Especialistas explican pacientes con variante ómicron no presentan pérdida del olfato

Aunque todavía no hay estudios concluyentes sobre los síntomas que caracterizan a la variante ómicron del COVID-19, especialistas españoles coinciden en que la pérdida del olfato no es parte de la sintomatología de esta mutación.

En un artículo del diario El País, el vocal de la Sociedad Española de Atención Primaria, Vicente Martín Sánchez, explicó que la pérdida de olfato es cada vez menos común.

“De hecho, ya con la variante delta se daba con mucha menos frecuencia”, precisó el también catedrático de medicina preventiva en la Universidad de León.

Martín Sánchez apuntó que la mayoría de los contagiados por la variante ómicron presenta un cuadro similar al de un catarro o una alergia. 

En la actualización del 10 de diciembre de 2021 sobre la variante ómicron, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) informaron que los síntomas que más reportaron los pacientes con esta variante fueron: tos, fatiga y congestión o secreción nasal.

En tanto, la jefa de infecciosas del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, Carmen Fariñas, indicó que los cuadros clínicos que observan en pacientes con la variante ómicron incluyen estornudos, rinorrea (goteo de la nariz), dolor de garganta más moderado y menos fiebre que con otras variantes.

“Es muy parecido a un catarro normal pero tal vez con un poco más de cansancio y malestar. Ya no vemos la pérdida de olfato y gusto que había, sobre todo con la variante alfa”, explicó la especialista en el mismo artículo del País.

Mientras que, su homólogo en el hospital Gregorio Marañón de Madrid, Emilio Bouza, señaló que la pérdida de olfato era un signo muy específico del COVID-19, pero muy poco sensible, porque mucha gente enfermaba sin perderlo.

En noviembre de 2021, la presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica, Angelique Coetzee, detalló que algunos de los síntomas presentados por las personas contagiadas con la nueva variante incluían fatiga, dolores de cabeza, del cuerpo y de garganta; así como tos ocasional, pero no perdida del olfato.