Sanar la mente estimulando los sentidos

La psicoterapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares, EMDR, utiliza técnicas de estimulación visual, auditiva y táctil que actúan sobre el cerebro, para ayudar a recuperarse de traumas y otras experiencias angustiosas. Dos especialistas describen el método.

En el marco familiar pueden producirse situaciones relacionales, desde separaciones y divorcios conflictivos, hasta casos de violencia de adultos contra los menores o de los hijos contra sus padres,  que a veces provocan efectos traumatizantes.  

En este contexto, la psicoterapia EMDR puede ayudar a reducir la repercusión negativa del trauma interpersonal y a evaluar y reparar el daño experimentado por los miembros de la familia, así como a obtener información de aquellos niños que han sufrido violencia, según los especialistas en este método terapéutico.

“La Organización Mundial de la Salud recomienda la EMDR como un tratamiento de primera elección para las situaciones traumáticas y experiencias vitales angustiosas. Su eficacia está avalada por numerosas investigaciones en el tratamiento de los problemas de salud mental”, explica Anabel González, presidenta de la asociación EMDR España (www.emdr-es.org).

Explica que, “si bien el mayor volumen de evidencia científica respalda la aplicación del EMDR para tratar el estrés postraumático, cada vez más investigaciones avalan su uso en estrés agudo, población infantojuvenil, ansiedad, depresión, trastorno mental grave y adicciones, así como en otras patologías en las que el trauma y el estrés juega un papel fundamental”.

SANAR DISTINTOS TIPOS DE TRAUMA.

Según esta especialista, la terapia ayuda a niños y adultos de todas las edades y se utiliza para abordar, desde ataques de pánico y fobias hasta  trastornos bipolares, psicóticos, disociativos, alimentarios, de la personalidad y el sueño. También da buenos resultados en duelos y pérdidas o en algunos casos de violencia y abuso físico, sexual y emocional.

Explica que las siglas EMDR significan en castellano ‘Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares’, ya que uno de los elementos que se emplean en este método para procesar, desbloquear e integrar las experiencias negativas no asimiladas, consiste en un modo específico de mover los ojos.

Se ha observado que este movimiento ocular “produce una bajada del nivel de activación y un aumento de las asociaciones mentales, que hace que los recuerdos negativos pierdan carga emocional y puedan integrarse con el resto de experiencias de la persona”, señala González.

Tras el tratamiento con EMDR “una experiencia dura puede verse con distanciamiento, sin que siga influyendo de modo contraproducente en nuestra identidad y en nuestro funcionamiento”, señala por su parte Cristina Cortés, vicepresidenta de EMDR España.

Explica que además de los movimientos oculares, la EMDR combina distintas herramientas para trabajar con las experiencias adversas que la persona ha vivido y no ha podido asimilar, y que siguen influyendo en sus dificultades presentes.

Esto es así porque “el ser humano es tan complejo que tiene que ser mirado desde diferentes ángulos y lentes, e integrando distintos enfoques y miradas”, según Cortés.

TÉCNICAS DE ESTIMULACIÓN CEREBRAL.

En la terapia se utilizan distintas técnicas de Estimulación Bilateral del Cerebro (EBC), basadas en estímulos visuales, auditivos y táctiles, que tienen el efecto de desbloquear el recuerdo traumático o estresante, y logra que las emociones y sensaciones del paciente hacia ese recuerdo vayan cambiando.

“Así, la persona empieza a conectar el recuerdo con otras situaciones y a integrarlo, con lo cual va perdiendo fuerza y dejando de ser perturbador y de influir en el presente”, apunta.

“El paciente siente y observa lo que le va a viniendo, sin interferir en el proceso. El cambio se produce cuando el recuerdo se va desbloqueando”, apunta Cortés.

Otra técnica que utilizan es el ‘tapping’, también conocido como "golpeteo" o técnica de liberación emocional EFT, consistente en que la persona se dé a sí misma una serie de golpecitos suaves, pero continuos, con las yemas de los dedos, en ciertos puntos de su mano, cabeza y torso, similares a los usados en acupuntura.

En las sesiones también se pide a la persona que identifique una imagen representativa relacionada con la situación traumática que sufrió, y que luego describa “qué pensamientos, emociones y sensaciones corporales se desencadenan al observar esa imagen”.

“La idea central de este modelo terapéutico es que nuestro sistema nervioso, especialmente la amígdala, el hipocampo y la corteza prefrontal de nuestro cerebro, tiene mecanismos para procesar e integrar todo lo que nos va sucediendo, incluyendo las experiencias difíciles o estresantes”, según González y Cortés.

“A veces, cuando estas experiencias son más intensas o complejas, este sistema se bloquea y el recuerdo permanece almacenado sin elaborar, con las mismas percepciones, pensamientos, emociones y sensaciones de ese momento pasado, dando lugar a problemas y síntomas en el presente”, añaden.

“La terapia EMDR ayuda al cerebro a desbloquear y procesar estos recuerdos y permite que se reanude el proceso de curación natural que quedó interrumpido”, concluyen las expertas.

María Jesús Ribas

Fehaciente, fidedigno y fácil. Agencia de noticias multimedia en español.