De las calles a una nueva vida: transformación de José Dolores tras 40 años de adicción a las drogas

Perdió lo más valioso: su familia. "No pude darle el calor de padre a mi hijo"

Recibió tratamiento para su adicción y actualmente trabaja en el Consejo Nacional de Drogas, organismo que lo rescató

Historia de José Dolores, quien dejó las drogas tras 40 años de adicción. (Diario Libre/ Dania Acevedo)

Durante 40 años, José Dolores Suero consumió distintas drogas, una adicción que lo llevó a perderlo todo, incluida su familia, y vivir por mucho tiempo en las calles de la provincia San Cristóbal. Sin embargo, hace cuatro años, logró cambiar su rumbo. Hoy trabaja como empleado de servicios generales del Consejo Nacional de Drogas (CND). 

José, de 57 años, relató a Diario Libre que ingresó al mundo de las drogas a los 13 años, influenciado por un familiar con quien realizaba traslados de sustancias ilícitas desde la capital hasta San Cristóbal. Según explicó, transportaban crack, cocaína, marihuana y otras sustancias. 

Expresó que, al principio, creía que podía ser un "adicto funcional", alguien que, a pesar de consumir drogas, logra trabajar y mantener a su familia, pero con el tiempo se dio cuenta de que esto era imposible, ya que el consumo se vuelve progresivo y termina afectando todos los aspectos de la vida.

Manifestó que todo comenzó a empeorar tras la muerte de su madre, un hecho que lo sumió en una profunda depresión y lo llevó a intensificar su adicción.

Al perder a su familia, se vio obligado a vivir en las calles y terminó trabajando en los llamados puntos de drogas como "baqueo", encargado de vigilar desde el exterior y alertar si agentes de la Policía Nacional u otras autoridades se encontraban en los alrededores. También trabajó como portero de estas organizaciones. 

Aprendió química de droga en la cárcel 

Además, relató que pasó cinco años recluido en una cárcel del país por estar envuelto en este ilícito, donde aprendió a realizar química de droga. 

Detalló que fue un italiano quien le enseñó a cortar la droga y a cocinar el crack, el cual es un derivado de la cocaína, según explicó.

José prefirió no revelar el nombre del penal donde estuvo preso, por temor a represalias, ya que afirma que dentro de esas instalaciones se llevan a cabo operaciones relacionadas con estas actividades ilícitas.

"En las cárceles hay contactos que pueden llevar hasta drogas para prepararlas y luego volver a sacarlas, porque ahí es que están los verdaderos químicos, y allá aprendí. Entonces, como allá aprendí a hacer el crack y a darle corte a la cocaína, en los puntos me necesitaban", dijo. 

Añadió que recibía una buena paga por lo que sabía. Sin embargo, los dueños de los puntos, al darse cuenta de que estaba completamente inmerso en los vicios, comenzaron a notar que le resultaba difícil desempeñarse, lo que llevó a que, con el tiempo, dejara de ser aceptado.

"No pude darle calor de padre a mi hijo" 

Al contar su historia, José no pudo evitar llorar al recordar cuando su esposa tuvo que abandonar la casa debido a la situación insostenible en la que se encontraba.

Recordó cómo su hijo, que en ese entonces tenía dos años, levantó un pedazo de madera y lo llamaba, mientras él, muy deteriorado, permanecía tirado en un colchón.

"Recuerdo cuando mi esposa me abandonó y mi hijo tenía dos años. Yo estaba tirado en un colchón, me da mucha pena pensar en eso, fue algo traumático. Mi hijo fue, levantó una tabla de madera y me dijo 'papi, papi' . Me dio pena porque él quería estar conmigo, pero yo estaba muy desbaratado", expresó entre lágrimas.

Agregó: "Esa escena no la voy a olvidar nunca, que no pude darle calor de padre a mi hijo. Yo perdí mucho con la droga, mucho". 

CND lo rescató de las calles y le dio trabajo 

Hace cuatro años, José fue rescatado de las calles por el presidente del Consejo Nacional de Drogas (CND), Jaime Marte Martínez, quien lo llevó a recibir atención médica.

"Fue algo de película, porque nunca creí que a alguien le importaría. Yo era un desecho para la sociedad", dijo, al recordar ese momento.

Destacó que, después de recibir tratamiento, se le ofreció una oportunidad de trabajo en el área de servicios generales en el CND hace tres años, donde ahora cuenta con seguro médico. Expresó que se siente lleno de fuerzas para seguir trabajando y ser alguien útil para la sociedad.

También manifestó que debido al consumo de sustancias controladas perdió toda su dentadura, pero que Marte Martínez lo ayudó a recibir tratamiento para colocarse prótesis dentales. Ahora, expresó que no le da pena sonreír.

Yo no vuelvo más nunca a las drogas, por fe en Dios. Yo fui una victima del sistema. Estoy agradecido de Dios, del jefe y de todos mis compañeros de trabajo que me quieren. Me preguntan: '¿Te hace falta la pastilla?', '¿Ya comiste? ?', '¿Tienes el pasaje?'. Es como si todo el mundo estuviera velando por mí, entonces no puedo traicionar esa ayuda que me están brindandoJosé Dolores Suero
Consejo para los adolescentes y jóvenes

Ante lo que vivió, José aconsejó a los adolescentes y jóvenes ocupar su tiempo en actividades productivas y alejadas de las esquinas, para evitar caer en este tipo de conducta.

Les exhortó a no abandonar sus estudios ya no dejarse influenciar por las palabras de amigos, especialmente de jovencitas que los incitan a ingresar en este mundo. "Yo tengo razones para decir que la droga es peligrosa, dañina y progresiva", señaló.

Periodista dominicana, egresada de la Universidad Tecnológica de Santiago (Utesa).