Raquel Arbaje: El ciudadano está muy consciente de lo que quiere de la democracia
La primera dama Raquel Arbaje se declara "una funcionaria pública no electa"
En la misma sala donde tiene lugar esta conversación, hace cuatro años Raquel Arbaje se sinceraba ante el reto que acababa de asumir como Primera Dama. Un cargo sin instrucciones precisas, ese de esposa de presidente de la República. Cuando arranca su segundo periodo en la posición, se define como “funcionaria pública no electa”. Y ya ha dado un guión a su puesto de trabajo.
—2024-2028: ya sabe a qué se enfrenta. ¿A qué se compromete ahora?
El primer balance que puedo dar es que la política, tan criticada, es como dice el papa Francisco: la más alta forma del amor al prójimo. La esposa de un presidente, sobre todo en Latinoamérica, tiene la puerta abierta para hacer mucho por los demás si existe la voluntad. He tenido la oportunidad, con un equipo maravilloso, de poder tocar vidas, de poder dejar un ejemplo de humildad. Eso quizá no suena humilde, pero siempre fue mi deseo que desde el poder pudiéramos ser personas cercanas. Que el poder sea servir.
—Y ya desde dentro… ¿el poder es como lo imaginaba?
Claro, totalmente. Muchas personas buscan su propio beneficio, pero eso ya lo sabía. Yo he creado una pequeña coraza porque he tenido la oportunidad de crecer junto a Luis en su desarrollo político y no me he llevado sorpresas. Y hemos visto traiciones, aunque no precisamente ahora. Honestamente, lo he sentido con mucha paz.
Ayuda que estés arropado por un grupo que es bien imparcial. Cuando se llega a esto con cierta madurez de edad y de conocimiento, identificas a las personas que solo se acercan porque quieren algo. Y si se puede hacer… pues perfecto. Pero no, el poder no me ha sorprendido.
—En estos cuatro años usted ha sido testigo privilegiada de lo que ocurría en el país, ¿qué diría que ha cambiado?
Yo creo que el pueblo dominicano ha cambiado. Lo ha hecho en el sentido de que el ciudadano está exigiendo sus derechos, que está muy consciente de lo que quiere de la democracia. Si Luis y todo el país apoyan un ministerio público independiente, nadie -diga lo que diga la oposición- va a interponerse en ese deseo ciudadano. El pueblo exige más porque se le responde más. A veces me critican que “soy vocera”. Yo solo soy una servidora pública no electa. Y que quiere que su esposo haga un buen gobierno.
—¿Y qué ha cambiado en el Presidente en cuatro años?
Luis es hoy un hombre, lo puedo decir así, mucho más sensible a las necesidades de los demás.
—Le gusta lo que se puede hacer desde la política, pero la política... ¿le gusta después de estos cuatro años?
¡Sí! Pero la política partidista, no. Me gusta llevarme bien con todo el mundo en ese sentido.
Los programas de la OPD
—El primer cambio fue que ya no habría un Despacho de la Primera Dama, sino una Oficina de la Primera Dama.
Sí, así es.
—Entonces se interpretó como una medida de austeridad. Pero… ¿no necesita una estructura más potente para trabajar con menos limitaciones?
No, no se necesita. Siempre le dije al Presidente que yo no quiero administrar directamente una gran estructura. Hubo quien dijo “¡qué hombre tan machista!, doña Raquel se ve una mujer que puede aportar, que no va a hacer derroches”. Pero yo quise una oficina sencilla, canalizadora, que tenga cierto presupuesto, que actualmente es de 12 millones de pesos al mes. ¡Y lo hacemos rendir! Era una gran estructura con duplicidades, de hecho actualmente hay muchas instituciones con duplicidad de funciones y entiendo que también eso va a ser revisado, aunque no sea en su totalidad.
—Uno de los programas, el de protección a niños en situación de calle, creó grandes expectativas. ¿Ha funcionado?
Nos hemos dado cuenta que necesitamos todavía más. Pero ha ido funcionando bien. Los jóvenes son recibidos, tienen sus clases, van a su escuela, luego se busca a sus familiares. También debemos ver si algún niño debe estar fuera de su hogar. Pero el Estado no está para criar. Necesitamos fortalecer la paternidad responsable.
—¿Fortalecerán el programa?
Sí, porque la idea funciona. Se han realizado 323 jornadas de protección en el Distrito Nacional, Santo Domingo Este y Santo Domingo Norte. En Boca Chica y Santiago se han hecho jornadas puntuales, mientras el programa se extiende durante este año. 336 niños fueron reintegrados a sus familias, 382 acogidos en un hogar de paso o de una asociación sin fines de lucro y 85 a otras instituciones del sistema de protección. Y es la primera vez en el país que se ha articulado con todas las instituciones necesarias: Alcaldía, Cestur, Policía Nacional… El Conani es el coordinador y desde el Gabinete de Niñez y Adolescencia (GANA), trabajamos en la articulación de políticas públicas. Vamos poco a poco, según la capacidad, porque tenemos también niños de nacionalidad haitiana y así entramos en otro tema.
—¿Es tan difícil coordinar las diferentes instituciones?
Hacer ese protocolo es lo más difícil. Necesitamos que se acelere en la Procuraduría, contamos con la Fiscalía de Niños, Niñas y Adolescentes. Pudimos abrir el Hogar Padre Luis Rosario y a los jóvenes se les dan sus clases con el ITLA, hemos recibido donaciones de tablets a través de Samsung… Incluso hay jóvenes que se han ido del hogar y han vuelto.
—De hecho, entiendo que también han trabajado con las autoridades haitianas…
Sí, a través de la UTO, la Unidad Técnica Operativa, más de 3,600 menores se han entregado a las autoridades haitianas, (IBESR), para su reunificación con sus familias en Haití. Y más de 2,500 se han reunificado con sus familiares en República Dominicana.
Políticas públicas
—¿Cómo se puede, desde el Estado, fortalecer la paternidad responsable?
Educando. En estos cuatro años hicimos unos pequeños programas, Aprendiendo para la Vida, unos cursos en crianza positiva. Para enseñar, por ejemplo, a los padres a sacar aunque sea diez minutos al día para jugar con su hijo. Tenemos testimonios de cómo ese pequeño gesto ha cambiado dinámicas familiares. Y por eso también vamos a abogar en estos cuatro años por La ley de crianza positiva para que sea ya aprobada en el Congreso.
—Ese tema lleva a hablar de la negligencia en el registro de nacimiento.
Sí, y ahí si puedo decir que hemos tenido mucho éxito, trabajando muy bien con la Junta Central Electoral. Los registros tardíos de la época del Covid ya han sido restablecidos. Y cuando vemos que hay personas que todavía no tienen acta de nacimiento, tenemos una buena comunicación y les orientamos. Con el programa de sensibilización sobre la importancia del registro temprano impactamos a más 349,000 personas, entre gestantes, madres, padres, tutores… Romper el círculo de la pobreza empieza también por ahí.
Conani
—En estos cuatro años, Conani ha atravesado algunos problemas.
Ni la OPD, ni el GANA manejan el Conani directamente, pero sí trato de canalizar cualquier necesidad que haya. Realmente el Conani empieza con una gran mujer. Yo siempre respeto a todas las primeras damas y ese aporte de doña Renée Klang de Guzmán, fundar Conani, fue impresionante. Definitivamente, en los gobiernos del PRD y PRM es donde el Conani ha hecho mayor labor. Si te fijas, en los años anteriores no escuchábamos nada. ¿Cuándo, por qué se escucha? Porque se trabaja más. Al trabajar más salen algunos casos. Uno de los objetivos es tener los hogares de paso de forma independiente, porque no está en la Ley 136-103, que es la de atención a la niñez, que el órgano rector maneje los hogares de paso. Vienen ahora nuevos planes para que los hogares de paso no sean manejados directamente, sino supervisados por el Conani.
—¿Y quién los manejaría?
Eso ya depende de los responsables y de las recomendaciones técnicas y también vamos a ver cómo funcionan en otros países. Pero actualmente tenemos una cantidad muy grande de niños en otros centros que son manejados por Fe y Alegría y otras asociaciones sin fines de lucro.
—Las uniones tempranas han sido una de sus grandes batallas.
No hay manera de romper el círculo de la pobreza si no evitamos las uniones tempranas y los embarazos adolescentes. Son las niñas las víctimas de esta situación y es responsabilidad del Estado hacer políticas para luchar contra esto.
Se ha avanzado, eso no se consigue de la noche a la mañana. Yo creo que logramos por primera vez que se integran la prevención de uniones tempranas y embarazos en adolescentes en una sola política pública. Y hemos logrado la reducción: los embarazos en adolescentes bajaron un 9 % de 2022 a 2023. Pero ahora, en este primer trimestre de 2024 ha descendido un 26 %.
—En el tema de embarazos adolescentes vuelve a salir la renuencia a la educación sexual en las escuelas.
Hemos hecho varios cursos junto con el Conani, con Plan Internacional, con Sur Futuro, con UNICEF. También con todas nuestras instituciones. Y se han ido haciendo cursos de proyectos de vida y de educación sexual integral.
—¿En escuelas?
No, esto ha sido primero a las áreas priorizadas. San Cristóbal, Peravia, Boca Chica, Azua, en zonas del Sur… donde hay más embarazos en adolescentes. Se han dado cursos a más de treinta mil personas: niños, madres, padres, tutores. La campaña Toma el control y ponlo en pausa la hicimos de una forma sencilla, pero lo importante es lo que han demostrado estos cursos. En diciembre tuvimos la graduación y cuando les hice subir al escenario, me dijo una niña de catorce años: “Doña Raquel, a mí no me va a pasar lo que le pasó a mi hermana, que hoy con dieciséis años tiene dos niños.” Enseñar de forma sencilla, directa. Hacerles saber que cada niña, que cada joven es valioso. Que se fomente la educación. Y convencerles de retrasar el inicio en la vida sexual activa.
—Hablábamos de las escuelas...
Vamos a eso. La parte inicial está comenzando. Lo que es protección, cuáles son sus partes privadas, ese acercamiento biológico a su propio cuerpo. Ahora se está preparando a los formadores, a los orientadores, porque no todo el mundo puede abordar el tema. Y se va a iniciar, yo creo que ya en este nuevo año escolar. Debe iniciarse para séptimo de primaria.
—Ese enfoque no tendría por qué despertar controversia.
Hay personas que tienen doble cara. Una vez me tocó hablar en un desayuno. organizado por la iglesia católica. Y el desayuno era sobre Honestidad. Entonces, si hay que ser honestos, yo pedí en ese momento que por favor nos ayudasen. Porque lo importante es dar esa educación sexual integral. De manera clara pero también con el consenso de los padres.
Salud mental
—Los últimos sucesos con víctimas menores han puesto el tema de la salud mental en la agenda pública.
Por eso me involucro mucho, a través del Ministerio de Salud. De eso nos va a tocar hablar mucho en los próximos cuatro años. Tenemos buenas noticias: ya hay presupuesto para hacer dos hospitales psicosociales. Todo surge con el programa Uniendo Voluntades, con el anterior ministro de Salud y ahora con el ministro Víctor Atallah y la OPTIC, para seguimiento a un call center. Es impresionante la cantidad de personas que llaman, de 7 hasta los 84 años. Cuando se identifica a una persona con actitudes suicidas, se llama al 911 y se envía a la persona a un hospital que tenga atención psiquiátrica. Estamos trabajando para que no sea solamente una sola tanda hasta las 7, sino que se puede extender hasta las 12 de la noche. Y luego a futuro, los fines de semana, que es cuando más personas se afectan.
—¿Se basa en el proyecto RESIDE que comenzó doña Candy Montilla de Medina?
Sí, el RESIDE se activó después de la pandemia y de algunos ajustes, porque era un programa que estaba dentro del Despacho de Primera Dama pero tenía que ir a Salud. La persona pasa por el psicosocial, recibe sus medicamentos y atención, y luego pasa ciertos meses hasta saber que ya está hábil para poder ser reincorporado a la sociedad.
Las Matas de Farfán
—¿Por qué ese proyecto tan abarcador en Las Matas de Farfán?
Mis abuelos llegaron del Líbano en 1895 por Haití y de ahí se trasladan hacia las Matas de Farfán. La comunidad libanesa, árabe en sentido general, pero sobre todo la libanesa, aportó tanto a las Matas de Farfán, que hasta el queso típico del Líbano, el arish, ya es famoso como comida que identifica a las Matas.
—¿Queda familia Arbaje allá?
¡Sí! Y en campaña ya avisé: “Luis, si tú ganas, ya tú sabes, yo voy a ser la madrina de las Matas”. Ha sido lindo porque es un compromiso adquirido con el pueblo que recibió a mis abuelos, que los hizo progresar. Papi era matero ausente, los materos son gente muy emprendedora. Todavía tengo pendiente el Mercado, que era una obra muy solicitada y está para inaugurarse en octubre. Ya se entregaron 40 casitas y estamos haciendo más, todas asignadas a personas que realmente lo necesitaban. Sin importar el partido, se chequea en el Sistema Único de Beneficiarios y si realmente está en un nivel de pobreza extrema se le asigna su casita.
—¿Tiene nuevos proyectos para los próximos cuatro años o los que comenzaron deben seguir su ciclo?
Ahora viene la puesta en operación a partir de septiembre del Pabellón Oncopediátrico Uniendo Voluntades en el INCART. Las instalaciones son de primera, dignificando la vida del niño que está pasando por cáncer y también dándole un espacio precioso y una atención especializada a la familia. El Banco Centroamericano de Integración Económica, BCIE, donó el principal equipo que tenemos, el de gammagrafía, que estará disponible también para los adultos.
—En esa posición se aprende a pedir, ¿no?
¡Oh, pero claro! Pero fíjate que no somos tan pedidores. Pero pedimos para el que lo necesita, también para amadrinar el Robert Reid Cabral: arreglar la cocina, acondicionar oficinas administrativas, area de bioanálisis… Y aquí tengo que agradecer la respuesta que hemos obtenido de tantas instituciones, empresas…
—No le niego que me sorprendió que la OPD tuviera un plan de remodelación de parques…
Fíjate, eso surgió por escuchar a nuestros niños. Yo fui a Azua, tuve una conversación con niñas y niños que estaban también siendo recibidos por Plan Internacional en uno de los programas de Pequeños Líderes. Fuimos a una escuela y allá, cuando pregunté a las niñas qué necesitaban para su comunidad, no dudaron: “Doña Raquel, parques.” Así que llamé al ministro de Industria y Comercio, Ito Bisonó, para pedirle colaboración: que la responsabilidad social de las empresas en las áreas donde operan, en Baní, en Azua, en Boca Chica se dirigiera a la construcción de parques.
—¿Uniendo Voluntades?
Sí, también parte del programa que se llama Uniendo Voluntades, de lo que yo te digo que podemos hacer todos en conjunto. Es la unión de las voluntades del sector privado, sector público. Ese ha sido uno de los ejes de mi trabajo. Y seguirá siendo.