Rescatando el coral de Jamaica, una delicada labor
Las aguas tropicales color turquesa cerca de la costa de Jamaica son hermosas y tentadoras, pero debajo de ellas se esconde la devastación. Después de tirarse de espaldas desde un pequeño bote de madera y bucear hacia el fondo del océano, el daño es evidente. El paisaje parece un desierto submarino, con nada más que arena y rocas; ni un pez a la vista.
Sin embargo, conforme uno se aleja aparecen piezas de un coral cuerno de ciervo que se regenera, colgado de un hilo en espera ser atados a rocas en un intento por reparar el daño que el hombre y la naturaleza le han hecho a los arrecifes.
Una segunda oportunidad para la biodiversidad de Boca Chica
El buzo Everton Simpson levanta algo de arena conforme se acerca al vivero de corales y recoge parte del valioso coral que será trasplantado en un área protegida. Mientras despeja el área para el nuevo coral y lo ata a su nuevo hogar, la corriente lo impulsa de un lado al otro, convirtiendo al delicado proceso en algo similar a intentar enhebrar una aguja sobre una montaña rusa.
Los años de atención que Simpson le ha dedicado a intentar regenerar los arrecifes de coral de Jamaica se vuelven evidentes con los cortes en sus manos. Un día, él y otros jamaiquinos que realizan este trabajo esperan que el coral y los peces regresen por completo e igualen la belleza del agua que los esconde.
Noticias y servicios que extienden el alcance global de la cobertura basada en hechos