La FAO: "El campo dominicano enfrenta los desafíos impuestos por el cambio climático"
Asegura ahora se suman las dificultades generadas por la escasez de insumos agrícolas
Para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el campo dominicano enfrenta los desafíos impuestos por el cambio climático, y necesita políticas públicas intersectoriales de apoyo a los agricultores, promoviendo acceso a mercados más eficientes y sostenibles.
Esto sumado a promover la inversión en tecnología y digitalización y generar instrumentos que protejan a los agricultores de posibles eventos climáticos como sequías, tormentas, inundaciones entre otras.
“Esto permitirá desarrollar acciones productivas, pero también cadenas de producción de alimentos saludables y sostenibles”, expresó Rodrigo Castañeda, representante de la FAO en la República Dominicana.
En respuestas a Diario Libre, Castañeda dijo que ahora se suman las dificultades generadas por la escasez de insumos agrícolas y por los altos costos de la energía.
“Sin embargo, el sistema agropecuario del país fue clave para evitar una crisis alimentaria de mayor escala. Esto solo fue posible, en gran medida, gracias a sectores que lograron niveles importantes de adaptación y modernización, esenciales para el funcionamiento de los sistemas agroalimentarios a nivel regional y global”, expresó el representante de la FAO.
Cree que es necesario una política de Desarrollo Rural Integrado, donde cuente entre otras cosas, con programas de apoyo a los pequeños y medianos agricultores para que mejoren la competitividad, pero con un importante enfoque de adaptación y cuidado de las características ambientales ya existentes en el territorio.
“Es necesario que las políticas públicas se concentren en elevar los segmentos de agricultura de subsistencia y en transición a modelos consolidados, respetando los criterios característicos de la producción proveniente de la agricultura familiar”, apunta el representante de la FAO.
Rodrigo Castañeda dijo que es necesario no solo más inversión pública y privada en las zonas rurales, sino también, mayor voluntad de articulación entre los distintos actores que trabajan en el sector. “La articulación no es espontánea, hay que promoverla”.
Cambio climático y seguridad alimentaria
En una publicación reciente de la FAO se explica que las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de los sectores agrícola y forestal representan actualmente más del 30 % de las emisiones anuales (la deforestación y degradación de los bosques el 17.4 %, la agricultura el 13.5 %).
Agrega que la agricultura, no obstante, puede contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, así como su impacto, mediante el manejo de los servicios del ecosistema, la disminución de los cambios del uso de la tierra y la deforestación vinculada a ello, el uso de variedades de cultivo más eficaces, un mejor control de los incendios fortuitos, la nutrición mejorada del ganado de rumiantes, un manejo más eficaz de los desechos del ganado, el manejo del suelo orgánico, la agricultura de conservación y sistemas agroforestales.
Asimismo, además de reducir la emisión de gases de efecto invernadero, las tierras de pasto y cultivo bien manejadas pueden secuestrar cantidades significativas de carbono. El 40 % de la biomasa de la tierra, y con ella el carbono biológico, está directa o indirectamente manejada por agricultores, silvicultores o pastores. Está en su interés adoptar sistemas de manejo que combinen la mitigación y la adaptación, mejorando así tanto la seguridad alimentaria local como mundial.
El cambio climático aumentará el hambre y la malnutrición
El documento de la FAO explica que el cambio climático empeorará las condiciones de vida de agricultores, pescadores y quienes viven de los bosques, poblaciones ya de por sí vulnerables y en condiciones de inseguridad alimentaria. Aumentarán el hambre y la malnutrición.
Añade que las comunidades rurales, especialmente las que viven en ambientes frágiles, se enfrentan a un riesgo inmediato y creciente de pérdida de las cosechas y del ganado, así como a la reducida disponibilidad de productos marinos, forestales y provenientes de la acuicultura.
Estrategia de la FAO sobre el cambio climático (2022-2031)
La FAO publicó en junio de 2022 el documento "Estrategia de la FAO sobre el cambio climático (2022-2031)", en el que explica que el cambio climático es un desafío mundial que requiere la adopción de medidas integrales e intersectoriales, en particular en los sistemas agroalimentarios. .
Considera que estas medidas deben adoptarse tomando plenamente en consideración las metas y los acuerdos internacionales, tales como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible acordados universalmente, la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y el Acuerdo de París.
Asimismo, apunta que han de basarse en las dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo sostenible. Para acelerar su contribución al cumplimiento de la Agenda 2030, la FAO ha elaborado, en el marco de su mandato y ventajas comparativas, una nueva Estrategia sobre el cambio climático para los próximos 10 años. La Estrategia se hace eco del reconocimiento expresado en el Acuerdo de París en relación con la prioridad fundamental de salvaguardar la seguridad alimentaria y poner fin al hambre.
También, en ella se presenta el papel de los sistemas agroalimentarios como parte de la solución al cambio climático y se buscan complementariedades con las misiones de otras organizaciones y acuerdos conexos.
Resalta la urgencia de adoptar medidas con respecto a las repercusiones del cambio climático en los sistemas agroalimentarios es más evidente que nunca, como se indica en los informes más recientes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. Los sistemas agroalimentarios deben aumentar su resiliencia ante los efectos actuales y futuros del cambio climático y aprender de las buenas prácticas para fomentar políticas, planes y medidas de adaptación transformadores.
Además, en la visión de la FAO relativa a la Estrategia sobre el cambio climático: Los sistemas agroalimentarios son sostenibles, inclusivos, resilientes y capaces de adaptarse al cambio climático y sus efectos y contribuyen a economías con bajas emisiones, al tiempo que proporcionan alimentos suficientes, inocuos y nutritivos para dietas saludables, así como otros productos y servicios agrícolas , para las generaciones presentes y futuras, sin dejar a nadie atrás.
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