¡Buena suerte, presidente!

El PRM y los militantes del "deme lo mío enseguida"

Luis Abinader habrá recibido un largo catálogo de felicitaciones. Como en todo muestrario, la diversidad prima: las habrá sinceras, interesadas, y con segundas, terceras y quién sabe cuántas intenciones. Mejor compadecerlo.

Más que enhorabuenas, el presidente necesita suerte para bregar con los numerosos militantes del Deme lo Mío Enseguida (DEME), que lo apoyaron “desinteresadamente por vocación de servicio y amor a la patria”. De guía nos sirva aquella emboscada, la jura de uno de esos grupos de apoyo que poco o nada aportaron a la victoriosa candidatura del PRM.

Suerte, porque talento no le falta al primer mandatario. No solo ganó las elecciones con una amplísima mayoría, sino que logró atar al albur electoral a ese sinnúmero de fuerzas dispersas, pero urgidas de militancia en el presupuesto nacional. Igual agudeza necesitará para acomodar a ese inventario de zánganos en la renta nacional, excluido el daño a la eficiencia que con demasiada escasez ha distinguido tradicionalmente al Estado dominicano.

Que no se le ocurra inventarse nuevos huacales, tipo de recipiente cuyo camino a la obsolescencia debería ser ruta obligada de las botellas. Gobernar con honestidad sobrepasa evitar que se roben los recursos públicos, sino también que se malgasten.

La suerte es tan impredecible como atrevidas las demandas de los “demeístas”. Algunos querrán ministerios, puestos en el exterior (consulados) o alguna posición cerca del presidente para “ayudarlo y orientarlo”. La fortuna aconseja que mientras más lejos se les tenga de donde se manejan fondos en abundancia, con menos cartas marcadas tropezará Luis Abinader.

Al clientelismo y al oportunismo políticos hay que darles un jaque mate. Sépase que el ajedrez no es juego de azar sino de intuición y sabiduría. ¡Buena suerte, presidente!

Aníbal de Castro carga con décadas de periodismo en la radio, televisión y prensa escrita. Toma una pausa en la diplomacia y vuelve a su profesión original en DL.