Víctimas del conflicto

La falta de optimismo se acentúa al no existir una alternativa definida de qué hacer en el futuro con la zona de Gaza

Con sobrada razón, los reportajes acerca de los trágicos ataques y contraataques entre palestinos e israelíes ocurridos desde principios del mes pasado, se concentraron en el inmenso costo humanitario de esos enfrentamientos. Las escenas de violencia y destrucción tuvieron un gran impacto, especialmente ya que la mayoría de los afectados eran ajenos a los acontecimientos.

Ante la magnitud de tales sufrimientos, las consecuencias económicas quedaron relegadas inicialmente a un segundo plano. Pero a medida que fueron transcurriendo los días, los efectos sobre la actividad productiva se hicieron más aparentes.

Del lado israelí, su gobierno declaró un estado de guerra entre el país y la agrupación Hamas atrincherada en la franja de Gaza, con todas las implicaciones de un conflicto bélico. No obstante, no fue la declaración en sí el elemento que más afectó la economía. El factor más significativo ha sido la pérdida de confianza y la percepción de inseguridad.

Durante años, por la eficiencia de sus fuerzas de defensa y sus servicios de inteligencia, una incursión tan grande y sorpresiva lucía ser casi imposible. Como resultado, el clima de inversión ha sido perjudicado. E igual ha sucedido con las perspectivas del turismo, incluyendo la llegada de visitantes extranjeros en la temporada navideña. Y la falta de optimismo se acentúa al no existir una alternativa definida de qué hacer en el futuro con la zona de Gaza, siendo discutible la eficacia de una ocupación permanente u opciones como el control por las Naciones Unidas.

Del lado de los palestinos, pierden también los que se benefician del turismo y, por supuesto, se deteriora todavía más el precario nivel de vida de los millones de residentes en Gaza, hacinados en un territorio con una de las más altas densidades demográficas del planeta.

Sin una solución militar viable, y creyendo ambos lados cada vez menos en la posibilidad de dos estados que coexistan pacíficamente, la economía figura entre las víctimas de las hostilidades.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.