La deserción rural ubica la proporción de su población en apenas el 16 %

En los últimos 40 años, la representación rural de la población se ha enfrentado a una deserción que ha llevado a que tan solo el 16 % resida en áreas rurales, un marcado contraste frente al 60 % que se registraba hace cuatro décadas. 

Esta tendencia tiene implicaciones para la producción agropecuaria y la seguridad alimentaria en el país, en la que la mujer juega un rol preponderante. 

La viceministra de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, Miriam Guzmán, expuso hoy en un encuentro con mujeres líderes de la agricultura algunos datos que describen el desafío que la población rural enfrenta en la lucha por mantenerse en el campo y continuar contribuyendo a la producción de alimentos.

“Hoy en día, la producción agropecuaria se ha vuelto cada vez más difícil debido a que el campo se encuentra cada vez más despoblado”, afirmó Guzmán.

“Quienes son propietarios de tierras y no viven en el campo enfrentan problemas considerables, ya que carecen de personas que cuiden sus tierras y mano de obra para mantener sus cultivos”, expresó.

Esta migración del campo a la ciudad se atribuye a varios factores que incluyen: la decisión de los jóvenes de buscar mejores oportunidades económicas y educativas, la falta de servicios básicos en el campo y la creciente urbanización. 

De hecho, Guzmán precisó que hay hogares donde las tuberías de agua potable quedan a kilómetros de las casas, lo que dificulta una vida más placentera para quienes trabajan la tierra, y en muchas zonas hace falta servicios de salud.

Persiste la desigualdad

Al conversar con la prensa sobre los aportes de la mujer rural a la economía, puso como ejemplo que 15 mujeres rurales son las responsables de la alimentación de 25,000 personas, lo que refleja su rol en la alimentación.

Mencionó la carga extra que tienen las féminas con la atención del hogar, los hijos, el esposo y las tareas del conuco.

Abogó por mayor inversión en el campo para lograr el efecto adverso a la migración de la población rural  y brindar una equidad territorial y social. 

"No podemos permitirnos esperar a que ocurra lo que ha sucedido en muchos otros países, donde la escasez de alimentos se ha vuelto un problema crítico", advirtió la viceministra Guzmán.

Para abordar esta situación es fundamental tomar medidas que promuevan la permanencia de la población en el campo, mejorar las condiciones de vida en áreas rurales y proporcionar incentivos atractivos para que las personas jóvenes consideren la agricultura y la vida rural como una opción viable.

Celebran seminario para abordar aportes de la mujer rural

 

Una de las metas del programa Prorural es aumentar el liderazgo, la capacidad y el empoderamiento de las mujeres a través de la asociatividad, siendo estas sujetas de derechos dentro de las cooperativas y las asociaciones sin fines de lucro, tomando en consideración los desafíos que las mismas tienen para poder tener voz y voto.

La actividad reúne por dos día a actores claves del gobierno relacionados con el desarrollo rural, agricultura familiar y cooperativismo, representantes de organizaciones, asociaciones y cooperativas agrícolas, incluyendo organismos de la cooperación internacional relacionados con estos temas.