Lo que pudo ser y no fue: el sueño de ver a Soto con el Licey se esfumó con derrota ante Gigantes
Tenía ya el permiso de los Mets para jugar con los Tigres
Otras grandes figuras le han dado lujo al béisbol invernal
La de 2025-26 será recordada como una de las campañas más dramáticas en su parte final, si no es la que más.
Y ese dramatismo pudo incrementarse en un nivel insospechado si finalmente el jugador mejor pagado de la historia del béisbol de las Grandes Ligas, Juan Soto, se hubiera colocado el uniforme de los Tigres del Licey.
Eso no ocurrirá. La esperanza estaba sembrada en que el Licey venciera a los Gigantes del Cibao ayer y seguir con vida en la campaña. Sucedió lo contrario: perdió 5-3 el partido que lo sacó del resto de la temporada y como resultado, también a Soto.
El gerente general de los azules, Audo Vicente, informó que el jardinero de los Mets de Nueva York tiene el permiso de la organización, lo que es un gran avance visto el interés mostrado por el pelotero de jugar en la pelota otoño-invernal dominicana.
No había sido posible. Claro está, la condición dependía de que el Licey se mantuviera con vida ante los Gigantes.
“Él (Soto) tiene el permiso de los Mets, lo que debemos es esperar a ver qué pasa por lo menos el día de hoy (ayer)”, dijo Vicente al conversar con Diario Libre, antes del partido de la noche del lunes.
Los Tigres comenzaron la jornada de ayer en la última plaza de la tabla con unos Gigantes ubicados en tercer lugar, a un juego de los azules. Esa esperanza se agotó anoche. Domingo Leyba falló un turno en el octavo episodio, con dos outs, ante Jimmy Cordero con dos corredores en posición anotadora. Un hit hubiera significado el empate del juego 5-5.
¿Iba a jugar este año?
La respuesta era sí. Solo que había que ganar ayer y a partir de ahí se hablaría “de una manera diferente”. Ya no ocurrirá.
Un factor importante para ambas partes, jugador y equipo, es que el pelotero de US$765 millones de dólares está en forma de jugar pelota.
“Juan está listo para jugar”, aseguró Vicente. Luce que quedará con deseos de batear aquí.
Condiciones
Vicente señaló que Soto, en caso de jugar, estaría “como designado”, el permiso no incluye que juegue “defensa”.
Sin importar la situación, de haberse cumplido que el zurdo con cuatro participaciones en el Juego de Estrellas de Grandes Ligas, se vistiera de azul en el país, hubiera sido un gran aporte para el Licey, pero aún más para el campeonato invernal.
Y es que no ha sido una vez que el jugador de 27 años ha coqueteado con jugar. Ocurrió también en la campaña de 2024. La posibilidad se barajó al nunca concretarse el anhelado permiso. Esta vez ya eso es un hecho. Pero él no se uniformará.
El líder en boletos recibidos y bases robadas de Grandes Ligas no es el único que ha encendido la liga, luego de reunir méritos significativos en una campaña en las Mayores y uniformarse ese invierno en la pelota local. Miguel Tejada jugó en la campaña 2002-03 después de ser seleccionado Jugador Más Valioso en MLB. Después de su primer 30-30 (33/-36), Samuel Sosa se uniformó con el Escogido. Después de 26 para la calle y 87 empujadas en 1984, Jorge Bell se presentó con el Licey para terminar con .295, 5 jonrones y 27 empujadas. Con el trofeo de Novato del Año de la Liga Nacional en 1994, Raúl Mondesí vistió la camiseta de los Leones del Escogido en la campaña de ese año, algo muy similar a lo que hizo, Rafael Furcal, tras ganar el mismo premio en el 2000 y jugar con los escarlatas. Vladimir Guerrero padre ganó el premio de Jugador Más Valioso de 2004 y esa temporada vistió la camiseta de los Tigres. David Ortiz fue líder de empujadas en 2005 en MLB y terminó segundo en el premio de JMV, superado por su amigo Alex Rodríguez, fue al Juego de Estrellas y ganó un bate de plata. Se presentó a jugar el todos contra todos de esa campaña, claro con sus Leones.