El espinoso caso de Shohei Ohtani

La bomba que explotó la semana pasada cuando se inauguró la temporada en Corea del Sur entre los Dodgers de Los Ángeles y los Padres de San Diego ha causado daños que todavía no pueden ser cuantificados pero que de seguro traerán consecuencias severas en el mundo de lasGrandesLigas.

Que el intérprete de la principal estrella del béisbol, Shohei Ohtani, apareciera en una investigación del FBIa un individuo que manejaba apuestas ilegales solo fue el primer “remenión” de un terremoto de gran escala.

Las primeras versiones de la noticia hablaban de que Ohtani pagó las deudas de su “amigo” que superaban losUS$4.5 millones.

Eso lo declaró Ippei Mizuhara a ESPN aunque antes de que la publicación se hiciera oficial, reculó y trató de cambiar la historia.

Los representantes de Ohtani poco después dijeron que Mizuhara le había robado el dinero al jugador de doble vía y que las apuestas solo estaban relacionadas a otros deportes distintos al béisbol.

El artículo 21 del reglamento de las Grandes Ligas estipula que una apuesta ilegal de un empleado o jugador conlleva una multa. Que una apuesta al béisbol provoca una suspensión automática de un año.

Y que si la apuesta se hace a un partido en el que haya participado, la sanción es una suspensión de por vida.

Por ahora hay demasiadas versiones, y muchas más especulaciones, lo que hace difícil tener una idea clara de qué es verdad y qué no.

El silencio de Ohtani a casi una semana de hacerse pública la acusación es preocupante y que MLBanunciara oficialmente que comenzó su investigación levanta aun más preguntas.

Y hay muchas interrogantes que solo el japonés puede aclarar.

Se habla de nueve transacciones de US$500 mil cada una para saldar las deudas que se le atribuyen a Mizuhara y al menos dos de ellas aparecen en el expediente del FBI.

¿Y Ohtani ni nadie de su entorno se dio cuenta de la cantidad de dinero que estaba siendo transferida de manera irregular? ¿Esas cantidades no llamaron la atención del banco?

Son muchas las respuestas que se deben y que tienen que darse, preferiblemente antes de que comience la temporada en Estados Unidos el 28 de marzo. No pueden barajarlo más.