Apresan conductor que arrastró un perro atado a una yipeta en Higüey
La Policía encontró la yipeta escondida en un solar, cubierta con una lona y sin placa
Las autoridades han detenido al conductor de una yipeta marca Toyota, modelo RV-4, color gris, cuyo conductor está acusado de arrastrar a un perro atado a la parte trasera del vehículo en la comunidad de La Otra Banda, en Higüey, provincia La Altagracia.
El individuo, identificado como Julio César Jiménez Martínez o César de Aza, de 37 años de edad, será llevado ante la justicia por este acto de crueldad animal.
El suceso fue captado por otro conductor el pasado sábado en la carretera Cruz de Isleño, quien compartió el video en las redes sociales, provocando una ola de indignación y exigiendo el apresamiento del responsable.
La yipeta utilizada en el incidente fue encontrada por agentes policiales escondida en un solar, cubierta con una lona y sin placa.
La rápida difusión del video en redes sociales evidencia la condena generalizada de la comunidad hacia este acto de maltrato animal, calificando al perpetrador como un "desalmado".
La versión de Jiménez Martínez sobre el hecho
“Yo soy la persona que se hizo viral, desafortunadamente, el sábado por el tema del perro que fue arrastrado. Sí, soy esa persona. Sí, lo que se ve en el video sucedió, pero no es como lo pintan”, expresó Jiménez Martínez en un video que circula en la red social de Instagram.
En el audiovisual, el hombre que intenta explicar su versión del suceso, dice que es una persona cristiana.
“Yo no soy el asesino del perro que se quiere decir. Yo soy una persona primero que todo cristiano. Tengo mi carta de mi iglesia, carta de la Junta de Vecinos”, aseguró.
En ese sentido, narró que ese día salió de su casa cinco minutos y a su regreso, su hijo le dijo que había un olor a ratón podrido.
“Yo me voy acercando a la casa, empiezo a notar el olor hasta en el que momento que entro a la sala. Ya es insoportable el olor, lo que veo, un perro acostado que nunca había visto antes, ese perro sobre mi mueble, que lo que parece un zombi cayéndose a pedazos”, contó.
Asimismo, declaró que después de eso agarró a su hijo, de siete años, que está recién operado por miedo a que el perro tuviera una enfermedad contagiosa.
“Yo, al ver eso, salgo rápido, saco mi niño, cierro la casa. Traté de comunicar a ver en mi localidad, La Otra Banda de Higüey, quién me podía ayudar con la situación”, relató en la fílmica.
Indicó que se dirigió al ayuntamiento en busca de ayuda, pero no encontró ninguna respuesta de la autoridad.
“No había alguien a quien llamar. No sabía quién era el dueño del perro. Traté de buscar opciones. No, lo que yo vi que estaba a mi alcance, no había nada”, prosiguió.
Argumentó que en su familia todos aman a los animales.
“Mi mamá tiene cuatro perros. El primo mío, que vive enfrente, tiene 17 perros en un solo lugar. O sea, nosotros amamos los animales”, refirió.
Agregó: “Lo digo esto para que entiendan que nunca en mi cabeza pasó de, que un perro en menos de un kilómetro, iba a suceder lo que sucedió”.
Explicó que él no quería hacerle daño al perro.
“Verán que el video inicia con el perro caminando o corriendo. Significa, yo no le quería hacer daño. Yo iba a una velocidad suficientemente baja para que el perro cuando intentara salir hacia los lados, yo pudiera verlo por los espejos laterales”, destacó.
Dijo que "no se había dado cuenta que estaba arrastrando el animal".
“Los que conocen la localidad, saben que el pedazo arrastrando, no creo que haya llegado a 30 metros. Entonces ahí los muchachos en el motor se acercan. No me dicen que yo llevo un perro arrastrando”, justificó.