El 3 % de las adolescentes embarazadas en Mata Hambre consumieron alcohol durante la gestación
Hoy, 9 de septiembre, es el Día Mundial del Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal
Salud Pública llama a evitar el consumo de alcohol en el embarazo
El consumo de alcohol en embarazadas puede desencadenar daños irreversibles en el bebé, dejando secuelas como afecciones a nivel cerebral, problemas de visión, crecimiento y de conducta.
En ocasión de conmemorarse cada 9 de septiembre el “Día Mundial del Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal”, el Ministerio de Salud Pública, a través del Viceministerio de Salud Colectiva y del departamento de Salud Mental, recalcó la importancia de evitar el consumo de alcohol durante esta etapa.
Un estudio realizado entre julio de 2022 y julio de 2023 en el Hospital de Mata Hambre en el Distrito Nacional, indicó que de 132 adolescentes embarazadas que allí fueron asistidas, cuatro (3.03 %) admitieron consumir alcohol en estado de gestación y el 1.5 % el consumo de otras sustancias como drogas o cigarrillos.
Esta situación se evidencia también en las pacientes adultas, donde de 796 entrevistadas, 19 tomaban alcohol, una proporción de 2.4 %.
Unas diez pacientes (1.26 %) admitió el consumo de cigarrillos y vapes durante el embarazo.
Ante esta situación, Yocastia de Jesús, directora de Salud Colectiva, indicó que no existe una dosis mínima para el consumo de alcohol en el embarazo, ya que, aunque sea muy baja, puede afectar al cerebro del feto y su desarrollo, por tanto, la recomendación es no consumir ni una sola gota de alcohol durante el embarazo.
“No hay una dosis segura”, destacó De Jesús.
La funcionaria explicó que el alcohol es “un teratógeno (agente) que puede producir malformaciones congénitas”.
Hizo un llamado a los ginecólogos a que siempre orienten a sus pacientes sobre los peligros de consumir alcohol durante el embarazo, desmintiendo la teoría popular de que un vasito de alcohol, especialmente cerveza, hace que el bebé “se limpie”.
Otro estudio realizado en 2018 por en la Maternidad de Los Mina demostró que los recién nacidos, hijos de madres que admitieron el consumo de alcohol, presentaban características faciales anormales, bajo peso, problemas de crecimiento o del sistema nervioso central, y a largo plazo, se vieron efectos como problemas de conducta en los niños y déficit de atención.
Estas evidencias permitieron que el Ministerio de Salud Pública creara el Servicio de Detección e Intervención al Síndrome Alcohólico Fetal, implementado en las Maternidades de Los Mina y La Altagracia y desde hace un año en el Hospital Municipal de Mata Hambre, con la finalidad de concienciar a las madres gestantes sobre las consecuencias de consumir alcohol en esta etapa de sus vidas.
Por su parte, Elías Tejeda, del departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud, destacó que este servicio tiene como objetivo principal tratar el problemas de uso, abuso o dependencia de alcohol en las pacientes embarazadas, prevenir futuros embarazos que se vean afectados con daños neuropsicológicos (problemas cognitivo conductual), las futuras madres son abordadas e instruidas mediante charlas y talleres en diferentes temas como: consumo de alcohol, tabaco y drogas; promoción de conducta y estilo de vida saludable.
Testimonio
Con lágrimas en los ojos, Franchesca Aristy confesó que cuando apenas era una adolescente de 14 años quedó embarazada de su primer hijo y durante todo el período de gestación fue consumidora habitual de cerveza.
Desde hace tres años, su hijo recibe terapias psicológicas y psiquiátricas tras presentar un comportamiento de excesiva agresividad y un episodio de convulsión que disparó todas las alarmas.
“Ninguna madre quiere tener un niño enfermo, le creé una condición neurológica”, dijo con gran pesar y cierto dejo de culpa la propietaria de un centro de uñas.
El Síndrome Alcohólico Fetal se deriva de la exposición al alcohol durante el embarazo, ya que el alcohol en la sangre pasa al bebé a través del cordón umbilical.
La identificación de este padecimiento puede ser difícil de diagnosticar, porque no hay una prueba médica específica que lo determine, no obstante, los especialistas identifican signos y síntomas en el bebé, ante el consumo de alcohol confirmado por parte de la madre.