Los drones kamikaze son claves en la lenta contraofensiva ucraniana

En el frente, donde la contraofensiva ucraniana avanza lentamente, hay un arma que se ha vuelto obligatoria: el dron kamikaze. La guerra de los drones continúa entre ucranianos y rusos. Con los corresponsales especiales de RFI cerca del frente sur en Zaporijia, Anastasia Becchio y Boris Vichith.

El domingo 1° de octubre, varias regiones rusas sufrieron ataques ucranianos, hiriendo a tres personas y obligando a un aeropuerto a desviar sus vuelos.

Al abrigo de la maleza, los soldados preparan un dron para las pruebas. Andrji, de la brigada 108, fija una carga explosiva sobre el aparato. "Esta es una munición que se utiliza para atacar a hombres, pero también a equipos, vehículos de transporte de tropas, tanques y vehículos blindados", explica el soldado ucraniano.

"Hemos añadido baterías para alimentar el dron. Esto proporciona energía suficiente para que nuestro dron pueda volar a gran distancia y alcanzar objetivos", apunta.

Con las gafas de inmersión y el joystick de control en sus manos, Maksim vuela la aeronave sobre un campo de remolachas. Eficaz y más barato que los drones militares para atacar las líneas rusas, este dron también ofrece una imagen precisa de lo que ocurre en el campo contrario.

Sobre la contraofensiva, anota: "Miro las cosas con una perspectiva realista. No conseguiremos el mismo avance que el año pasado", reconoce el piloto.

Por lo que he podido ver desde el aire, el enemigo ha consolidado sus posiciones, tiene una defensa muy fuerte y entiendo que no será fácil", concluye. Maksim observa con preocupación cómo los árboles pierden sus hojas. La llegada del otoño, con su lluvia y su niebla, complicará el trabajo de los operadores de drones.