Liberan a cubano acusado de golpear agente de la Digesett
Julio César Llorente López fue apresado sin una orden judicial
La Segunda Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional ordenó este jueves la libertad pura y simple a favor del cubano que dio una bofetada a un agente de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), que lo multó por hablar con el celular mientras conducía el pasado 9 de agosto.
Los jueces afirmaron que Julio César Llorente López fue apresado de manera ilegal por los miembros de la Digesett, quienes ofrecieron un relato contradictorio al Ministerio Público que instrumentó el caso.
El cubano Julio César Llorente López fue detenido el 10 de agosto.
Llorente López se presentó ante el juez Rigoberto Rosario Sena, quien el 16 de agosto le impuso tres meses de prisión preventiva, una medida de coerción que superaba por mucho el mínimo posible de la condena que recibiría por el tipo penal cometido que es de seis días de reclusión.
En su momento, la motivación del juez para dictarle la privación de libertad era que la infracción del ciudadano fue contra el Estado por tratarse de un policía de tránsito, alegó también peligro de fuga.
De esta manera, Llorente López duró 29 días preso en la cárcel de Najayo aislado en una “zona de control” para su seguridad, dijo la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC), aunque su esposa denunció ante Diario Libre que se encontraba en una celda de máxima seguridad y sin poder visitarlo desde el 16 de agosto.
Libertad pura y simple
Sin desconocer “la reprochable falta” de Llorente López, la Corte de Apelación determinó que el imputado fue apresado de manera ilegal porque su aprehensión no se produjo en flagrante delito como dijeron los agentes de Digesett.
El tribunal recordó que la ley faculta incluso a un ciudadano a detener a otro en flagrancia y que cuando no es en esa condición se necesita la orden judicial. Llorente López fue detenido un día después del hecho.
Por esta violación al debido proceso, el tribunal ordenó la libertad del cubano, pero especificó que el caso en los tribunales continúa.
Fue notorio en la audiencia de medida de coerción el ojo morado de Llorente López. A su salida de prisión denunció que fue agredido esposado, antes de entrar a la celda en el destacamento de Villas Agrícolas, frente a dos policías. Duró tres días ingresado por la agresión, pero no especificó quién lo golpeó.