Abogan por desmitificar, normalizar e higienizar la menstruación
En el caso de República Dominicana, los datos de Unpha señalan que el 20 % no va a la escuela entre dos a tres días del periodo y el 5 % falta por hasta cuatro días
En ocasión de que, desde el año 2014, cada 28 de mayo se conmemora el Día de la Higiene Menstrual, la agencia de noticias EFE, junto a la empresa Kimberly-Clark, organizaron el foro virtual “Estigma menstrual y brecha de género”, reuniendo a periodistas de Las Américas, donde se debatieron mitos que estigmatizan a las mujeres.
Silvina Seiguer, directora de Comunicaciones e Impacto Social de Kimberly-Clark, reveló que más del 30 % de las niñas y mujeres en Latinoamérica no entienden cómo funciona su ciclo menstrual y el 90 % no se sienten limpias durante el periodo. En el caso de las niñas, el 30 % sabe muy poco de menstruación hasta que les llega su primer periodo y solo el 5 % de los padres habla con sus hijos del tema.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dos de cada cinco niñas faltan a la escuela durante la menstruación. La ONG internacional Plan Internacional apunta que cerca de 500 millones de niñas y mujeres a nivel global no tienen acceso a compresas o a un retrete limpio durante su periodo menstrual.
“Si no resolvemos los retos que rodean a la menstruación, nunca cerraremos la brecha de género”, internivo Sarah Bagel, gerente sénior de alianzas de Wash United, entidad precursora del Día de la Higiene Menstrual.
Para Bagel, la menstruación no debe causar ninguna vergüenza y falta voluntad política y determinación para acabar con el tabú y facilitar los productos íntimos.
“Queremos un mundo donde ninguna mujer o niña se vean impedidas de desarrollar todo su potencial por el mero hecho de que menstrúan”, afirmó.
Mitos comunes
Bagel se refirió a los mitos que han trascendido con los años y que estigmatizan a las mujeres.
“En algunas religiones se les prohíbe preparar algunos alimentos. En Nepal no se les permite dormir en casa y en realidad el mensaje subyacente siempre es el mismo, que las mujeres son impuras, están malditas o que valen menos que los hombres y que la menstruación es algo malo”, comentó.
La activista dijo que se trata de “un discurso que tiene miles de años, tenemos que ser capaces de hablar de la menstruación como algo normal”.
Asimismo, mencionó el mito de que una mujer no puede quedar embarazada durante la menstruación y el de que no se puede hacer deportes con el periodo.
Legislaciones a favor de la menstruación
Por su lado, la consejera de comunicaciones regionales para Latinoamérica y el Caribe del Fondo de Población de Naciones Unidas (Unpha), Sol East, felicitó a los países que han tomado iniciativas legislativas en favor de las personas menstruantes.
East citó el ejemplo de Colombia, país que en 2018 eliminó los impuestos a los productos de higiene menstrual, seguido de Ecuador y Costa Rica. En el caso de Argentina, se desarrolló un programa piloto para introducir la copa menstrual como un producto de la canasta básica. De igual modo, en España se permitió tomar un día libre en el trabajo por síntomas asociados a la regla.
En el ámbito educativo, East criticó que en las escuelas latinas el tema de la menstruación se enfoca, la mayoría de las veces, solo desde la perspectiva de la biología.
“Es un problema de salud y de derechos humanos. Es una problemática compleja y requiere de muchísimas voluntades. En el ámbito educativo está la oportunidad de romper con los mitos y los estigmas”, argumentó.
Sarah recordó que “la menstruación se vive diferente de cada persona, pero, hay situaciones que se repiten”, un ejemplo de ello es la sensación de dolor. Enfatizó que el 70 % de las entrevistadas en su natal Argentina aseguró no quiere hacer ninguna actividad física en esos días por el dolor y por miedo a mancharse la ropa.
En el caso de República Dominicana, los datos de Unpha marcan que el 20 % no va a la escuela entre dos a tres días de menstruación y el 5 % falta por hasta cuatro días.
East también destacó las numerosas infecciones que ocurren por usar una sola toallita al día al no tener acceso a agua potable y productos limpios de higiene femenina como toallas, tampones o copas menstruales.