Vigilia en Higüey por tragedia en la discoteca Jet Set: "Que no se sientan solos"
Vecinos organizaron un encendido de velas como muestra de empatía y apoyo a las familias afectadas

Cientos de personas, entre ellas adultos, envejecientes y niños, se congregaron la noche de este domingo en el Parque de la Salud de Higüey para participar en un emotivo encendido de velas en memoria de las víctimas del trágico accidente ocurrido en el centro nocturno Jet Set, la madrugada del pasado martes 8 de abril.
La vigilia, organizada de manera espontánea por comunitarios, estuvo marcada por la tristeza, el reconocimiento y la solidaridad. Los presentes expresaron su respaldo a los familiares de las víctimas, tanto dominicanas como extranjeras, quienes perdieron la vida en uno de los hechos más dolorosos de los últimos tiempos en el país.
"Compartimos el dolor de cada familia afectada. Nunca habíamos pasado por una tragedia así en la República Dominicana", expresó Chanely de Cruz, una de las asistentes.
Añadió que su presencia en el acto era una forma de brindar apoyo a quienes atraviesan un profundo duelo: "Queremos que sientan que no están solos. Pedimos a Dios fortaleza para ellos".
Los participantes coincidieron en que el encendido de velas representa un acto simbólico de empatía y unidad frente al sufrimiento colectivo. Durante la actividad también se elevaron oraciones, se entonaron cánticos de alabanza y se liberaron globos blancos y negros como gesto de respeto y homenaje.
Días difíciles
Radamés González, familiar de una de las víctimas, expresó su agradecimiento por el respaldo recibido. "Han sido días muy difíciles. Hemos recibido a muchas personas en casa. Hoy decidimos unirnos a esta vigilia como un acto de apoyo y de abrazo solidario a todas las familias en duelo", manifestó.
González también pidió oraciones por las madres y familiares que, como él, viven el impacto devastador de esta tragedia. “Que Dios nos dé consuelo, paz y tranquilidad en medio de tanto dolor”, dijo con evidente pesar.
La actividad concluyó en un ambiente de respeto y reconocimiento, reflejando el dolor compartido de una comunidad que aún trata de asimilar lo sucedido.