Bienvenidos al extraño mundo del fútbol olímpico masculino en los Juegos Olímpicos de París 2024
El calendario "abarrotado" de los jugadores pone en un segundo plano una medalla de oro
Kylian Mbappé deseaba estar ahí. El técnico de Francia Thierry Henry estaba de acuerdo.
Al final, ni siquiera el presidente francés Emmanuel Macron pudo mover suficientes hilos para liberar al mejor futbolista de su país y permitirle participar de los Juegos Olímpicos en París.
Bienvenidos al extraño mundo del fútbol olímpico masculino.
El deporte más popular del mundo ocupa un lugar extraño en los juegos, confundido entre compromisos y contorsiones que parecen diseñadas para garantizar que siga siendo disciplina olímpica siempre que proporcione la menor perturbación posible a los equipos, jugadores y autoridades, cuyas prioridades están en otra parte.
“Se ha convertido en una completa mezcolanza a lo largo de los años, pasando de ser algo que era bastante importante... a algo que a mucha gente le gustaría descartar porque el calendario está muy abarrotado”, dijo a The Associated Press el escritor especializado en fútbol Steve Menary.
El fútbol masculino ha sido parte de los Juegos Olímpicos desde la edición de 1900, también en París. La única vez que no apareció desde entonces fue en Los Ángeles en 1932 para ayudar a la promoción de la recién concebida Copa del Mundo.
Si avanzamos en el tiempo, el Mundial es ahora posiblemente el evento deportivo más grande del planeta.
El fútbol olímpico palidece en comparación y una medalla de oro simplemente no es el premio más importante para jugadores fabulosamente ricos que ya están atrapados en las tensiones entre las obligaciones internacionales y de sus clubes y la batalla por controlar los espacios cada vez más limitados en el calendario.
El resultado es un torneo de fútbol internacional diferente, con excepciones y limitaciones en todos los aspectos.
“El fútbol es un ritual del mundo”, comentó David Goldblatt, autor de “Los Juegos. Una historia global de las Olimpíadas”. “El equilibrio de poder, dinero e influencia entre el fútbol y todos los demás deportes combinados — y FIFA y el COI— se inclinó decisivamente a favor del fútbol en los últimos 20 años”.
“Alguna vez los Juegos Olímpicos pudieron considerarse el mayor espectáculo deportivo del mundo”.
Si bien ese puede ser el caso del atletismo y de muchos otros eventos, en lo que respecta al fútbol masculino está evidentemente a la sombra de las competiciones más populares como la Copa del Mundo, la Liga de Campeones y la Premier inglesa.
Significa que la tarea de formar un equipo para participar en los Juegos no es tan sencilla como elegir a los mejores jugadores de un país
Mbappé es un buen ejemplo.
“Siempre he tenido la misma ambición”, dijo en marzo el campeón del mundo en 2018. “Siempre dije que quería ir, pero no depende de mí”.
Y es aquí donde la cosa se complica.
A diferencia de otros grandes torneos como el Mundial, la Eurocopa y la Copa América, el torneo de fútbol olímpico masculino no figura en el calendario de la FIFA.
Eso es importante porque los clubes sólo están obligados a liberar a sus jugadores para los torneos que estén incluidos en dicho calendario.
En 2008, el Tribunal de Arbitraje Deportivo admitió un recurso del Barcelona para impedir que Lionel Messi compitiera en los Juegos de Beijing. El Barcelona finalmente cedió y Messi llevó el oro a la Argentina.
Así, por muchos deseos que abrigue Mbappé de integrar el equipo francés, la decisión no depende de la flamante adquisición del Real Madrid. Ni siquiera funcionó la petición de Macron al conjunto español de “liberar a Kylian para los Juegos Olímpicos”.
En cambio, el torneo olímpico de fútbol femenino figura en el calendario de FIFA y contará con las mejores jugadoras. El fútbol femenino se añadió al programa olímpico en 1996.
Es irónico que Barcelona haya luchado tan duro para impedir que Messi compitiera, dado que la Federación Española de Fútbol obliga a sus equipos a permitir que los jugadores de ese país participen en los Juegos.
Para Tokio 2021, España incluyó a seis jugadores del plantel que había disputado la Eurocopa a principios del verano. El mediocampo del Barcelona sufrió problemas de lesiones tras duplicarse en la Eurocopa y Juegos Olímpicos y disputó cerca de 70 partidos esa temporada.
FIFPRO, el sindicato mundial de futbolistas profesionales, ha planteado preocupaciones sobre las exigencias a los jugadores en un calendario cada vez más comprimido.
Después de la Copa del Mundo en la segunda mitad de 2022, la entidad reportó que el 43% de los jugadores encuestados habían experimentado “fatiga mental extrema o aumentada”.
Los temores sobre la salud física y mental de los jugadores han llevado al sindicato a emprender acciones legales para exigir que la FIFA reprograme la Copa Mundial de Clubes recientemente ampliada, que tendrá lugar en 2025.
“Los futbolistas profesionales están jugando demasiados partidos”, dijo Goldblatt. “No faltan torneos de fútbol que sean significativos y entretenidos”.
Mientras que otro deporte de equipo como el baloncesto reunirá a los mejores jugadores de la NBA y produjo el famoso Dream Team en Barcelona en 1992, el fútbol masculino ha tenido que tomar un camino diferente.
Un compromiso probablemente destinado a evitar enfrentamientos con los clubes, alcanzado en 1992, hizo que el torneo estuviera restringido a menores de 23 años.
Eso en sí mismo es algo extraño, dado que los únicos Mundiales de la FIFA con restricción de edad son para Sub17 y Sub20.
El COI ha expresado su preocupación por los intentos de la FIFA de expandir la popularidad de la Copa del Mundo a expensas de otros eventos.
“Ya es bastante difícil conseguir que aparezcan las estrellas debido a los problemas de calendario", dijo Goldblatt. "Creo que fue simplemente ‘Vamos a incluir algunas estrellas’. Es algo improvisado, armado como se pudo”.
El problema con la selección Sub23 también es que muchos jugadores de esa edad ya están establecidos en los mejores equipos del mundo y a nivel internacional.
Un caso es el de Jude Bellingham, que ya era un veterano al disputar dos de los principales torneos internacionales con Inglaterra cuando fichó para el Real Madrid a los 19 años.
Para confundir aún más las cosas, una solución alternativa permite que cada equipo incluya tres jugadores con exceso de edad.
Eso rápidamente llevó a la especulación de que Messi podría ser incluido en el equipo de Argentina, aunque el Inter Miami probablemente no habría estado muy contento con que su ícono de 37 años recién cumplidos jugara en la Copa América y los Juegos Olímpicos a mitad de la temporada de la MLS. El astro finalmente desistió de acudir a una segunda cita olímpica en su carrera.
Brasil se aprovechó de esa regla para contar con Neymar y conseguir el oro en Río 2016.
El fútbol masculino solía ser un evento amateur, pero eso generó sus propios problemas porque diferentes países tenían diferentes ideas sobre lo que era ser amateur.
“Todos tenían reglas diferentes. Ninguna de las cuales coincidía”, aseveró Menary, autor de "¿GB United? El fútbol olímpico británico y el fin del sueño amateur”, en el que relata cómo Gran Bretaña se enfrentó a Italia en los Juegos de Roma en 1960.
“La regla del equipo italiano era que si tenías menos de 21 años no podías ser profesional”, dijo el autor. “La selección italiana sub21 tenía algunos de los mejores jugadores que jamás haya tenido Italia”.
En comparación, Gran Bretaña presentó un equipo de jugadores que no pertenecían a la liga... y aún así empató 2-2.
Mientras algunas de las naciones más poderosas del fútbol, ??como Argentina, Francia y España, están entre las 16 clasificadas a los Juegos, países como Mali, República Dominicana y Guinea son participantes menos obvios.
El equipo masculino de Estados Unidos vuelve tras ausentarse desde 2008. Brasil, vigente bicampeón olímpico, no clasificó.
Gran Bretaña, que ganó tres de las primeras cuatro ediciones, ya no participa en un equipo masculino porque, se sugirió en el pasado, hacerlo pondría en peligro los estatus independientes de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte ante la FIFA.
Sin embargo, Gran Bretaña inscribió un equipo en la prueba femenina de París e hizo una excepción con los hombres en Londres 2012.
A diferencia de otros torneos importantes, el formato de los Juegos Olímpicos parece producir más sorpresas, como Nigeria en Atlanta en 1996 y Camerún cuatro años después en Sydney.
Es poco probable que el fútbol olímpico masculino vuelva a rivalizar con las grandes competiciones internacionales o de clubes. Pero aún puede producir momentos icónicos.
“En Nigeria y Camerún, cuando ganaron la medalla de oro olímpica en Atlanta y Sídney, fue un gran acontecimiento porque ningún equipo africano ha ganado la Copa del Mundo”, recordó Goldblatt. "Para algunas personas adquiere significado e importancia”.
Menary coincide y cita el caso del delantero de Fiji Roy Krishna, que jugó en Río.
"Eso será lo más destacado de su carrera”, dijo Menary. “Eso fue algo enorme. Para aquellos muchachos es la única oportunidad de jugar algo tan importante como eso, es enorme”.
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