El termómetro de la 29a jornada

Madrid, 18 jun (EFE).- Termómetro de la vigésima novena jornada de LaLiga Santander.

-- SUBEN:

- Marcos Llorente: es la gran irrupción del Atlético de Madrid en el regreso del fútbol. Se fue al parón tras ser clave para eliminar al campeón de Europa, el Liverpool, con su exhibición en Anfield y ha vuelto pisando un terreno nuevo como segundo delantero donde asiste y golea. Marcos siempre saca partido a su profesionalidad. El jugador más en forma gracias a una preparación cuidada al detalle. Su hambre de éxito hace el resto. Donde le ponga Simeone sabe que tiene un guerrero que se dejará todo lo que tiene. De golpe descubre que tiene cualidades para aumentar la pegada del equipo con su visión en el pase y opciones de explotar su disparo potente. En El Sadar, saliendo desde el banquillo, lo dejó claro.

- Marco Asensio: enterró once meses de sufrimiento tras sufrir la primera lesión grave de su carrera, cuando la rodilla se le fue en la pretemporada y pasó a vivir la parte más fea del fútbol. Llevaba 330 días para volver y lo hizo a lo grande, como en aquellos debuts con gol en cada competición que pisaba por primera vez con el Real Madrid. Llevaba segundos en el campo, no le había dado tiempo a sentir ni miedo a un golpe o confianza de una buena acción, cuando remató de zurda a la red el gol que sentenció el duelo ante el Valencia. Está tocado por una varita.

- Diego López: tiene una espina clavada en una temporada en la que las cosas no le van como desea. Se la quita en partidos como el del Coliseum Alfonso Pérez pero rápido sube su nivel de exigencia y se marca un nuevo reto. Por su cabeza no pasa un Espanyol en Segunda y mentaliza al grupo par una reacción que ha resucitado al club que parecía hundido como colista antes del parón y ahora ve la salvación a solo tres puntos. Luchó ante todo en Getafe, con una expulsión rigurosa a los 16 minutos. Después de incluso de merecer la victoria una doble parada salvadora de Diego salvó un punto de oro.

- Ansu Fati: tiene a grandes equipos siguiendo cada paso pero Ansu, a sus 17 años, solo quiere divertirse. Aprovechó la oportunidad de Quique Setién para demostrar que es un futbolista diferente. Juega con la portería rival en su cabeza. Recibió, se giró y colocó el balón ajustado al poste, donde el portero nunca pueda llegar. Despejó las dudas que se instalaban en el Camp Nou ante el colista, después de dos ocasiones claras para el Leganés, que cedió ante la diferencia de calidad con un Barcelona que debe cuidar a su joven perla para retenerla.

-- BAJAN:

- Iago Aspas: tuvo pesadillas con Masip, el portero del Real Valladolid, que le amargó su partido. Le sacó un disparo lejano que olía a gol y le adivinó el lanzamiento del penalti que podía haber rebajado los apuros en los que se ve inmerso el Celta de Vigo. Cuando las cosas no le salen a su gran líder lo paga el conjunto gallego que ve acercarse el abismo a dos puntos y necesita un triunfo con urgencia para tomar aire.

- Real Betis: no reacciona ni cuando remonta un partido y lo tiene ganado en los últimos minutos. Acusó el golpe y la mala imagen del derbi ante el Sevilla, descolgado ya de la pelea por plaza europea y poniendo en riesgo el futuro de Rubi tras empatar frente al Granada. Solo aspectos económicos parecen mantener al técnico en el cargo. A sus jugadores les falta confianza para rendir respecto al nivel que tienen. De un plumazo remontaron y con la misma facilidad se les escapó un triunfo clave para respirar ya tranquilos y alejar fantasmas. O reacciona con rapidez o se verá en la pelea por no descender por su mala dinámica.

- Martin Odegaard: impreciso, incómodo, errático en fase ofensiva perdiendo numerosos balones. Sin generar nada de peligro ni desequilibrio alejado del liderazgo que ejerció esta temporada. Lo acusa una Real Sociedad que ha perdido la chispa. Solo en cuatro partidos de la temporada se había quedado sin marcar y en Mendizorroza apenas tiró una vez a puerta con el partido sentenciado en favor del Alavés.

- Getafe: el equipo de José Bordalás parece otro después de un parón inoportuno para sus intereses. Pasa de pisar puestos de Liga de Campeones a verse en la pelea por mantener posición de Liga Europa tras un punto de seis posibles. Ante el Espanyol sufrió impotencia, sin generar el suficiente peligro para derrotar a un rival que estuve tres cuartas partes del partido con diez jugadores. Incluso fue salvado por la buena actuación de su portero David Soria. EFE

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