Los radares digitales que nunca funcionaron en las vías del Este
El desuso y la falta de mantenimiento provocaron el colapso de los equipos instalados en 2014 en la Autovía del Coral y Bulevar Turístico del Este

A propósito de que las autoridades de tránsito articulan un plan para implementar radares digitales, no es la primera vez que se ejecuta una iniciativa parecida. Hace poco más de una década se instalaron unos equipos en la Autovía del Coral y el Bulevar Turístico del Este, pero nunca entraron en funcionamiento.
La autovía, que comprende 70 kilómetros desde La Romana hasta Punta Cana, fue inaugurada en 2012 por Leonel Fernández pocos días antes de entregar el poder a Danilo Medina, quien, en 2013, también inauguró el bulevar, de 30 kilómetros, desde Punta Cana hasta Bávaro.
Los costos de ambos proyectos fueron 400 y 110 millones de dólares, respectivamente.
Completadas las obras -aclamadas por la población y empresarios- se acortó el tiempo de cuatro a dos horas entre Santo Domingo y La Altagracia. Eso incrementó las excursiones de extranjeros desde Punta Cana a la Ciudad Colonial y de turistas locales que iban de la capital a vacacionar a los hoteles de la zona.

En 2014, el Ministerio de Obras Públicas instaló los radares digitales en estas vías, que, de haber entrado en funcionamiento, República Dominicana estaría a la par con los países desarrollados en el aspecto de modernidad vial.
Los detectores están colocados sobre columnas con brazos extendidos hasta el centro de la vía. Poseen dos pantallas que muestran a los conductores a la velocidad que transitan. El límite reglamentario en ambas carreteras son 100 kilómetros por hora.
En la actualidad, el desuso afectó los equipos, están rodeados de óxido y con las pantallas rotas. Algunos también son guaridas de aves, según constató un equipo de Diario Libre que visitó la región.
El hermetismo
¿Por qué no entraron en funcionamiento si ya estaban colocados? Es la pregunta a la que se buscó repuestas con altos exfuncionarios que estuvieron en las instituciones viales en ese entonces. Pero no hubo una respuesta precisa.
En los archivos (memorias institucionales, presupuestos, compras) de Obras Públicas y la Comisión Militar y Policial, no hay registros de estos radares.
Una fuente que pidió guardar el anonimato, expresó que los equipos no entraron en funcionamiento porque no hubo un acuerdo con las empresas generadoras de electricidad y porque, entonces, no eran tan frecuentes los paneles solares para usar ese tipo de energía.
La fuente aclaró que, aunque los radares tenían cámaras, su función no era fiscalizar, sino alertar a los conductores en caso de ir a exceso de velocidad.
En el presente, las fiscalizaciones en esas vías son responsabilidad de agentes con radares manuales, quienes, a veces cruzan las autopistas para detener a los infractores, aumentando la probabilidad de accidentes.
Según datos del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), en 2024 fallecieron en esas vías 38 personas a causa de los accidentes de tránsito, una media superior a los 80 que perecieron entre el 2016 y 2020.
En 2022, un informe de Obras Públicas evaluó los puntos críticos y registró ese año 155 accidentes en la Autovía del Coral y 161 en la rotonda de Punta Cana, por lo que sugirió su eliminación por un distribuidor de vehículo adecuado.