Pompeo promete medidas contra el boicot a Israel
JERUSALÉN (AP) — El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo el jueves que Estados Unidos considerará como “antisemita” el movimiento de boicot a Israel liderado por palestinos. Washington cortará todo apoyo del gobierno a organizaciones que participen en el boicot, afirmó, una medida que podría negar financiamiento a grupos palestinos e internacionales de derechos humanos.
Pompeo anunció la iniciativa durante una visita a Israel en la que se esperaba que hiciera la primera aparición de un secretario de Estado estadounidense en un asentamiento israelí en la ocupada Cisjordania. Pompeo dijo que también visitaría los Altos del Golán, una región que Israel arrebató a Siria en la guerra de 1967.
“Consideraremos como antisemita la campaña global de BDS contra Israel”, dijo Pompeo, en alusión al movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones.
“Tomaremos medidas de inmediato para identificar a las organizaciones que participan en la conducta de odio del BDS y retiraremos el apoyo del gobierno estadounidense a esos grupos”, dijo, añadiendo que todos los países debían “reconocer el movimiento BDS como el cáncer que es”.
Los organizadores del movimiento lo describen como una forma no violenta de protestar por las políticas israelíes hacia los palestinos, basada en una campaña que ayudó a poner fin al apartheid en Sudáfrica. El movimiento ha tenido un éxito limitado a lo largo de los años, pero no ha afectado a la economía israelí.
Israel considera el BDS como un ataque a su misma existencia, y ha aprovechado declaraciones de algunos de sus seguidores para acusar al movimiento de antisemitismo, algo rechazado por los organizadores de la corriente. El sitio web oficial del BDS rechaza de forma explícita el antisemitismo.
Pompeo no dio más detalles y no estaba claro qué organizaciones podrían verse afectadas. Grupos como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han rechazado las acusaciones de que apoyan el BDS.
HRW, cuyo investigador fue deportado el año pasado de Israel por declaraciones pasadas supuestamente en apoyo del BDS, no pide boicotear a Israel pero insta a las empresas a evitar hacer negocios con asentamientos en Cisjordania, afirmando que las hace cómplices de abusos de derechos humanos. AI no se posiciona sobre el movimiento de boicot.
“El gobierno de Trump está socavando la lucha común contra la lacra del antisemitismo al equipararlo con la defensa pacífica de los boicots”, dijo en un comunicado Eric Goldstein, director en funciones de HRW para Oriente Medio y Norte de África.
Israel aprobó en 2017 una ley que veta la entrada a extranjeros que han pedido boicots económicos a Israel o sus asentamientos. La Cámara de Representantes de EEUU aprobó el año pasado una resolución que se oponía al movimiento de boicot, y varias estados estadounidenses tienen leyes contra el BDS.
Prácticamente todas las organizaciones no gubernamentales palestinas apoyan el movimiento de boicot, pero Estados Unidos ya ha cortado casi todas las formas de ayuda a los palestinos durante el gobierno de Donald Trump. La medida forma parte del apoyo sin precedentes de su gobierno a Israel, en un conflicto de décadas. El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, ha prometido reinstaurar la ayuda estadounidense a los palestinos y trabajar para reactivar el proceso de paz.