Preocupación por robos de gallos de calidad en Espaillat y Santiago
Entre los afectados hay funcionarios del gobierno, oficiales de la Policía Nacional y empresarios
Criadores de gallos de calidad en las provincias Espaillat y Santiago están preocupados por una secuencia de robos cometidos en sus trabas durante los últimos días.
Funcionarios del Gobierno central, oficiales de la Policía Nacional y empresarios están entre las víctimas de esa ola de hechos que afecta al sector.
Uno de los casos es el hurto en la casa de la gobernadora de la provincia Espaillat, Juana Rosario de Candelier, registrado la madrugada del pasado jueves, cuando delincuentes ingresaron por la parte trasera de la residencia, sorprendieron al personal de seguridad, despojándolo de su arma y posteriormente amordazándolo.
Los malhechores escaparon del lugar con al menos 30 ejemplares de la traba perteneciente al esposo de la representante del Poder Ejecutivo, José Gregorio Candelier (Pillo).
Otro caso registrado en los últimos días es el robo en la gallería del empresario Arnulfo Gutiérrez en la comunidad de Gurabo, en Santiago de los Caballeros.
Recientemente delincuentes también robaron varios de ese tipo de aves de la propiedad de un alto oficial de la Policía Nacional en Gurabo.
Otros criadores de gallos que están siendo azotados por la delincuencia se ubican en San Víctor, La Playita, Monte Adentro y otros lugares de ambas provincias.
El profesor José Izquierdo, figura del gallerismo en la región norte del país, dice que en la mayoría de los casos las autoridades no dan con los responsables de los robos.
El también dirigente político asegura que muchos de los afectados optan por no proceder legalmente, debido a lo difícil que es recuperar los ejemplares sustraídos.
“Cuando vamos a la Policía uno no sabe si es que ellos no quieren resolver el problema o qué es, ya que nos ponen a dar muchísimas vuelta sin darnos respuestas”, expresa.
Entiende que quienes se dedican al robo de gallos forman parte de bandas organizadas que "operan libremente".
A juicio de Izquierdo, quien compra identifica muy fácil cuando un gallo es robado, ya que cada profesional en el área cuenta con un registro de actas de nacimiento de sus ejemplares, a los cuales le colocan una especie de placa para identificarlos.