La infuncional Ley de Partidos del país
Si no sirve que la deroguen, pero que no la violen
Parece ser que en la República Dominicana queremos vivir sin cumplir las leyes que existen, solo las que nos convienen.
Por eso es tan fácil que un individuo irrespete los semáforos, que otro robe en el sector público o privado, que no se paguen los impuestos y muchos etcétera.
Y el ejemplo más claro de eso lo tenemos con la Ley de Partidos y lo que actualmente sucede con la Junta Central Electoral y la abierta decisión de algunos partidos de no hacer caso a lo que establece una legislación aprobada por todos los sectores políticos del país.
¿Que la Ley de Partidos está tan mal redactada que ha tenido que ser sometida a múltiples enmiendas por inconstitucionalidad en varios artículos? Muy cierto.
¿Qué se supone que debe hacerse? ¿Incumplirla alegremente o agotar los recursos democráticos y legales para modificarla?
Hasta que no aprendamos a hacer las cosas bien, seguiremos repitiendo los mismos errores, una y otra vez.
Porque al final de cuentas, si los que deben dar el ejemplo hacen lo que quieran a su conveniencia, cómo es que vamos a reclamarle a los de abajo.
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