Con la pedagogía hospitalaria garantizan derecho a la educación de niños enfermos

La pedagogía hospitalaria es una respuesta frente a la deserción escolar y los retrasos en los procesos de enseñanza de niños y jóvenes adolescentes que padecen enfermedades crónicas o lesiones por accidentes. En República Dominicana, está en “pañales”, pero existe.

La educadora Rosaliz Calderón, la primera maestra dominicana en recibir una nominación al Global Teacher Prize y estar entre los 50 mejores docentes del mundo, creó la fundación Zancadas, desde donde trabaja a favor de niños y adolescentes para que no abandonen sus estudios.

La maestra contó que en 2016 descubrió que muchos niños en situación de enfermedad no tenían acceso a la educación y que se distanciaban de la escuela, convirtiéndose en su mayor inspiración para que, en 2018, se estableciera la obligatoriedad de crear el “aula hospitalaria” como un entorno de escolarización para los alumnos con más de 15 días de hospitalización, a través de la Ordenanza 04-2018 del Ministerio de Educación.

Hoy en día, unos 50 niños han recibido el pan de la enseñanza en sus lechos de recuperación domiciliaria y lo han logrado gracias a la implementación de un programa que incluye orientación a las familias sobre cómo mantener conectados a sus hijos con la escuela mientras reciben atención médica, así como otros programas que crean conciencia sobre el cuidado de la salud.

Rosaliz cuenta que, por el momento, recibe apoyo de algunas instituciones, como es el caso del Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (Ideice).

Como parte de los acuerdos, la docente, primera con especialidad en pedagogía hospitalaria en el país, desarrollará un taller el día 6 de diciembre, en el marco del 14.º Congreso Internacional Ideice 2023, con la finalidad de orientar, brindar información a los docentes y motivarlos a realizar investigaciones en educación hospitalaria, conocer a profundidad el tema y ayudar oportunamente al alumno.

Proyecto piloto

 El apoyo y acompañamiento de la Fundación Zancadas ha sido la educación domiciliaria, tomando en cuenta que en el país no existe una estructura dentro de hospitales y centros de salud, a pesar de lo establecido en la Ordenanza 04-2018.

Sin embargo, Rosaliz expresa que trabaja en un proyecto piloto a nivel nacional para la creación del aula hospitalaria, la cual estaría en un centro médico pediátrico.

“Los pasos que damos son pequeños comparados con los que se pueden dar a nivel de ministerio o país. Hemos ayudado y atendido a más de 50 niños con enfermedades crónicas y terminales, como el cáncer”, recalca Rosaliz Calderón.

Junto a ella trabaja un pequeño equipo de docentes que le apoya en las iniciativas. Ellos visitan las casas de los niños con limitaciones para asistir de manera presencial al aula, guiados por los maestros de la escuela a la que pertenecen y que son los que, al final, realizan las evaluaciones y validan.

Jornadas internacionales

Además del soporte a nivel educativo, Rosaliz destaca dos importantes jornadas internacionales en la capacitación del personal docente. Comentó que las jornadas fueron virtuales y participaron expertos de varios países, con visitas continuas a centros educativos del país para entrenar al personal sobre la pedagogía hospitalaria.

Precisa que, regularmente, son los padres los que se acercan a la fundación para pedir ayuda y que sus hijos continúen con el desarrollo del calendario escolar.

El trabajo que realiza a través de la fundación, Rosaliz lo define como muy “gratificante”, porque no solo se trata de que el niño reciba las clases, sino que ellos sientan que se les devuelve su identidad de alumno dentro del hospital o de su casa, lo que cambia su estado de ánimo y el deseo de recuperarse.

Perfil de Rosaliz Calderón

Además de ser la primera docente en formarse en pedagogía hospitalaria y fundadora de Zancadas, Rosaliz es conferencista y asesora docente, especialista en educación inicial y primaria, planificación y gestión de la educación. Con formación académica en la Universidad Católica de Santo Domingo y especialidad en Educación Hospitalaria en la Universidad de Barcelona y en la Universidad Santa Paula de Costa Rica, donde realizó prácticas en aulas de hospital durante un tiempo.