Vaticano informa que el papa no necesitó máscara de oxígeno la última noche
En lugar de la máscara, el papa usó la noche del lunes una cánula nasal, un tubo de plástico que suministra oxígeno de alto flujo
El papa Francisco, hospitalizado desde hace más de un mes por una neumonía, no necesitó utilizar una máscara de oxígeno durante la noche, informó el Vaticano el martes, en un momento en el que su salud muestra una recuperación gradual.
Los médicos del hospital Gemelli de Roma indicaron que papa Francisco, de 88 años, se encuentra estable tras un periodo crítico marcado por crisis respiratorias que hicieron temer por su vida. Sin embargo, aún no han precisado cuándo podría recibir el alta médica.
El Vaticano informó que el martes por la tarde el pontífice no utilizó la máscara de oxígeno durante la noche, aunque aclaró que esto no significa que ya no la necesite, pues ha sido un recurso esencial durante gran parte de su hospitalización.
En lugar de la máscara, el papa usó la noche del lunes una cánula nasal, un tubo de plástico que suministra oxígeno de alto flujo.
El estado del sumo pontífice “mejora” y se mantiene “estable”, aunque su “cuadro clínico sigue siendo complejo”, informó el Vaticano.
Durante su estancia en el hospital, Francisco ha trabajado cuando su estado se lo ha permitido, alternando el descanso con la oración.
Como parte de sus actividades, escribió una carta divulgada el martes en la que pidió el fin de los conflictos armados en el mundo.
Desarmar la Tierra
"Tenemos que desarmar las palabras para desarmar las mentes y desarmar la Tierra. Hay una gran necesidad de reflexión, de calma, de sentido de la complejidad", escribió el papa argentino en una carta fechada el 14 de marzo y dirigida al director del diario italiano Il Corriere della Sera.
"La guerra parece aún más absurda (...) en los momentos de enfermedad", agregó el pontífice, hospitalizado desde el 14 de febrero en el hospital Gemelli de Roma por una doble neumonía.
"La fragilidad humana tiene el poder de hacernos más lúcidos frente a lo que dura y lo que pasa, lo que hace vivir y lo que hace morir", sostuvo, destacando que las armas "devastan a las comunidades y el medioambiente sin ofrecer una solución a los conflictos".
En el texto, el papa hizo también un llamado a los periodistas y "a todos aquellos que consagran su trabajo e inteligencia a informar", instándolos a valorar la importancia de las palabras.
"Nunca son solo palabras: son hechos que estructuran los entornos humanos. Pueden unir o dividir, servir a la verdad o abusar de ella", enfatizó.
A su vez, señaló que "las religiones pueden apoyarse en la espiritualidad de los pueblos para reavivar el deseo de fraternidad y justicia, así como la esperanza en la paz".
A pesar de su evolución, persisten especulaciones sobre la posibilidad de que renuncie al cargo debido a su frágil estado de salud, siguiendo el precedente de su antecesor, Benedicto XVI.
Sin embargo, el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, rechazó categóricamente esa posibilidad. "No, no, no, en absoluto", afirmó el lunes en declaraciones a la prensa.