"Que sea un ángel, como su nombre", madre llora a su hijo víctima en Chiapas

Sandra García quiere volver atrás al tiempo y poder estar con su hijo Ángel Lugo, de 23 años, uno de los dominicanos víctimas de la tragedia en Chiapas, México, a quien dan por muerto entre los 55 migrantes irregulares.

"Primera vez en la vida que mi muchacho sale de mis pies", recordó Sandra la mañana de este viernes, mientras dos vecinas la consolaban durante la honra fúnebre sin cuerpo.

Ángel Lugo trabajaba como vendedor en un comercio de repuestos. Todas las tardes iba al play a practicar porque los domingos tenía juego. Su madre lo recuerda como un joven contento, con quien mantenía una buena relación.

"Que sea un ángel, así como su nombre", fue una de las peticiones que Sandra le hizo a Dios, a quien también le clamó mantenerlo en un buen lugar en el paraíso.

Sandra conoció que su hijo iba en el camión que se accidentó porque Máximo Espinosa, otro residente de la comunidad de Catalina, provincia Peravia, y quien también iba en el viaje, llamó y confirmó que Ángel también era trasladado en el vehículo.

Esta madre llora a su único hijo varón solo con la confirmación de su muerte por el reconocimiento fotográfico que hicieron sus amigos de las imágenes que les llegaron desde México; aunque Ángel Lugo está en la lista de los desaparecidos.

"No fue de otra forma, fue así. Pero para mí, mi hijo todavía está vivo, aunque sea en mi corazón él permanecerá toda la vida", expresa Sandra, a quien ahora le quedan dos hijas.

Sandra dice no conocer cómo su hijo Ángel organizó el viaje ni como sería ni cuánto pagó. Al final, él le comentó lo que haría y a ella solo le quedó enviarlo con Dios en el viaje: "Que el señor te abra las puertas y los caminos".

El Ministerio de Relaciones Exteriores hasta el momento ha informado sobre la muerte de tres dominicanos en el accidente, dos heridos y 11 continúan desaparecidos. Para agilizar la identificación de los criollos se enviaron sus huellas dactilares de la Junta Central Electoral (JCE).