaciones” o “relatos”, como se dice ahora, disociados.

No hace falta declarar una tregua, simplemente recuperar la buena educación que, como le ocurrió al senador Iván Silva, se queda en casa demasiadas veces. La Navidad es un corto espejismo en el calendario. Enero suele traer sus propios problemas, disfrutemos las fiestas eludiendo agresiones innecesarias.

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