Importante avance electoral en el País Vasco de los herederos del brazo político de ETA

La victoria del Partido Nacionalista Vasco ha sido por la mínima, porque consigue apenas 28,000 votos más que Euskal Herria Bildu, la candidatura de la izquierda independentista vasca. Ambas formaciones empatan en escaños, 27 cada una, y si quisieran podrían formar una holgada mayoría soberanista en el parlamento vasco, aunque es una opción que ni se plantean.

Con más del 98,5% de los votos escrutados, la coalición independentista de izquierdas EH Bildu --cuya formación hegemónica, Sortu, es la heredera de la antigua vitrina política de ETA—empata con el Partido Nacionalista Vasco, la fuerza nacionalista moderada que ha dominado la política vasca desde las primeras elecciones en democracia, en 1980.

EH Bildu ganó seis escaños respecto al anterior Parlamento, mientras que el PNV perdió cuatro. Sin embargo, en número de votos, el PNV logró casi 30,000 más que Bildu.

"Hoy hemos dado un paso de gigante", se congratuló Pello Otxandiano, el candidato de EH Bildu a jefe del gobierno vasco, recordando que "son los mejores resultados que ha obtenido la izquierda soberanista en toda su historia".

Fue, sin embargo, el PNV, el que expresó su intención de gobernar: "a partir de ahora tomamos en nuestras manos la responsabilidad del proceso de estructurar el gobierno", afirmó Andoni Ortuzar, secretario general del partido.

La llave del nuevo gobierno del País Vasco la tiene el partido socialista del presidente español Pedro Sánchez, tercera fuerza en estas elecciones con doce escaños. Todo apunta a que los socialistas volverán a apoyar al Partido Nacionalista Vasco, que presentaba un nuevo candidato, Imanol Pradales, y será con toda probabilidad el próximo lehendakari, como se denomina en euskera (el idioma vasco) al líder del gobierno local, que ha estado siempre en manos de los nacionalistas, salvo un paréntesis de tres años, desde su restauración en 1980.

Hay que recordar que Pedro Sánchez es presidente de España gracias al apoyo de los diputados del Partido Nacionalista Vasco en el Congreso de Madrid, pero también gracias a los de EH Bildu. Sin embargo, en los últimos días el gobierno de Sánchez criticó a esta formación independentista por no condenar el terrorismo de la organización ETA, que asesinó a más de 800 personas durante 50 años hasta que abandonó la lucha armada en 2011.

El escenario más probable es que los socialistas del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, brinden sus 12 diputados al PNV para volver a gobernar, como ha ocurrido en diversas ocasiones.