La Trinitaria y su exitosa oposición a la dominación

El movimiento fue fundado por Juan Pablo Duarte en 1838

Un grupo de jóvenes, liderados por Juan Pablo Duarte, mientras se juramentaban en la sociedad secreta La Trinitaria el 16 de julio de 1838. (Ramón L. Sandoval )

La sociedad secreta La Trinitaria, formada por Juan Pablo Duarte, padre de la patria dominicana, desarrolló la resistencia más decidida que logró vencer la dominación haitiana, en la franja Este de la isla de Santo Domingo en la primera mitad del siglo XIX.

Un grupo de jóvenes, liderados por Duarte, se reunió el 16 de julio de 1838 para formar la sociedad secreta La Trinitaria, cuya misión era organizar la lucha que culminó con la proclamación de la independencia dominicana en el 1844.

En ese movimiento, el joven Duarte concentró a una parte de la juventud, que representaba a la población perjudicada por las medidas tomada por el gobierno haitiano, encabezado por Jean Pierre Boyer.


Los nueve fundadores estaban divididos en tres grupos. Eran Juan Pablo Duarte, Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandro Pina, Félix María Ruiz, José María Serra de Castro, Juan Nepomuceno Ravelo, Benito González, Jacinto de la Concha y Felipe Alfau. Posteriormente se unieron al grupo Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella y Vicente Celestino Duarte.

Otras sociedades

Los trinitarios formaron otras sociedades, como la Filantrópica y La Dramática, para promover sus ideas libertarias. Siguiendo una práctica desarrollaba en América, utilizaron el teatro para difundir sus deseos de libertad y hacer denuncias.

De acuerdo a una carta enviada al arzobispo Fernando Arturo de Meriño el 29 de abril de 1883, el independentista José María Serra explicó que La Trinitaria y La Filantrópica fueron dos sociedades distintas: la primera era exclusivamente revolucionaria; la otra no”.

Liderazgo de Juan Pablo Duarte

El legado de Duarte resalta por su aporte al forjamiento de la nacionalidad dominicana y a la liberación del dominio haitiano.

El historiador Juan Daniel Balcácer considera que el patricio “es un singular ejemplo de devoción y entrega de la libertad” del pueblo, por los riesgos y peligros que afrontó en el decurso de esa lucha redentora; por los innumerables obstáculos que superó a lo largo del proceso independentista.

En la obra “Vicisitudes de Juan Pablo Duarte”, el ensayista resaltó el alto precio político y militar que el patriota pagó por no brindarse para que su liderazgo se convirtiera en fuente de discordia entre sus compatriotas, y “el injusto olvido al que fueron relegadas su vida y su obra pública, por virtud del caudillismo y el desmedido culto a la personalidad imperantes en la sociedad dominicana desde los tiempos de la Primera República Dominicana”.

A juicio de Balcácer, presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patria, el destierro fue el precio más alto que Duarte y su familia pagaron por su vertical posición nacionalista.

“Sin embargo, no fueron los haitianos quienes expatriaron al Padre de la Patria, sino un grupo de sus propios por quienes también luchó para que vivieran al amparo de régimen republicano y auténticamente democrático”, enfatizó.

El historiador expresó que “esa amargura debió tener un severo impacto en la psiquis del patricio y, probablemente, originó una profunda depresión que le indujo a mantenerse aislado del país durante cuatro lustros”.

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