Dirigentes del PRM dominan el escenario afuera de los recintos electorales
En Hermanas Mirabal y Duarte, el PRM desplegó su maquinaria electoral
Afuera de gran parte de los recintos electorales visitados por Diario Libre en San Francisco de Macorís, Salcedo y Villa Tapia predominaban grupos de dirigentes y militantes del oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM), movilizando el voto.
Frente a las escuelas se pudo observar varias mesas con perremeístas, quienes con los padrones de los colegios electorales en manos, cotejaban a sus simpatizantes que iban a votar. También colocaron gafetes con las caras de sus candidatos.
Esta estructura de hombres y mujeres se encargó de llamar y visitar a quiénes no iban a sufragar.
Juan Alexander Medrano, designado como gerente del recinto en el Polideportivo de Salcedo, explicó cómo lo hicieron.
“A los delegados les entregamos el mismo formulario, ellos van indicando quiénes van votando y nosotros tenemos un trabajo aquí en mesa con los padrones para ir tachando. ¿Qué nos permite eso? Identificar quiénes nos falta y nosotros a esa persona salir a buscarla adonde esté,” señala.
Medrano admite que han aprendido esos métodos del pasado Gobierno para lograr buenos resultados.
Presencia de miembros del PLD y FP era menos visible
En esos recintos, la presencia de miembros del Partido de la Liberación Dominicana y de la Fuerza del Pueblo era menos visible.
Afuera de la escuela Padre Brea, en el barrio El Capacito, en San Francisco de Macorís, los dirigentes perremeístas ocupaban todo el frente con sus mesas. Uno de ellos era Jesús García, quien aseguró que el registro que llevaron les sirvió para ir a buscar a los adultos mayores y personas con discapacidad que lo necesitaban.
Pero esta asistencia no se veía en todas partes. Por ejemplo, en la Escuela Gregorio Luperón, en San Francisco; Mercedes Rodríguez Díaz salía enojada porque le dijeron que ya no votaba en ese recinto, aunque su cédula así lo indica. A su avanzada edad y caminando con un bastón, no se sentía con fuerzas de salir a investigar bajo el sol del mediodía dónde estaba su nuevo lugar de votación.
En la Escuela Federico Augusto González, en Villa Tapia, Hermanas Mirabal, la calle estaba cerrada y todo el espacio fue invadido por un gentío que ignoraba el calor del sol.
El interior de todos esos recintos contrastaba con lo que ocurría fuera. Adentro, la mayoría de colegios no tenía a más de uno o dos votantes, muy pocos tenían filas.
Varios presidentes de mesas contaron que la asistencia ha sido lenta pero consistente. En todos los casos estimaban que se acercaban a un 50 % del padrón poco después del mediodía.