Las secuelas después de la tragedia: Relato de sobreviviente de accidente en Haina
A una semana del hecho, juez dictó tres meses de prisión preventiva contra el conductor de la patana
Lo enviaron a una cárcel de máxima seguridad en La Romana
Ha pasado una semana desde el fatídico accidente que dejó a la comunidad Quita Sueño de Haina, provincia San Cristóbal, sumida en el dolor. El impacto entre una patana y un autobús había cobrado la vida de al menos 13 personas, dejando atrás un rastro de tristeza y conmoción.
Las secuelas de este hecho han marcado un antes y un después en la vida de las pocas personas que sobrevivieron, al igual que en aquellos familiares que lamentablemente perdieron sus parientes.
Josefa Nova fue una de las víctimas que sobrevivió milagrosamente. Iba de camino hacía su trabajo de enfermera privada al kilómetro 12 de Haina, cuando el autobús de la ruta 66, la cual tomaba de forma habitual, resultó impactado por la patana cargada de cemento.
Estaba en shock por el impacto, llena de cemento y atrapada entre las chatarras de lo que quedó del autobús. Entró en sí al escuchar los gritos de los demás sobrevivientes y acompañada de los fallecidos que estaban en su alrededor.
Nova resultó con lesiones en el cuello, en sus piernas y en la espalda. Pese a su condición, pudo tener las fuerzas para pedir a Dios por todos los que estaban atascados en la cañada donde cayeron.
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"Si Dios está con nosotros, quién contra nosotros", expresó, al explicar cómo le daba ánimos a quienes estaban junto a ella desesperados porque los rescataran.
Narró el trauma que vive después del accidente y las ayudas psicológicas que ha tenido que recibir, debido a que no pude conciliar el sueño.
Clamó justicia para ella y las personas que no pudieron salir con vida de ese terrible accidente.
Dijo que cuando se registró el impacto, producto de la colisión entre una patana y el autobús de transporte público en el que iba, pudo agarrar su cartera bien y sacar su celular para llamar a su familia y decirles lo que había ocurrido.
"Al lugar llegó una persona primero y dijo: 'hay una viva, llamen al 9-1-1', y yo comencé a llamar a mi familia. También les hablaba de Dios a las personas que estaban ahí", manifestó.
Dictan medida al conductor de la patana
Este miércoles el juez del Juzgado de Paz del municipio de Haina dictó tres meses de prisión preventiva en contra del chofer de la patana, a quien responsabilizan del hecho por "manejar de forma temeraria", según indicó el Ministerio Público en su documento de solicitud de medida de coerción.
Camilo Confesor Terrero, de 36 años, deberá cumplir la medida en el Centro Correccional Cucama de La Romana.
La fiscal titular de Haina, Carolina Olivares, manifestó que el juez tomó la decisión de enviarlo a esa cárcel por la máxima seguridad que tiene. Se envió a prisión preventiva porque el imputado representa peligro de fuga y ante la cantidad de víctimas en el hecho.
Al momento de conocer la audiencia, las inmediaciones del Juzgado de Paz estaban totalmente acordonadas por agentes de la Policía Nacional para resguardar la integridad física del imputado, quien había solicitado protección ya que teme los familiares de las víctimas tengan represalias en su contra.
Parientes de víctimas a favor de decisión
Ana Martínez, esposa del chofer del autobús, Uris Méndez de León, manifestó que se siente conforme con la decisión del juez y que como familiares llegarán donde sea para que la muerte de su pariente y de las demás víctimas no quede impune.
"En cierto modo me siento un poco conforme, me siento un poco conforme y espero que esto no se quede así, porque de verdad esto ha sido espantoso, esto ha sido espantoso, esperamos que esto no se quede así", expresó Ana entre llantos, quien fue acompañada por los hermanos de la víctima.
Roberto Paula, esposo de una de las víctimas, sepultada en el día de ayer, precisó que no hay palabras para describir lo que siente por el hecho y tener que darle apoyo a sus hijos ante la ausencia de su madre.
"No hay algo que pueda reparar la realidad y el sentimiento que siento yo, que sienten mis hijos, que sienten sus familiares porque hay un gran vacío por la imprudencia", dijo.
Manifestó que conoce cómo debe manejarse un vehículo pesado como la patana que conducía Camilo, por lo que entiende el imputado no tuvo conciencia ni tomó en cuenta el horario para ir a excesos de velocidad en la zona.