Gobierno peruano niega despido de jefe forestal para impulsar tala de bosques
Lima, 11 jun (EFE).- El Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) de Perú negó este jueves que la repentina destitución del jefe de la política forestal haya sido por su oposición al cambio de una norma que favorecería la deforestación y aseguró que se fue porque el funcionario no había alcanzado los resultados esperados.
El director del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), Luis Alberto Gonzáles-Zúñiga, fue despedido el pasado viernes, Día Mundial del Medio Ambiente, lo que causó gran preocupación entre las organizaciones ambientalistas, ecologistas e indígenas.
De acuerdo a un documento del Ministerio de Agricultura remitido a la Agencia Efe, Gonzáles-Zúñiga cesó en sus funciones por no ofrecer resultados ni mecanismos en la lucha contra la tala ilegal y por no 'tener el perfil' adecuado para el puesto.
El ya exdirector del Serfor afirmó este miércoles a Efe que su destitución se debia a su oposición a cambiar un reglamento 'muy sensible' de recalificación de uso de tierras que había tomado dos años consensuar entre varios organismos.
Según Gonzáles-Zúñiga, este cambio promovería una mayor deforestación ya que facilitaría la tala de bosques cuyo suelo sería más fácil recalificar como de uso agrícola.
PROTOCOLO PENDIENTE
Al respecto, el Ministerio de Agricultura (Minagri), del que depende el Serfor, alegó que el reglamento de clasificación de tierras está pendiente de adecuarse a la Ley Forestal desde el 2015, y que hasta que eso no ocurra provoca 'una mayor deforestación y un uso inadecuado de las tierras'.
Según el Minagri, su propuesta para este protocolo, que no fue aceptada por Gonzáles-Zúñiga, contempla la prohibición de recalificar tierras con aptitud forestal y de protección también en aquellas donde se haya realizado el cambio de uso actual sin autorización de la autoridad competente.
Asimismo, el ministerio consideró que está facultado para prescindir del director del Serfor en cualquier momento a pesar de que este fuese elegido por concurso público y solo llevase 16 meses del periodo de 5 años para el que fue nombrado en 2019.
'Mantener a un funcionario que no cumple con el perfil ni con los encargos encomendados es condenar a esta institución a una inacción permanente', aseguró el Ministerio.
NUMEROSAS TAREAS
Según el Minagri, en esos primeros 16 meses de gestión, Gonzáles-Zúñiga debía haber presentado el Plan Nacional Forestal y de Fauna Silvestre, reactivar el Sistema Nacional de Gestión Forestal y Fauna Silvestre (Sinafor) e implementar al menos 3 de los 34 puestos de control que el Serfor tiene planeados instalar en los puntos calientes del tráfico de madera ilegal, algo que no hizo.
También falló en elaborar el Plan Anual de Evaluación y Seguimiento, crear las Unidades de Gestión Forestal y de Fauna Silvestre, establecer un plan de asistencia técnica a autoridades forestales regionales y definir un mecanismo de coordinación con las instituciones correspondientes para la realización de operativos en Lima.
No obstante, González-Zúñiga, vinculó su despido a presiones de los principales dueños de las madereras que operan en la Amazonía, donde según el Serfor sale casi toda la madera que exporta Perú, y de la que el 80 % es de origen ilegal.
TRAZABILIDAD DE LA MADERA
En ese sentido, el exdirector del Serfor resaltó que durante su gestión promovió la trazabilidad de la madera para perseguir la tala ilegal, pese a que el Minagri alegó que no tiene conocimiento de ningún plan para desarrollar esa política.
El Ministerio tiene previsto convocar en los próximos días un nuevo concurso público para elegir al nuevo director del Serfor.
La tala ilegal ha continuado firme durante la cuarentena por la COVID-19 en Perú, con asesinatos y amenazas a líderes de comunidades indígenas que les confrontan por haber invadido sus territorios.
Solo en 2019 la deforestación en Perú fue de 147.000 hectáreas, una cifra que se eleva a 2,3 millones de hectáreas desde 2001, lo que representa una superficie similar a El Salvador, causada principalmente por la agricultura migratoria, el cambio de uso tierras, el narcotráfico y la minería ilegal, entre otros. EFE