El atraco al Banreservas, un pequeño error delató a los asaltantes
El grupo criminal consiguió robar 5,465,829.00 pesos y 3,755 dólares
El 24 de mayo, siete hombres identificados y ya arrestados, junto a otros dos que hoy están prófugos, se presentaron en la sucursal del Banco de Reservas en el sector La Barranquita, en Santiago de los Caballeros, y se robaron 5,465,829.00 pesos y 3,755 dólares. Todos iban de negro, con pasamontañas, gorras y guantes de ese color, y eran dirigidos por los cabecillas del grupo, Gerardo Ramírez (El Tuerto) o Carlos Rodríguez (Carlitos).
Gerardo Ramírez (El Tuerto).
Carlos Rodríguez (Carlitos).
Danny Pimentel.
Wilmi Pie.
Joel Fontanilla (Victorino).
Yenrry González.
Gregorio Núñez (Niño Pepe).
Prófugos.
Ellos están acusados de formar una “asociación delictiva, dedicada al crimen organizado, específicamente al robo con uso de armas en bancos e instituciones financieras”.
Los ladrones se reunieron semanas antes para planificar el robo. Un atraco tiene que estar preparado, más aún cuando se trata de un banco, si quieren salir con éxito. El Tuerto y Carlitos lo sabían, por lo que días antes del “golpe” reunieron a todo el equipo y repartieron roles.
Antes del día marcado, los líderes se encargaron de buscar las armas de fuego, los bultos para recoger el dinero y el vehículo a usarse.
A Danny Pimentel le tocó comprar los pasamontañas. Ese era su rol antes del atraco. Se dirigió a la tienda “El Compa Sports”, en el sector de Bella Vista, y compró los pasamontañas para perpetrar el asalto. Esta compra fue capturada y registrada por las cámaras de seguridad del local.
El día del robo
El 24 de mayo era la fecha señalada para el asalto. Siendo aproximadamente la 1:00 p.m., los atracadores se montan en un Hyundai Sonata Y20 de color gris. El conductor es Danny Pimentel, que sabe manejar bien. Todo está planificado, por esto deciden cambiar de carro, para dejar un rastro confuso.
En la carretera Sabaneta, de camino al municipio de Sabana Iglesia, los imputados se desmontan del carro con distintas armas de fuego y ordenan detenerse al ciudadano H.C.D., que conduce un Mitsubishi negro. Lo atan de pies y manos, le colocan una capucha en la cabeza y lo meten en el baúl del vehículo. Los asaltantes se suben al carro, menos Danny Pimentel, que se queda en el Hyundai Sonata.
Atraco con el Mitsubishi
Son las 3:14 p.m. aproximadamente. Los asaltantes ya tienen un carro de un ciudadano aleatorio que no les puede relacionar con el atraco. Están decididos a completar su misión.
Se presentan en la sucursal del Banco de Reservas en La Barranquita, se detienen frente al banco y entran. Danny Pimentel se queda en el Hyundai en alerta, aunque luego lo abandona. Van fuertemente armados, portando armas cortas y largas de alto calibre, y vestidos todos de color negro: con gorra, pasamontañas, botas, pantalones, chalecos antibalas y guantes.
Como si de algo rutinario se tratara, con agilidad, encañonan a los presentes, entre ellos clientes y empleados. La gente se agacha, tienen miedo. Un hombre anciano, que estaba siendo atendido por una de las empleadas, se pone de rodillas, rendido ante los delincuentes. Frente a él, uno de los asaltantes, con una funda en la mano izquierda y una pistola en la mano derecha, camina decidido.
Los atracadores tratan de mantener el orden, no quieren que nadie arme alboroto o llame a la policía. Sin embargo, las autoridades ya han sido avisadas y una patrulla va de camino. Ellos no lo saben.
Se suben a las mesas y pasan al lado de los empleados para llenar las fundas. Sustraen efectivo de varios lockers y le quitan una gran suma de dinero a un cliente. En total se hacen con 5,465,829.00 pesos y 3,755 dólares.
La emboscada
Cuando el grupo criminal salió del Banreservas, una patrulla de la policía ya se encontraba allí. Es por esto que se produce un intercambio de disparos en la que se producen tres heridos:
A.J.N., quien presenta una lesión de origen perforo contundente. Murió varios días después a causa de la herida.
F.A.R., quien presenta la misma lesión. Incapacitada por 21 días.
V.A.E., quien presenta la misma lesión. Incapacitada por 45 días.
Durante este tiroteo, los asaltantes dejan en la escena del crimen 19 casquillos del calibre 9 mm, 17 casquillos de fusil calibre 223, dos cápsulas de fusil calibre 223 y un proyectil mutilado.
Tras el tiroteo, los imputados dejan abandonado en el parqueo el Mitsubishi robado y cruzan en medio de la avenida Antonio Guzmán, lugar donde encañonan al ciudadano V.J.O, conductor de un Hyundai Sonata Y20, a quien desmontan y le roban el vehículo. Curiosamente, el mismo modelo de carro que el primero en el que estuvieron montados y dejaron abandonado en el parqueo junto al Mitsubishi.
Seguimiento del vehículo
Haciendo uso de las cámaras de seguridad de establecimientos cercanos, la investigación empezó a reconstruir el recorrido de los asaltantes. Tomaron la carretera Naranjo, en dirección hacia Villa Hortensia.
A través del sistema de cámaras del Sistema de Emergencias 9-1-1 se pudo identificar el vehículo Hyundai en la avenida Yapur Dumit.
El vehículo abandonado, el error de los asaltantes
El error de los asaltantes fue dejar ese Hyundai Sonata en el parqueo del Banreservas. Danny Pimentel, durante el atraco, se quedó en el vehículo vigilando. Sin embargo, lo dejó allí abandonado. Quizá por el tiroteo, quizá por los nervios. De esta forma, abandonando el Hyundai Sonata, dejaron un rastro.
La policía contactó con el propietario de ese carro, el ciudadano C.E.P., que confesó que había rentado hace aproximadamente tres meses el vehículo al imputado Danny Pimentel, con el fin de que este lo utilizara para realizar servicios de Uber.
Tras una orden de allanamiento y una inspección de su hogar, las autoridades encontraron dos porta fusiles de color negro en la casa de Danny Pimentel, por lo que procedieron a detenerlo.
De esta forma, los investigadores revisaron el celular del imputado, encontrando evidencias de su participación en el atraco, su vinculación con otros imputados, la planificación del hecho y las ropas utilizadas. En los días siguientes, las autoridades pudieron encontrar a los demás participantes del atraco, encontrando evidencias de su participación y el dinero robado.