Los occidentales buscan un medio para dialogar con el nuevo poder sirio

La diplomacia internacional ante el nuevo liderazgo de HTS

Turquía fue uno de los primeros países en establecer contacto con los nuevos dirigentes en Siria. Aquí, una barrera metálica impide que los coches aparquen frente a la embajada turca en la capital, Damasco. (Fuente externa)

Los diplomáticos occidentales redoblan esfuerzos para establecer contacto con el nuevo hombre fuerte de Siria, Abou Mouhammed al-Joulani, líder del grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), al frente de la coalición de grupos rebeldes que expulsó a Bashar al-Assad del poder.

El tema de las sanciones económicas europeas contra Siria estará en la agenda del Consejo de Asuntos Exteriores, que reúne este lunes en Bruselas, a los ministros de Asuntos Exteriores de la UE.

Las distintas capitales del mundo, inicialmente cautelosas, están multiplicando iniciativas y anuncios para contactar a las nuevas autoridades de Siria, especialmente al grupo HTS en el poder desde hace una semana tras la caída de Bachar el-Assad.

Esto ocurre una semana después de la inesperada caída de Bashar al-Assad. Mientras la ONU ha enviado a su enviado especial al terreno, la Unión Europea ha convocado un Consejo de ministros de Asuntos Exteriores de sus 27 Estados miembros para el lunes 16 de diciembre, con Siria como tema central de las discusiones.

El paso de Turquía

Turquía ha sido uno de los primeros países en establecer contacto con los nuevos líderes en Damasco. En este contexto, una barrera metálica impide que los coches se estacionen frente a la embajada turca en la capital, Damasco, el 14 de diciembre.

Durante su visita a Siria, el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, llevó a cabo la primera visita de un alto funcionario de la ONU desde que Bashar al-Assad huyó a Rusia. Pedersen expresó su apoyo a levantar las sanciones económicas impuestas a Siria.

El responsable de la ONU se reunió con Abou Mouhammed al-Joulani, líder del grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y de la coalición de grupos rebeldes que expulsó a Bashar al-Assad del poder, según anunció la coalición en su canal de Telegram.

Según esta misma fuente, ambos discutieron los “cambios ocurridos en el escenario político, que hacen necesaria una actualización” de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU de 2015 que establecía una hoja de ruta para un acuerdo político en Siria.

“Debemos asegurarnos de que Siria reciba una ayuda humanitaria inmediata y ampliada tanto para la población como para todos los refugiados que deseen regresar”, declaró más temprano Pedersen.

Entidades en espera

Varios países y organizaciones que han celebrado la caída de Bashar al-Assad afirman que esperan ver cómo las nuevas autoridades musulmanas suníes tratarán a las minorías de este país multiétnico y multiconfesional.

Esto se debe a la preocupación generada por los antecedentes de la coalición rebelde al mando en Damasco, liderada por el grupo HTS, una antigua rama siria de Al-Qaeda que asegura haber roto con el yihadismo. Sin embargo, el grupo sigue siendo considerado «terrorista» por varias capitales occidentales, incluida Washington.

A pesar de ello, varios países han anunciado haber establecido contacto con el nuevo gobierno sirio.

Tras Estados Unidos, que lo hizo el sábado 15 de diciembre, el Reino Unido declaró el domingo haber iniciado “contactos diplomáticos” con HTS, aunque el grupo islamista “sigue siendo una organización terrorista prohibida” en el Reino Unido, según afirmó paradójicamente el ministro británico de Asuntos Exteriores, David Lammy. “Pero podemos mantener contactos diplomáticos”, insistió.

Por su parte, Francia anunció el envío de una misión diplomática a Damasco el martes 17 de diciembre, la primera en 12 años, para “establecer los primeros contactos” con las nuevas autoridades.

Qatar, por su lado, anunció la reapertura de su embajada en Siria el martes, tras la llegada de una delegación de Doha el domingo 15 de diciembre al país, donde se reunió con las nuevas autoridades.

Turquía, un actor clave en el conflicto sirio y aliado de las nuevas autoridades, reabrió el sábado su embajada en Damasco después de más de 12 años de cierre. Según el ministro de Defensa turco, Yasar Güler, Turquía está “dispuesta” a proporcionar ayuda militar si el nuevo gobierno sirio lo solicita.

Además, aseguró que las nuevas autoridades se han comprometido a “respetar todas las instituciones gubernamentales, la ONU y otras organizaciones internacionales”, y prometieron informar sobre cualquier rastro de armas químicas a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.

'Habrá que encontrar una manera de dialogar con HTS'

Tras 50 años de régimen autocrático del clan Assad y una represión implacable, las nuevas autoridades intentan tranquilizar a la comunidad internacional, aunque todavía no logran convencerla del todo.

El nuevo primer ministro encargado de la transición, Mohammad al-Bachir, ha prometido “garantizar los derechos de todos”, mientras los sirios intentan retomar una vida normal.

Esto, sin embargo, no basta para convencer a todos, especialmente a la Unión Europea, que no tiene relaciones oficiales con Siria desde mayo de 2011, tras la violenta represión de las manifestaciones por parte de Bashar al-Assad. Además, Siria sigue siendo objeto de sanciones económicas europeas.

Este tema estará en la agenda del Consejo de Asuntos Exteriores, que reúne el lunes 16 de diciembre en Bruselas a los ministros de Asuntos Exteriores de la UE. Por el momento, la posición europea sobre Siria es principalmente un recordatorio de grandes principios.

Según Kaja Kallas, nueva alta representante de la UE para asuntos exteriores, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, la UE reafirma desde hace una semana su compromiso con una transición democrática, pacífica e inclusiva en Siria, según informa el corresponsal en Bruselas, Jean-Jacques Héry.

“Esperamos ver cómo actúan las nuevas autoridades en Damasco”, resumió el viernes un alto funcionario europeo, refiriéndose a HTS, ahora en control de Damasco, pero clasificado como organización terrorista por la ONU y sujeto a sanciones europeas.

Para Julien Barnes-Dacey, director del programa de Oriente Medio del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, este enfoque prudente por parte de Europa no beneficia ni a Siria ni a la UE.

“Hay varias cosas que hacer si queremos impulsar un proceso político de transición liderado por los sirios con el apoyo de la ONU. Por ejemplo, mejorar la situación económica levantando las sanciones en algunos sectores clave. HTS es ahora la fuerza dominante en el terreno, y habrá que encontrar una forma de dialogar con ellos”, comentó.

Este fin de semana, la nueva jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, consideró prematuro levantar cualquier sanción. Sin embargo, tras los anuncios de otras potencias, la UE ha expresado su intención de entrar en contacto «pronto» con las nuevas autoridades sirias, aunque a un nivel «operativo» y no «político», manteniendo siempre la misma cautela.

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