Israel desvela su plan de posguerra para Gaza antes de la llegada de Antony Blinken
El plan establece que las operaciones en la Franja de Gaza seguirán hasta la devolución de los rehenes
El ministro de Defensa israelí, Yoav Galant, presentó el jueves por la noche su primer plan de "posguerra" para la Franja de Gaza. No incluye "ningún Hamás" ni "ninguna administración civil israelí". Galant desveló a la prensa las líneas generales de este plan antes de presentarlo al gabinete de guerra de Benjamin Netanyahu, dividido en las últimas semanas sobre el curso de la guerra contra el movimiento islamista palestino Hamás, en el poder en Gaza desde 2007.
"No habrá presencia civil israelí"
Según el plan, las operaciones en la Franja de Gaza "continuarán" hasta la "devolución de los rehenes", el "desmantelamiento de las capacidades militares y de gobierno de Hamás" y la "eliminación de las amenazas militares en la Franja de Gaza". A esto seguirá otra fase, el "día después" de la guerra, en la que "Hamás no controlará Gaza", según este plan, que aún no ha sido adoptado por el Gobierno.
Israel seguirá manteniendo el control de la seguridad en Gaza mientras un organismo palestino, aún indefinido y guiado por Israel, se encargaría de la administración diaria, a la vez de que Estados Unidos y otros países, entre ellos algunos de los países árabes sunitas moderados, supervisarán la reconstrucción de la Franja de Gaza.
Las tropas israelíes guardarán cinturones de seguridad para evitar todo aproximamiento palestino a las localidades israelíes en torno a la Franja de Gaza y permanecerán estacionadas fuera del territorio palestino, aunque podrán llevar a cabo incursiones locales para desbaratar organizaciones de terror. La ayuda humanitaria ingresará a Gaza exclusivamente desde Egipto pero Israel hallará una fórmula que le permita controlar que no vuelvan a ingresar a ese territorio armas y municiones.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, pidió el lunes que los colonos judíos regresen a Gaza tras la guerra y "animen" a la población palestina a emigrar, tras un llamado similar de su colega de extrema derecha, Bezalel Smotrich. "No habrá presencia civil israelí en la Franja de Gaza una vez que se hayan alcanzado los objetivos de la guerra", declaró el jueves Yoav Galant, añadiendo que el ejército israelí mantendría, no obstante, "su libertad de acción" en Gaza para frenar cualquier "amenaza" en la zona.
"Los habitantes de Gaza son palestinos. En consecuencia, entidades palestinas se encargarán [de la gestión] a condición de que no haya ninguna acción hostil o amenaza contra el Estado de Israel", dijo el ministro de Defensa sin precisar qué palestinos deberían administrar este territorio de 2.4 millones de habitantes.
Antony Blinken en Oriente Medio
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, emprendió el jueves por la noche una nueva gira por Oriente Medio. Espera discusiones difíciles durante esta nueva gira que, además de Israel a principios de la semana próxima, le llevará a cinco países árabes - Jordania, Catar, Emiratos, Arabia Saudita y Egipto - así como a Cisjordania, sede de la Autoridad Palestina, según declaró a la prensa su portavoz, Matthew Miller. Blinken voló el jueves por la noche desde Washington a Turquía, primera escala de su gira, que durará hasta el 10 de enero.
El secretario de Estado norteamericano abordará "medidas inmediatas para aumentar sustancialmente la ayuda humanitaria a Gaza", donde la situación humanitaria es calificada de "catastrófica" por la ONU y las ONG. "No esperamos que todas las conversaciones de este viaje sean fáciles. Está claro que la región se enfrenta a problemas difíciles y que hay que tomar decisiones difíciles", declaró Matthew Miller. "Pero el secretario de Estado cree que es responsabilidad de Estados Unidos liderar los esfuerzos diplomáticos para abordar estos retos de frente", añadió.
La posición estadounidense es delicada: Estados Unidos es el principal apoyo militar de Israel, pero rechaza un alto el fuego que han pedido con insistencia sobre todo los países árabes. Por otra parte, Washington no se opone a pausas humanitarias como la que tuvo lugar en noviembre, que permitió la liberación de rehenes en poder de Hamás.
Al enviar de nuevo a la región a Anthony Blinken, Estados Unidos pretende mantener la presión sobre las autoridades israelíes. A pesar del limitado margen de maniobra, los funcionarios de la administración estadounidense repiten que la presión ejercida sobre Israel entre bastidores está dando sus frutos, pero no ocultan su frustración con el Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu y su conducción de la guerra.
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