Abinader lleva a la ONU crisis generada por construcción de canal en el río Masacre
El jefe de Estado reiteró que la obra pone en peligro a los agricultores de ambos países
El presidente Luis Abinader dejó claro que no desea confrontación directa con el pueblo haitiano, sino contra los “incontrolables” que patrocinan el canal en el río Masacre, el cual -dijo- viola los acuerdos internacionales entre ambas naciones.
En su discurso este miércoles ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, el jefe de Estado contextualizó que el río Dajabón nace en Loma de Cabrera en territorio dominicano y que recorre 55 kilómetros hasta desembocar nuevamente en su país en la Bahía de Manzanillo.
En los dos kilómetros que el río entra a territorio haitiano es que se levanta la obra, patrocinada por “una reducida elite económico-política para lucrarse con su venta a pequeños productores de la zona”.
El mandatario expuso que la construcción del canal nunca fue debatida con el Gobierno dominicano, ni se suministró documentación sobre su envergadura, impacto ambiental y beneficios, dijo Abinader.
Expresó que a pesa de la "exigua información disponible", los análisis realizados por su gobierno "demuestran que la obra pone en riesgo el acceso a agua de centenares de familias agricultoras dominicanas y haitianas aguas abajo de donde se construye el canal".
Estos son los haitianos que "financian" el canal en el río Masacre, según el Gobierno
Lo que peligra con construcción de canal en río Masacre, según Abinader
Además de los productores de ambos países, el proyecto también pone en peligro al parque industrial Codevi, que emplea a 19,000 personas, principalmente haitianos, y está ubicado a 300 metros de la frontera con Dajabón.
Abinader dijo que la construcción del canal también afecta la Laguna de Saladillo, uno de los principales humedales de República Dominicana.
El mandatario recordó que desde el 2021 ha pedido que se detenga la construcción del canal, pero que Haití no lo ha hecho debido a la debilidad institucional que tiene.
Eso obligó a que el Gobierno tome acciones contundentes, como el cierre de la frontera, para garantizar la seguridad nacional, así como para proteger nuestros ríos, medio ambiente y producción agrícola.
“No tenemos, ni deseamos ni buscamos una confrontación con el pueblo haitiano, pero sí estamos enfrentando a los actores incontrolables que mantienen la inseguridad en Haití por sus intereses particulares, y que ahora conspiran también contra la estabilidad de su gobierno y la seguridad de los recursos hídricos”, expuso Abinader.