Las surrealistas maneras de volver a un concierto en la pandemia

Se hacen experimentos científicos y se cuentan expectadores en vehículos; la vuelta a los espectáculos es lenta y novedosa

Sala de conciertos con los asientos espaciados para cumplir con el concepto de distanciamiento social para evitar el COVID-19. (Shutterstock)

Esta historia es parte del especial “La música y el ocio en la era covid” de Diario Libre, realizado por Severo Rivera, Daniela Pujols, Jeury Frías y Mariela Mejía. Puedes leer las demás historias en los siguientes enlaces: La caída estrepitosa del entretenimiento por la pandemiaGrandes escenarios reducidos a la pantalla por un virusMúsica urbana dominicana: la evolución de un género controversial y marginadoLa música en streaming versus el retorno de los discos de vinilo

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Como antes: una fila, presentar la boleta para procesarla y entrar al recinto del concierto. Lo nuevo: la mascarilla y que es un experimento. La peculiar actividad ocurrió el pasado sábado 22 de agosto en Leipzig, Alemania, donde investigadores de la Universidad de Halle procuran verificar cómo el público puede retornar a eventos masivos pese a la pandemia del COVID-19.

El experimento se llama Restart-19. Los organizadores aspiraban a conseguir 4,200 voluntarios para el concierto, pero participó la mitad. El objetivo es tratar de identificar posibles condiciones en las que los artistas y deportistas podrían volver a presentarse y competir, sin que redunde en un peligro para los asistentes a eventos multitudinarios, restringidos en muchos países como la República Dominicana debido al coronavirus.

El cantante de pop alemán Tim Bendzko aceptó ser el artista que llamó la atención de los participantes, dando tres conciertos con diferentes configuraciones para determinar cuál podría ser la mejor organización, a fin de evitar contagios.

Los voluntarios debieron permitir que se les tomara su temperatura, y llevar una mascarilla tipo FFP2 y un aparato que podía rastrear todos sus movimientos y contactos en el interior. Además, se usó un desinfectante fluorescente para ver las superficies tocadas con más frecuencia.

Los investigadores prevén definir un modelo matemático para evaluar los riesgos de propagación del virus en una gran sala de conciertos. Aunque los resultados del novedoso experimento serán publicados en octubre, es un paso de avance para retomar con más seguridad los eventos masivos que, de a poco, se han estado desarrollando en distintos países en pequeña escala, con medidas particulares y empíricas.

Los eventos masivos han sido identificados como de riesgo alto para el contagio del COVID-19.

El pasado 3 de marzo, cuando el coronavirus comenzaba a extenderse por América y las medidas sanitarias no eran tan recias como en la actualidad, se realizó un concierto de la banda sueca Ghost en el Palacio de los Deportes de Ciudad de México (CDMX).

Entre los miles de asistentes, estuvo un hombre de 41 años, diabético, que posteriormente falleció por COVID-19, y que las autoridades identificaron como el primer deceso por el virus en el país.

Tras la difusión de una carta abierta de más de 200 científicos de 32 países en la que se referían a la posibilidad de transmisión aérea del virus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció en julio que hay cada vez más evidencia de que el coronavirus también puede propagarse por pequeñas partículas suspendidas en el aire.

“El mayor riesgo se da en los espacios cerrados y abarrotados, salvo si la ventilación es eficiente”, dijo Lidia Morawska, una de los 200 científicos.

Eric Chou camina sobre un escenario que lo acercó a los fanáticos sentados en el Taipei Arena el 8 de agosto de 2020. Más de 10,000 personas asistieron al primer concierto desde que se impusieron las medidas distanciamiento. Por (An Rong Xu para TIME)
Después de las estaciones de control de temperatura, los fanáticos fueron conducidos hacia mesas llenas de cajas de máscaras médicas rosas y toallitas con alcohol cuadradas. Los organizadores habían encargado más de 40,000 máscaras para cubrir los cuatro espectáculos: dos en Taipei el 8 y 9 de agosto, y dos en Kaohsiung el 5 y 6 de septiembre. Por (An Rong Xu para TIME)
Además de mascarillas y controles de temperatura, los asistentes debían proporcionar tarjeta de identificación o ingresar nombres y números de teléfono en un sitio web del Gobierno para recibir un código QR por si hubiese que rastrear contactos. Por (An Rong Xu para TIME)
Decenas de personas disfrutan de un espectáculo de travestis en el estacionamiento del Westfield Garden State Plaza, un centro comercial de Paramus, Nueva Jersey. Por (AP)
Escena en el estacionamiento del Westfield Garden State Plaza, un mall de Paramus, Nueva Jersey, donde la gente podía disfrutar un espectáculo de travestis desde su auto. Por (AP)

Productores consultados por Diario Libre estiman que el sector espectáculo y entretenimiento en la República Dominicana ha dejado de percibir RD$1,000 millones por las restricciones debido a la pandemia.

El Gobierno dominicano aún no ha definido una fecha y protocolo para que estos puedan retomarse en el país, luego de que no pudiera hacerse en agosto como estaba pautado, de haberse llegado a la Fase 4 de la reapertura económica.

En la República Dominicana, el COVID-19 ha ocasionado la muerte de más de 1,640 personas.

Mientras, Caribbean Cinemas, la principal cadena de cines en el territorio nacional, ha anunciado que comenzará a implementar el concepto de autocinema a partir del 4 de septiembre. Será con proyección la´ser desde el estacionamiento del quinto piso de La Sirena Churchill, en el Distrito Nacional.

Jefa de Redacción de Diario Libre. Anteriormente, editora de Economía desde 2021. Se ha especializado en periodismo de investigación, multimedia y de datos, y ha sido docente de periodismo. Ganadora de una Mención Honorífica en el Premio a la Excelencia Periodística de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), entre otros reconocimientos.