Una oposición dividida en Argentina no supera el desconcierto ante el 'fenómeno Milei'

El meteórico ascenso político de Javier Milei, un economista mediático y sin estructura partidaria, desconcertó a la clase política tradicional argentina, convertida en una oposición fragmentada, en ocasiones al servicio del oficialismo y sin rumbo ante las legislativas de 2025, mientras el peronismo intentar recomponerse bajo el liderazgo de Cristina Fernández.

Milei desembarcó hace un año en la Casa Rosada gracias al hastío social contra la fallida política tradicional, a la que el ultraliberal adjudicó hábilmente el mote de 'casta'.

"Las promesas incumplidas y el bastardeo de banderas sociales y políticas valiosas para la cultura política argentina produjeron tal nivel de desencanto que mucha gente eligió cualquier cosa antes que la vieja política. Y el gran promotor de generar una ilusión diferente fue Milei", señala a EFE el analista político Jorge Arias.

Según este experto, la "habilidad" de Milei para señalar a diversos "enemigos" le ha permitido "no solo acceder a la Presidencia, sino mantener el poder dividiendo un sistema político que sabe que no tiene legitimidad para pararse ante la sociedad a plantear críticas o soluciones alternativas".

Con apenas dos años de experiencia como diputado nacional y con histriónicas apariciones televisivas, el líder de la formación de ultraderecha La Libertad Avanza (LLA, creada en 2021) llegó a la Presidencia al derrotar en noviembre de 2023 al peronismo gobernante en una segunda vuelta electoral.

Para ello, contó con el apoyo del expresidente conservador Mauricio Macri (2015-2019) y buena parte de su partido, Propuesta Republicana (PRO).

Ese respaldo terminó por dinamitar Juntos por el Cambio -la alianza integrada por el PRO, la centenaria Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica-, que hasta entonces se plantaba como la principal oposición al peronismo.

El peronismo también sufrió el varapalo electoral como consecuencia de la incapacidad del Gobierno de Alberto Fernández (2019-2023) para responder a las demandas sociales y resolver los severos desequilibrios macroeconómicos de Argentina, una circunstancia a la que se sumaron las manifiestas divergencias entre el mandatario peronista y la entonces vicepresidenta, Cristina Fernández.

Oposición fragmentada que a Milei le funciona

Sin experiencia previa en el Ejecutivo y con una representación mínima en el Parlamento, el nuevo oficialismo afrontó en sus primeros meses en el Gobierno serias dificultades para sacar adelante sus ambiciosas reformas y el severo ajuste fiscal emprendido por Milei.

Altos cargos del nuevo Gobierno, como el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fueron demostrando con el tiempo capacidad para negociar con diversos sectores de la denominada 'oposición dialoguista', que excluye a los peronistas.

Y amplios sectores de PRO, la UCR y partidos provinciales terminaron por dar su apoyo al oficialismo para la aprobación de normas clave y convalidar polémicos vetos presidenciales a leyes aprobadas por el propio Congreso, como un aumento a las jubilaciones y la financiación de la universidad pública.

También los gobernadores de provincias -ninguno de ellos de LLA- parecen haber rendido armas ante un mandatario que les ha llamado "degenerados fiscales" pero que, a fin de cuentas, decide sobre buena parte de los recursos federales de los que se nutren las arcas provinciales.

Para Arias, director de la consultora Polilat, "la oposición está absolutamente fragmentada y es funcional al Gobierno [...]. "Nadie logra pararse en la vereda de enfrente y establecer una propuesta alternativa".

"Milei ha emitido más de cuarenta decretos de 'necesidad y urgencia' (DNU) y ningún sector o partido político ha tenido la capacidad de frenarlos. Tampoco la Justicia ha abierto la boca respecto a la legalidad, constitucionalidad o aplicabilidad de estos decretos que se han metido con derechos adquiridos. Hay un sistema político estupefacto y que no osa abrir la boca", observa el analista.

Despertar ante un horizonte electoral

Arias cree que el panorama podría cambiar de cara a las legislativas de 2025, "porque los procesos electorales reconstruyen la magia de la esperanza de la sociedad" y "ahí surgirán las voces que irán adquiriendo nuevas legitimidades o recuperando las legitimidades perdidas".

"Con mucha habilidad y para tratar de obturar esas posibles alternativas políticas", Milei ha colocado a la expresidenta Cristina Fernández como su directa contrincante.

Cristina Fernández (2007-2015) ha recobrado protagonismo con su reciente consagración como presidenta del Partido Justicialista y ha aprovechado la decisión de un tribunal de alzada de confirmar una condena en su contra, por corrupción, para mostrar fortaleza política y erigirse como una de las pocas voces críticas hacia la figura de Milei.