Por la igualdad del empleo en cantidad y calidad entre hombres y mujeres
La Iniciativa de Paridad de Género (IPG) busca que las empresas apliquen políticas internas concretas. Si se lograra la equidad, el PIB mundial crecería en 28 billones de dólares al 2025
En Latinoamérica las mujeres acceden menos a empleos formales y tienen mayores dificultades para alcanzar altos puestos de dirección en las empresas, con lo que el mundo se pierde de una fuerza de trabajo que podría maximizar el crecimiento de la economía global.
A fin de combatir esa desigualdad, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se alió con el Foro Económico Mundial y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) para implementar la Iniciativa de Paridad de Género (IPG) en América Latina, a la que sólo cinco países se han adherido.
El Ministerio de la Presidencia coordina la IPG desde que República Dominicana se interesó en convertirse en el sexto país en incorporarse. Los objetivos son tres: incrementar la participación de la mujer en la fuerza laboral, reducir la brecha salarial de género y promover la participación de las mujeres en puestos de liderazgo en los sectores público y privado.
El Gobierno está decidido a estrechar las brechas entre hombres y mujeres, de la mano con el sector privado, afirmó Lisandro Macarrulla, ministro de la Presidencia. Espera lograr “un proyecto de nación para que los políticos del futuro asuman el compromiso de esta iniciativa”.
La idea no es sólo que las mujeres estén en igual cantidad numérica en las empresas y en las instituciones públicas, sino que estén en igualdad de posiciones, señala José Ramón Holguín, viceministro de la Presidencia encargado de la iniciativa.
Dominicana y Ecuador están en el proceso para su formal inclusión en la IPG. En el caso dominicano, se estaba preparando el evento para su lanzamiento junto al presidente Luis Abinader, cuando la actividad fue suspendida luego del magnicidio en Haití. En este mes de marzo podría darse el lanzamiento.
Unas 36 empresas que se han adherido al programa hasta la fecha empezaron a realizar diagnósticos de sus organizaciones y planes de mejora con acciones concretas. El Gobierno también se ha comprometido a buscar la paridad de género en su fuerza laboral, y se responsabilizó a nueve instituciones de controlar el cumplimiento de los indicadores.
La meta es cerrar este año con al menos 100 empresas implicadas, explicó Rhina Fortuna, asesora del BID en el Ministerio de la Presidencia.
Empleo vulnerable
La pandemia del coronavirus demostró lo vulnerables que son los puestos de trabajo de las mujeres, de acuerdo con el análisis de Katherina Falkner-Olmedo, representante del BID en la República Dominicana.
Expone que durante los últimos 20 años las brechas se venían cerrando en términos del empleo masculino y femenino, hasta que el Covid causó un retroceso de años. Esta situación ha demostrado que “el empleo femenino es mucho más vulnerable que el empleo masculino con estos choques externos”.
El fenómeno se explica por varias razones. Las mujeres en LA están más en el sector informal, y con el Covid fueron ellas quienes se quedaron en la casa para cuidar los hijos. Además, la población femenina está menos cerca de la digitalización, por lo que le fue más difícil cambiarse al teletrabajo.
¿Qué cambiaría?
De lograr que hombres y mujeres participen equitativamente en la economía, el Producto Interno Bruto mundial crecería 28 billones de dólares al año 2025, de acuerdo con un estudio de Mckinsey Global Institute.
“Según el Fondo Monetario Internacional, si tuviéramos una fuerza laboral más inclusiva, el crecimiento de la economía sería del 20%”, observa Falkner-Olmedo.
Pero no se trata solo de valor monetario. Las mujeres aportan muchos beneficios al desempeño de la empresa por dentro y por fuera.
Los equipos con diversidad de género pueden comprender mejor a las clientes, promueven la innovación, expanden las reservas de talento, diversifican los conjuntos de habilidades y aumentan el valor de la marca.
En la práctica
Las empresas privadas que en República Dominicana se han orientado hacia la paridad de género exhiben resultados muy positivos.
Gracias al plan de acción que diseñaron como parte de la IPG, la empresa de seguridad privada, Dominican Watchman, incrementó su personal femenino de un 1% al 5%. Luicile Houllemont, presidenta de la entidad, descubrió que las mujeres desempeñaban su trabajo con creatividad y con una habilidad especial “de ver más allá los peligros y poderlos clasificar con tiempo”.
El turismo busca a la mujer por servicial, por su pensamiento crítico y porque le gusta aprender e ir creciendo. La afirmación es de Franchesca Rainieri, VP del Grupo Puntacana, también vinculada a la IPG. En ese sector la participación femenina se mantiene cerca de la mitad, con pequeñas fluctuaciones en el tiempo, apunta Rainieri.
“Invertir en las mujeres es buen negocio, porque esas inversiones son habilitadores de desarrollo en general debido a que las mujeres tienden a invertir sus ingresos en sus familias y en sus hijos”, sostiene Coral Holguín, de la Cámara Americana de Comercio.
Las mujeres suelen tener menos acceso a financiamiento bancario que los hombres. Los bancos que las toman en cuentan hoy gozan de buenos resultados. Tal es el caso del banco BHD León, que aplicó políticas internas y realizó un estudio para acercar sus productos. Steven Puig, CEO del banco, explica que hicieron un estudio que duró un año para comprender los intereses del público femenino. Comprendieron que ellas se interesaban mucho por su bienestar y su futuro, así como temas cotidianos como la movilidad. La experiencia demostró que las mujeres resultaron ser más cumplidoras con sus compromisos.
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