Aumenta la tensión en la frontera entre Líbano e Israel

Cuatro civiles -tres niños y una mujer- resultaron muertos el 5 de noviembre. Se trata de la hermana y las tres nietas del periodista Samir Ayoub. El periodista, que viajaba en otro coche, resultó herido. Cuatro conductores de ambulancia también resultaron heridos en otros ataques israelíes con drones. Tras estos incidentes sin precedentes desde el comienzo de los enfrentamientos en la frontera libanesa-israelí, el 8 de octubre, Hezbolá lanzó cohetes contra la ciudad de Kiryat Shmona, en el norte de Galilea.

Al responder rápidamente a la muerte de civiles libaneses y asumir la responsabilidad del lanzamiento de cohetes contra Kiryat Chmona por primera vez desde el 8 de octubre, Hezbolá ha demostrado su determinación de aplicar la ecuación establecida por Hassan Nasrallah. En un discurso pronunciado el 3 de noviembre, el líder chiita advirtió de que si se atacaban objetivos civiles en Líbano, ocurriría lo mismo en Israel.

Teniendo esto en cuenta, los analistas y observadores de Beirut se preguntan por qué el ejército israelí ha atacado objetivos civiles en Líbano, violando las normas tácitas de enfrentamiento vigentes entre ambos beligerantes. Algunos expertos creen que los israelíes quieren imponer nuevas reglas de enfrentamiento ante la guerra de desgaste que libra Hezbolá, que ataca a diario las posiciones del ejército israelí a lo largo de la frontera.

Otros analistas ofrecen una explicación militar: los israelíes quieren paralizar el tráfico de vehículos en las carreteras próximas a la frontera, para dificultar los movimientos de los combatientes de Hezbolá en esta zona.

Preocupado por esta escalada, que podría desembocar en una conflagración generalizada, el primer ministro libanés, Nagib Mikati, anunció que Beirut presentaría una queja contra Israel ante las Naciones Unidas.