Rivera Ledesma había sido acusado de estafa previo a la investigación de Operación Nido
Papel de Emmanuel Rivera Ledesma en la estafa inmobiliaria
Emmanuel Rivera Ledesma, principal implicado de la red de estafa inmobiliaria “Operación Nido”, la cual es está siendo investigada por el Ministerio Publico (MP), figura con un historial delictivo previo.
Este implicado señalado como el “cabecilla” de la red en el expediente creado por el órgano acusador, se le atribuye también la comisión de estafas previo a la creación del entramado investigado actualmente, el cual inició en 2019.
Según el MP, Rivera Ledesma había sido procesado por estos delitos en 2008, los cuales no fueron especificados en el documento.
Sin embargo, el expediente estableció que, por estos procesos legales, él instruía a las víctimas a que realizaran los pagos por las compras de las viviendas a las cuentas que estaban a nombre de la empresa CRD Equipos Pesados SRL, pertenecientes a su esposa Escarlet Mercedes Cruz Figueroa y a su hijo Emmanuel Eduardo Rivera Pichardo.
No obstante, los contratos de compra y venta se realizaban a través de la empresa Inmobiliaria & Diseños Arquitectónicos Indisarq S.R.L, en la cual el imputado era socio mayoritario, y en la que también figuraba como socia Maria Sabina Pichardo, madre de sus hijos.
Su papel en Operación Nido
Según el documento, Rivera es el "creador" de la estructura delictiva, quien junto a los demás implicados, entre los que se destaca a sus hijos Emmanuel Eduardo y María Gabriela, preparó una estructura aparentemente legal y confiable para estafar a personas que deseaban adquirir viviendas en los supuestos proyectos inmobiliarios.
Instruía a los clientes a realizar los pagos en depósitos a cuentas del Banco Popular a nombre de la empresa CRD Equipos Pesados SRL, la cual está involucrada en este caso de estafa, y utilizaba el dinero para costear “su vida lujosa”.
Él y los demás encartados utilizaron las entidades Inmobiliaria & Diseños Arquitectónicos Indisarq S.R.L., y CRD Equipos Pesados S.R.L., como fachada para hacer las operaciones de tipo financiera y comercial.
Asimismo, realizaba los contratos de compra y venta de los supuestos inmuebles que vendía, utilizaba nueve proyectos inmobiliarios para captar la atención de los compradores, vendía las supuestas viviendas en terrenos que no eran de su propiedad.
Hacia maniobras para adquirir algunos terrenos y luego de pagar el inicial “irrisorio” de estos, colocaba pancartas y vayas publicitarias anunciando la construcción proyectos, sin tener la autorización para el uso de las propiedades.
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