Turquía se prepara para recoger los frutos de su apoyo a la oposición a Bashar al Asad

Ahora que el dictador Bashar al-Asad ha sido derrocado, Turquía, que ha apoyado a los rebeldes, se prepara para tener una nueva influencia en la Siria post-Bashar al Asad. 

Al contrario que Estados Unidos, que cambió su apoyo a los rebeldes por las milicias kurdas, o de los Estados árabes, que tras apoyar el levantamiento contra Asad terminó reconciliándose con el régimen, Ankara ha sido el apoyo más consistente de la oposición en el exilio y los rebeldes del norte, a los que incluso pagaba el salario.

A Hayat Tahrir al Sham (HTS, Organización para la Liberación del Levante), el grupo que ha liderado la ofensiva, Turquía no lo controla directamente, pero durante años su base de operaciones, la provincia noroccidental de Idlib, dependía de los suministros que llegaban de la frontera turca.

Vuelta de los refugiados

Turquía también ha sido el país del mundo que más refugiados sirios ha acogido. Una hospitalidad que, dijo ayer el presidente Recep Tayyip Erdogan, quedará inscrita en la historia con letras de oro. 

Ahora, estos refugiados comienzan a regresar de vuelta a su país, y sobre todo aquellos que han cursado estudios universitarios y hablan turco perfectamente podrían convertirse en vehículos de la influencia turca.

Asimismo, Turquía pretende tener un papel clave en la reconstrucción del país. Y las empresas constructoras turcas se frotan las manos. Desde el inicio de la semana, las productoras de cemento y acero que cotizan en la bolsa de Estambul han visto como sus acciones se disparaban.