Papúa suspende la búsqueda de cuerpos tras la avalancha que arrasó con un remoto poblado
Aunque la cifra de personas enterradas es una incógnita, los equipos de la ONU y el Gobierno papuano coinciden en estimar que unas 670 personas quedaron soterradas por la avalancha
Papúa Nueva Guinea suspendió la búsqueda y recuperación de cuerpos tras la avalancha que enterró el 24 de mayo a un remoto pueblo de la provincia de Enga, según informó este viernes la Organización Internacional de Migraciones (OIM).
El administrador provincial de Enga, Sandis Tsaka, también declaró la zona del desastre como fosa común y autorizó que se destinen los recursos disponibles para mitigar los riesgos sanitarios y comenzar la rehabilitación de las infraestructuras y servicios públicos, según un documento divulgado hoy por la OIM.
La declaración del Gobierno provincial se emitió el jueves poco antes de que se terminara en la madrugada del viernes el plazo legal que autoriza a las autoridades a desplegar durante 14 días una misión de búsqueda y rescate.
Aunque la cifra de personas enterradas es una incógnita, los equipos de la ONU y el Gobierno papuano -que en un principio estimó en 2,000 los sepultados- coinciden en estimar que unas 670 personas quedaron soterradas por la avalancha.
En virtud de la medida anunciada este viernes, se declararán desaparecidas a las personas desaparecidas por la avalancha en Enga, que ha dejado secuelas como los graves riesgos para la salud pública y la posibilidad de nuevos aludes, según el análisis del terreno por parte de geólogos procedentes de Nueva Zelanda.
Debido a este riesgo, Tsaka declaró el jueves la evacuación masiva de unos 8.000 pobladores de "las áreas identificadas de riesgo", que son Yambali, Kundak, Pokalip y Yuyaung, a zonas más seguras, una tarea que contará con el apoyo de las fuerzas armadas y otros organismos nacionales e internacionales, según el documento divulgado hoy por la OIM.
Tras casi dos semanas de complicados y laboriosos trabajos, limitados por las difíciles condiciones sobre el terreno que imposibilitan el uso de maquinaria pesada y aspectos culturales del país, solo se han recuperado once cadáveres, según las cifras de la OIM, con equipos sobre el terreno.
En la madrugada del 24 de mayo, una enorme lengua de tierra y rocas, algunas del tamaño de un vehículo, sepultó bajo una capa de entre seis y ocho metros de altura decenas de edificios de la población de Yambali, en la montañosa provincia de Enga, mientras sus habitantes dormían.
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