Genaro Rodríguez Morel: “Desde 1586 nosotros tenemos un rasgo identitario definido”
El juicio a Antonio Osorio permite al historiador Genaro Rodríguez Morel entender cómo nació la identidad dominicana
Quien crea que la historia es aburrida debería sentarse a conversar con Genaro Rodríguez Morel para salir del error. Su obra más reciente son los tres primeros tomos de las transcripciones de la Residencia al Gobernador Antonio Osorio tras las devastaciones del norte de la isla. Las despoblaciones (es el término que el historiador y paleógrafo dominicano utiliza) marcan un hito en la política de la corona española en América.
Rodríguez Morel bucea desde hace 37 años en el Archivo de Indias. Ahí ha encontrado las caras de la historia colonial: piratas y contrabando, conjuras palaciegas, curas desvergonzados y monjas bellísimas, venganzas personales, amor y sexo, cocina y música, esclavos y soldadesca… Cualquier serie de Netflix tiene menos intriga que lo que se vivió en el siglo XVI en esta tierra y que por primera vez, y gracias a sus años de trabajo, se puede leer en una edición del Archivo General de la Nación.
El primer tomo recoge la lucha entre Antonio Osorio y Francisco Manso, el Oidor con poder en Santo Domingo cuando llega el Gobernador de las devastaciones. El segundo se acerca a otros temas más complicados como la brujería. En el tercero, Rodríguez Morel recoge asuntos como el adulterio o la homosexualidad en esa pequeña y complicada sociedad. Una transcripción literal de cientos, miles, de legajos de una escritura “infernal”.
(No sobra recordar que al Gobernador Antonio Osorio le fue fatal en ese juicio de 1608 y a Santo Domingo le fue peor aún con su gobierno.)
—¿Todavía queda algo por descubrir en el Archivo General de Indias?
Todos los días. Porque nuestra historia colonial no se ha estudiado por la falta de documentación. Nosotros no tenemos nada del siglo XVI ni del siglo XVII porque la documentación que había aquí era de España. Cuando los españoles se van en 1865 se llevan todo a Cuba.
—¿Cuál es el hallazgo que más le impresionó?
Constatar cómo se va conformando el pueblo dominicano.
—Peña Batlle dice que Osorio “Es el padre de la dualidad social y étnica de República Dominicana. Un caso de patología social.” ¿Coincide con él?
Es que en 1605 ya apenas quedan blancos españoles. En una documentación que estoy preparando se pide que “traigan blancos españoles”. Llega un momento en que por la crisis azucarera y el descubrimiento de México y Perú, se paralizó el flujo de esclavos a Santo Domingo. No tenía sentido traerlos porque aquí no había dinero. Hay una paralización del tráfico humano, una paralización demográfica. Ni vienen españoles, ni vienen africanos. Desde 1586, ya nosotros tenemos un rasgo identitario, muy definido en muchos aspectos. Osorio lo que hizo fue que cerró ese ciclo.
—Exactamente ¿qué pasa?
Que aquí se reproduce la población negra y blanca. Y hay una mezcla. Por ejemplo, en la ciudad de Santo Domingo, en 1546, hay 2.500 esclavos en el servicio doméstico para unos 500 vecinos. Si tienes 50 esclavos, pero los tienes ociosos porque la economía azucarera ha parado… van para el servicio doméstico. Tener esclavos era sinónimo de poder, de grandeza.
—¿Era una farsa, porque estaban todos arruinados?
Las élites de aquí no estaban arruinadas. Ni siquiera el pueblo… porque hubo un desarrollo del contrabando. Por eso cuando llego al Archivo de Indias, no entiendo por qué decían que el siglo XVI era el siglo de la miseria. El problema es para la Corona, que no recibe los impuestos de almojarifazgo, de alcabala, de nada, porque no llegan barcos de manera oficial. Pero el contrabando sigue.
Las despoblaciones de 1605 y 1606
—¿Devastaciones o despoblaciones?
En la documentación se habla de despoblación o devastación. Yo digo despoblación, aunque en realidad fue una reconcentración; se reconcentran las poblaciones. En el siglo XIX se hacen en Cuba cuando España perdió la colonia en la guerra con los americanos. Es un tema que utilizan mucho los historiadores cubanos.
—Además de querer acabar con el contrabando, ¿hubo una motivación religiosa para ordenar las despoblaciones? Hay un episodio de quema de 300 biblias protestantes…
Sí… pero no. Yo he visto mucha documentación y no creo que aquí llegaran gran cantidad de biblias. Esas biblias, que me imagino eran luteranas, estarían escritas en inglés y aquí no hablábamos inglés. Lo que pasa es que las autoridades buscan justificaciones para conseguir apoyo económico.
—¿Osorio tenía el mandato de Felipe III de no abusar de la violencia?
La Corona puede decir misa, pero aquí se hacía era lo que la gente de aquí quería. Hay una serie de cuestiones que dicen “se acata” cuando venía una disposición, pero se ponía la legislación en la cabeza y decían “se acata, pero no se cumple”. Cuando Osorio llega, encuentra que nadie lo apoya, todo el mundo se opuso a las despoblaciones. Las hizo él personalmente. Mataron a mucha gente, destruyeron todas las casas. Arrasaron. Osorio fue un personaje muy odiado.
Pero vayamos hacia atrás. Aquí hubo antes una despoblación en MontecristI y Puerto Plata en 1585. Lo que pasa es que esa fue una despoblación voluntaria: “Te voy a dar dinero, te voy a dar ganado, te voy a dar tierra para que te vayas…” Esa prácticamente no se conoce.
—¿Qué motivó esa despoblación de 1585?
Lo mismo: el contrabando. Como se hacía en la parte norte fundamentalmente, querían retirar la población de Montecristi y de Puerto Plata. Pero lo interesante es que eran las mismas autoridades las que ejercían el contrabando. La misma Iglesia lo promovía o decía que tenía que seguir para poder vivir.
—Pensando en el espíritu de Las Casas, Fray Antón de Montesino… ¿lo hacía para defender a los más débiles o porque se beneficiaba?
Ellos eran los que controlaban eso. En los tomos publicados -serán nueve - se sintetiza una serie de elementos que conforman la sociedad. Aquí se crea una sociedad con las autoridades locales: los miembros de la Audiencia, del cabildo…que ya son criollos. La rebelión de Guava contra Osorio era de criollos. Incluso, hay un intento de matar a Osorio.
—¿Osorio tenía la fuerza militar pero no el apoyo civil?
Incluso, cuando se hacen las despoblaciones, Osorio manda a buscar soldados a Santo Domingo y nadie va. Tiene que traer 125 soldados de Puerto Rico. Pero Osorio lo hace solo, sin apoyo de nadie. Desde que llegó a Santo Domingo el equipo de gobierno, los oidores, pasaban de él. Francisco Manso era en realidad el poder local porque el Oidor más antiguo era que hacía ese papel a la espera del gobernador.
—¿Se puede hablar de genocidio?
Aquí había un debate, hay gente que dice que hubo genocidio. Y no, no hubo genocidio. El genocidio es una política de Estado. Esto no fue una política de Estado, esto fue una decisión de las autoridades locales. Hay una serie de fenómenos que se dan en Santo Domingo que son contrarios a la decisión de España, aunque las autoridades locales nunca se plantearon romper con la colonia.
—¿Desobedecían pero no se separaban?
Por ejemplo, Alonso Suazo, bien temprano decía “esta es mi patria”. Pero no rompe con la colonia porque su interés estaba aquí, no en España. Los españoles hacen universidades, hacen catedrales, hacen casas, se quedan. Otros se van porque no tienen espacio aquí, pero los que tienen poder económico se quedan.
—¿A Antonio Osorio le fue mal en ese juicio?
Muy mal. Lo ningunearon y lo sacaron de aquí. Y tuvo que irse a Cuba.
Política e Historia
—¿Qué supusieron las despoblaciones de Osorio para la política española en América?
Hay un ajuste. España comienza a perder poder por primera vez. Como estrategia fue terrible, la peor decisión, hasta el punto de que todavía hoy está trayendo problemas. Porque tenemos la cuestión de Haití, que surge del espacio que dejan las despoblaciones. Ahí se comienzan a concentrar franceses, ganan terreno porque eso se abandonó. En términos económicos se perdieron decenas de miles de cabezas de ganado. Porque tú traías tu ganado y pagabas los impuestos por el ganado que tenías en los corrales, en los hatos. Para no pagar mucho… mantengo un corral con 50 reses pero fuera del corral tengo cientos.
—Evasión fiscal, le llamaríamos ahora.
Exacto. Eso produce que esta gente no va a traer 50 cabezas y entonces ahí se pierde una cantidad de ganado impresionante. Primero, destruyen todas las casas, iglesias, todo. Santo Domingo era una sociedad que tenía unos 500 vecinos, 400. Cuando llegan los expulsados del norte la economía escasea.
—Son unas cifras de población realmente bajas.
Sí, Santiago tenía 25 vecinos, La Vega unos 30. Santo Domingo era el que más tenía. Cuando obligan a venir desde el norte a 125 vecinos con sus familias, eso fue terrible. No hay condiciones ni casas para alojarlos. Y los precios se dispararon. Las consecuencias fueron devastadoras: económicas, demográficas y políticas.
—¿Y qué pasó con los contrabandistas?
El contrabando siguió igual. Franceses, holandeses, ingleses, portugueses, neerlandeses.
España tuvo que improvisar. Todo lo que España hizo aquí fue improvisado porque las cosas iban muy rápidas. Se cambiaron todas las leyes que funcionaban allá. Se aplicaron aquí, pero había que modificarlas.
El pueblo dominicano
—El inicio de “el pueblo dominicano”, usted lo fecha en...
En realidad esta documentación es importante porque en ella ves cómo se forma en ese momento el pueblo dominicano. Ya no somos españoles, ya no somos africanos, ya no somos indígenas. De 1585 en adelante, ya hay rasgos de una sociedad criolla. Hacia 1556, el 60% de los esclavos eran criollos, nacidos aquí.
—Se tiende a hablar del criollo como el descendiente de español, no tanto como el descendiente de africano.
Criollo es todo el que nace en Latinoamérica.
—¿Ya la colonia era ya algo distinto a España?
Sí, era tanto así que había ritmos musicales propios. Un dato interesantísimo: algunos musicólogos dicen que el ritmo La Chacona, (“mujer coqueta que tiene las nalgas grandes”, según la RAE), que todo el mundo escuchaba, es de España. De España no puede ser porque era una música erótica a más no poder. En la España de entonces la Inquisición no lo permitiría. Luego lo encuentro en Perú, hacia 1700. Pero aquí, en Santo Domingo, está a finales del siglo XVI. Lo mismo con el samba palo, (“danza grotesca de las Indias Occidentales”, explica la RAE) que era otro ritmo de influencia africana.
La comida, por ejemplo. ¿Por qué nosotros somos amantes de la carne? Primero, porque había mucha. Aquí no se pescaba y todavía no tenemos flota pesquera. Hay una serie de elementos que son indicativos de que ya esto era otra cosa.
—Recoge en su obra temas de brujería…
Los criollos españoles asimilan muy temprano los ritos mágico religiosos de los africanos nacidos aquí. En los documentos sale por ejemplo la Tolondronesa, una oración para quitarle al marido a otras mujeres. “Donde gallo no canta, ni vaca brama, ni hijo llora”…“Y con los dientes de la soga de un ahorcado para hacer brujería, y los dientes de un burro prieto…”. Una cosa bellísima.
—¿Le sorprende la sinceridad, por así decirlo, con que se recogía todo?
Es que había escribanos oficiales, era un Estado muy organizado. La Corona tenía rigor con esa documentación y con su dinero. El que debía dinero tenía que pagarlo. La Corona mandó dinero, pero mandó un contable particular para que lo controlara. La Corona tenía fidelidad. Incluso, por ejemplo, la Residencia de Osorio aparecía hasta dos veces en el Archivo. Cuando un barco era atacado, lo primero que había que salvar era la documentación. Por si acaso, la mandaban por dos vías distintas cuando era documento muy importante.
El juicio
—¿Esas Residencias, esos juicios, era excepcionales?
Los juicios de Residencia se hacían a los gobernadores y a toda la Audiencia. Eran unas vistas públicas donde todo el mundo podía venir a denunciar: “me quitó mi mujer o me quitó un caballo”. Todo eso sale. Por ejemplo, la Residencia que se le hizo a Rodríguez Alonso fue mayor. Ahí sale que él tenía mujeres negras y les regalaba sortijas. Se recoge todo.
Depredaban a todas las mujeres, dicen que Manso tuvo más de 30. Además se dan elementos, que hoy día todavía se ven. Por ejemplo, para acostarse con una mujer le ofrecían llevarla para España. Y no se la llevaban.
—La naturaleza humana no cambia...
Hay cosas interesantísimas. Por ejemplo, hay interrogatorios a un hombre que era homosexual. Y la homosexualidad era el “pecado nefando”. Escriben cosas como “yo estaba en la esquina y cuando fui pasando por su casa, me quedé en la ventana y lo vi con la natura en la boca”.
—¿Qué ha recogido sobre el tráfico de esclavos?
Ese es otro caso de la contradicción histórica. Se quieren esclavos bozales, no ladinos. La diferencia entre el esclavo bozal y el ladino es que el ladino habla español y el bozal no. Y dicen “no queremos ladinos porque se pueden alzar”. ¿Pero qué pasa? Que entienden que hay que evangelizarlos. Pero para evangelizarlos… hay que enseñarles español. Es decir, hay una serie de cuestiones que se van engarzando y contradiciéndose entre sí; es muy difícil hacer una historia lineal.
—Y hay piratas…
Cuando llega Drake, a muchos esclavos se les había dado la manumisión y se iban para el interior. Entonces las autoridades ordenan que tienen que venir a luchar. Pero para luchar estos piden que se les pague, eran esclavos ya liberados. Y otra cosa interesante de los esclavos liberados es que las autoridades siempre pensaron que se iban a alzar. A ninguno le interesó alzarse.
—¿Y el clero…?
Dicen los documentos qe “aquí los curas viven de manera escandalosa y no guardan los rigores de la Santa Iglesia.” Todas las monjas tenían criadas, eran unas mujeres bellísimas y entonces había un gobernador que …. Por ahí viene don Juan Tenorio y doña Inés.
- —¿Importa saber dónde están los restos de Colón?No, es un disparate. Es algo que no cambia la historia, ni cambia nada. Y además, es estupendo que esté allí y esté aquí.
- —¿Qué le parece la postura de México contra España?Esa es otra cuestión. Eso ha sido trabajado mal por España y por México. México envió una carta y el responsable de responder, pero no lo hizo, fue Josep Borrel. No le correspondía al Rey. Además, España nunca va a romper con México ni México va a romper con España.
- —¿Isabel la Católica?Una gran reina. Cuando ella muere se produce un vacío porque Fernando tiene una camarilla que mira más a Europa. Isabel amaba esta tierra aunque no vino nunca. Yo creo que el imperio más importante de la Era Moderna fue el imperio español. Eso no era cualquier cosa, no. Había un rigor. Todos los funcionarios eran doctores y licenciados.
- —¿La colonización española es diferente a la inglesa y a la francesa?Totalmente. Comenzando porque los españoles se mezclaron con todo el vivo. Comenzando por ahí. Lo que pasó aquí es que ya en el 20, Cortés se va a México y se arma una buena…
Historia del Caribe
—¿Usted está de acuerdo en que se use el término colonia? Otros historiadores sostienen que España no tuvo colonia, que eran virreinatos, provincias.
Era colonia. Lo que pasa es que la gente inventa muchas cosas. Los mismos españoles de la época le llamaban colonia, que era lo que éramos. Ahora, aquí hubo virreinato al principio con Colón, y en México y Perú sí ya era algo distinto.
—¿Hay una historia común del Caribe?
Defiendo que la historia del Caribe debiera estudiarse como una unidad histórica. Pero hay mucho recelo. Recuerdo que en un congreso yo dije que quien mandaba en todas estas islas era Santo Domingo, donde estaba el poder. Y había un historiador de Puerto Rico que me dijo: “Genaro, ya está bien de colonialismo, que ahora somos colonizados por los americanos también.”
—¿Qué línea siguen hoy los americanistas?
Ahora mismo tenemos una crisis de investigación histórica. Los americanistas ya no existen. A la Escuela de Estudios Hispanoamericanos de Sevilla ya no va nadie. Recuerdi que cuando yo llegué iban Hugh Thomas, Juan Manzano, Nicolás Santiago. Y grandes historiadores norteamericanos como Eric Klein, Franklin Knight, Francisco Scarano, figuras importantes. Ahora no va nadie.
—¿Cree que las despoblaciones de Osorio se enseñan adecuadamente en la escuela?
No, porque no se conoce bien. Nuestra historia colonial tiene muchas lagunas. Cuando el método histórico avanza y la terminología también, hay cosas que se quedan. Por ejemplo si preguntas, ¿con cuántas carabelas vino Colón? Dirán que tres. Y no; son dos y una nao. ¿De dónde salió Colon? Del puerto de Palos de Moguer. No: el puerto del Palos es una cosa y Moguer es otra.
Y para tú entender lo que pasa hoy, tienes que entender aquello. Marx decía que para entender la anatomía del hombre tenemos que aprender la anatomía del mono. Pero, por ejemplo, en México no se estudia el siglo XVI. Ni en Perú. Muy poco, por la dificultad de la letra. La letra es infernal.
—Además de que es difícil juzgar el pasado con lo que se sabe ahora.
Lo que yo creo que hay que contextualizar. Y no contraponer una cosa con la otra. El siglo XVI es el siglo XVI y tiene sus especificaciones y sus características. Evidentemente, la sociedad evoluciona.
—¿A usted le sorprende que todavía sea un tema “qué es ser dominicano”?
Bueno, estos tres tomos van a centrar y a identificarnos como pueblo. Lo que pasa es que, como dicen, “hay gente para todo”. A veces esas discusiones buscan el conflicto. Porque si no conoces una etapa histórica, un periodo, es complicado juzgar.
A estos tres tomos le seguiran otros seis. Y después, Rodríguez Morel abordará la contratación de barcos que van y vienen a Sevilla. ¿Qué traían? ¿Qué llevaban? ¿Quién lo traía? ¿Quién lo llevaba? ¿A quién se lo entregaba? “Esa es una documentación que no se conoce. Y los libros de cuentas, que nadie ha trabajado. Es una información valiosísima. A ver, ¿el origen de alguna fortuna? ¿De dónde viene?” Hay que creer en sus palabras: “Yo no vivo en Santo Domingo. Vivo en Santo Domingo en el siglo XVI.”
Rodríguez Morel, que reconoce tener el mejor trabajo del mundo para un historiador “desde Atapuerca hasta aquí”, trabaja ya con un Archivo digitalizado, disponible para cualquiera que lo quiera consultar. Una donación de un millón de dólares del Banco Popular hizo posible esta ambiciosa empresa que se tomó dos años. En 1976 los Estados Unidos pidieron a España el permiso para copiar el Archivo de Indias completo, pero el gobierno de Felipe González lo denegó. “Nosotros pedimos digitalizar toda la información de Santo Domingo y lo conseguimos, somos el único país que lo ha logrado. Desde el siglo XV hasta el XIX. Tenemos fondos del Archivo General de Indias, del Archivo General de Simancas, del Archivo Histórico Nacional, del Archivo General de Madrid.”Pero una cosa es tener la documentación disponible a un clic… y otra descifrarla. La dificultad de leer los legajos ha provocado esas lagunas en la historiografía colonial. Hoy, el reto es formar más paleógrafos que amplíen las investigaciones. No es fácil, precisa tiempo y fondos. “Cuando yo llegué al Archivo, en 1987, solo podía entender Yo el Rey.” 37 años después pone a disposición de todos la transcripción literal de la documentación que recoge la Historia y las historias de una sociedad que nacía en el siglo XVI.
Título: Visita y Residencia hecha al Gobernador Don Antonio Osorio por Diego Gómez de Sandoval 1608. TOMOS I, II, III
Autor: Genaro Rodríguez Morel
Archivo General de la Nación Volumen DIV
Academia de la Historia
Volumen CLXIX
Santo Domingo , 2024